sábado, 29 de junio de 2013

Capitulo XXVI

Observaba la lluvia caer sobre mi ventana, en cierto momento llegue a creer que hoy no llovería, aun no podía creer que unos momentos antes había estado hablando con Danniel, fue un momento único casi perfecto, excepto por el hecho de que no pude hacer o decir nada. Inmediatamente al llegar a mi casa le envié un mensaje a Lola, claro que no le relate la historia, solo mencione una plática urgente, me respondió que habláramos por skype, pasaba el tiempo, yo llevaba un rato conectada y no había rastros de ella, seguramente estaría hablando con su novio. Lo que me hizo pensar en la conversación que tuve con Valeria esa misma tarde, seguía sin creer que ya pensaba en perder su virginidad, me mareaba el hecho de que éramos muy jóvenes para pensar en sexo.
Quería distraerme de eso, tome el celular de Danniel e intente desbloquearlo, sin éxito claro me pedía “introducir el código” cosa que hice aproximadamente 10 veces, no es que quisiera revisar las cosas de Danniel, simplemente quería pasar el tiempo, aunque claro sentía un poco de curiosidad por el contenido del aparato.
No resistí mucho, conecte mis audífonos y presione 2 veces el botón de inicio para activar el reproductor de música, quería saber su gustos, ya que tengo un pretexto para volverlo a ver, no quiero desperdiciar más tiempo. Presione play y empezó a sonar “The scientist” de Coldplay, estaba a la mitad, al parecer escuchaba la canción cuando chocamos y derramo mi café. La canción me gustaba desde hace un tiempo siempre la llevo en mi celular. En mi mente pasaban miles de escenas de posibles con Danniel mientras de fondo se encontraba esa canción. La canción terminaba y yo me recostaba en la cama, la siguiente en sonar era “Pumped up kicks” de Foster the people, no era muy fan pero me gustaba, la música se vio interrumpida por una llamada entrante, “Tati” apareció en la pantalla, era más que obvio que se trataba de Tatiana, la presunta novia de Danniel, seguramente se iba a ver con ella, y ante eso yo no tenía oportunidad, finalmente dejo de sonar, pero no sería la última vez que lo haría, insistió 3 veces más, hasta que finalmente se rindió, creo que Tatiana, no era tan inteligente, no creo que nadie sea tan estúpido o ingenuo para contestar un celular que robo… claro que yo no me lo robe lo recogí y lo estoy guardando, para después entregárselo  a su dueño.
Después de un rato, deje de examinar su lista de reproducción y le quite los audífonos, y guarde el celular en mi buro. Me canse de esperar a Valeria y cuando me dispuse a apagar la laptop, apareció un mensaje “Valeria está conectado/a”, e inmediatamente apareció en la pantalla Valeria te está llamando, di clic en la opción “aceptar con video”.
-¡Hola!- grito Valeria, que ahora llevaba el pelo recogido en una coleta.
-Hola- conteste mientras me acomodaba, poniendo una almohada sobre mi regazo y sobre ella la laptop.
-Perdón por la demora pero estaba hablando con Sebas- dijo ella, casi suspirando y sonriendo.
-Ya me lo imaginaba- murmure, casi fue inaudible.
-¿Qué dices?
-Nada, olvídalo- moví las manos hacia los lados.
-Muy bien- contesto, sonriendo -¿Qué es eso tan importante que tenias que decirme?
-Espera- dije, quite la laptop de mi regazo y me levante de la cama, abrí el cajón del buro que estaba al lado de mi cama, saque el celular de Danniel, y regrese a la cama. –Mira- dije, mientras le mostraba el aparato a Valeria.
-¡Cristo redentor!- contesto Valeria –por favor, dime que no te dedicas a robar celulares, pero si lo haces quiero la mitad de las ganancias por incubrirte.
-¡No seas tonta!- le conteste –en primera, se dice encubrirte no “incubrirte”, el tinte rubio de esas mechas, te está dejando más tonta- puse mi mano en la cara y moví la cabeza de un lado a otro. –Y en segunda, no me lo robe es de Danniel.
-¡Cristo redentor!- grito, escandalizada –Lola, está bien que te guste, pero esto ya está mal, ¿Qué sigue robarte sus calzones?, necesitas una intervención.
-Rubias…- murmure –no entiendes, nada ¡estuve con Danniel!
-¿Qué?- grito con incredulidad, si seguía escuchándola gritar, pronto necesitaría un aparato auditivo. –Quien creería, que la santa Lola que hace unas horas me estaba dando un sermón sobre la virginidad y todas esas cosas, ya tuvo su encuentro con Danniel, y ¿qué tal estuvo?, ¿lo hace bien?, quiero saberlo todo.
-Ay Vale, eres una bruta- dije, perdiendo la paciencia –no me he acostado con nadie y no planeo hacerlo en un rato, tengo el celular de Danniel, porque se le cayó en el café y lo recogí, estuve con él después de que se fueron me lo tope y me invito al café.
-¡Oh por Dios!- grito, al parecer ignoro qué le dije bruta –cuéntamelo todo y cuando digo todo, me refiero a ¡todo!
Hablamos de mi desventura con Danniel, y de cómo eso paso a ser una de las mejores y de las peores tardes de mi vida, relatando desde cómo se derramo mi café hasta como me quede con su celular.
-¡Dios mío Lola!- comenzó Valeria –ponte las pilas, así nunca te vas a casar.
-No seas exagerada- conteste –pero en algo tienes razón, tengo una oportunidad y no pienso desaprovecharla.
-¿Qué harás?- pregunto.
-Mañana te cuento-  bostece dando a entender que moría de sueño. –Vale nos vemos mañana estoy agotada.
-Si fuera tu, también lo estaría- contesto –hasta mañana Lola, descansa.
Colgó y yo apague la laptop después de eso, la guarde en su lugar de siempre y me puse el pijama. No me sacaba de la cabeza a Danniel y en como por fin sabía que existía, que existía una Lola Ferro del Valle.
En la cama tome mi celular y entre a Facebook y comencé a escribir un mensaje, un mensaje para Danniel. “Hola Danniel, ¿te acuerdas de mí? La chica a la que le pagaste el café, apuesto a que sí, bueno te preguntaras porque te mando el mensaje, encontré tu celular se te callo en el café, no te preocupes está en buenas manos, tu solo dime cuando y te lo devuelvo” era lo que decía el mensaje al final añadí una sonrisa.

Salí de Facebook, no sin antes aceptar la solicitud de amistad de Sebastián.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?