sábado, 25 de mayo de 2013

Capítulo XXI




El domingo fue un día tranquilo por no querer decir aburrido, me la pase pensando en Danniel y claro estudiando.
El lunes empezó como cualquier otro lunes, aburrido y sin ninguna sorpresa mañanera, a diferencia de los días pasados podría decir que este sería un lindo día (exceptuando el hecho de que es lunes y de que tenía examen). El cielo estaba despejado, tal vez era una señal, de que ese día todo iría bien. Al llegar a la escuela, solo estaba Demian esperándome, él vestía el uniforme de la escuela, un pantalón gris con una camisa blanca en conjunto de un saco y una corbata ambos azul rey, el uniforme de las chicas es similar, solo que nosotras teníamos una falda. Verlo a él solo parado allí, sólo podría indicar una cosa, que Valeria no ha llegado o que capto mi mensaje y sabia que aun estaba enojada con ella, pero a decir verdad comenzaba a extrañarla.
-Hola- el chico me saludo un beso en la mejilla -¿Lista para el examen?
-Algo- jugueteaba con un mechón de mi pelo, ya que sólo me había puesto una diadema y lo había cepillado un poco. Entramos a la escuela, no faltaba mucho para que las clases y obviamente el examen comenzaran. –Por cierto ¿y Valeria?
-Aun no llega- respondió Demian, acomodándose los lentes -¿ya no están peleadas?
-No estamos peleadas- hice una mueca –simplemente no le hablo, por el momento.
-¿No es lo mismo?
-No- hice una especie de ademan con las manos.
-¿Por qué no?- preguntó haciendo una expresión de no entender nada.
-Porque me oculto algo tan importante, como que estaba saliendo con un chico… que por cierto es tu primo, debería considerar enojarme también contigo, tú tampoco me lo dijiste.
-Sí, pero cuantas veces te tengo que repetir, lo que ya te dije, no me correspondía a mí- contesto, con un tono parecido al de la molestia –además ya te dijo ¿no?, no debería haber razón para molestarse.
Entramos al salón de clases y nos sentamos, el examen estaba a escasos cinco minutos de iniciar y Valeria aun no llegaba… tampoco era que me importara… mucho.
-Claro que la hay- me acomode en mi asiento –no puedes ocultarle algo tan importante a tu mejor amiga durante tiempo- chasquee los dedos –está en el código de chicas.
-Pff, código de chicas- hizo un gesto de desagrado – ¿esa cosa realmente existe?
-Sí, bueno no… realmente no sé- mire el reloj nuevamente, faltaban cuatro minutos y Valeria no llegaba, si no llegaba pronto Gerbrutis, no la dejaría hacer el examen de historia, lo que significaba que reprobaría la materia, en la cual por cierto no le iba tan bien. –Pero si existe o existiera debería de estar esa regla.
Valeria logro llegar a tiempo, con dos minutos de sobra y tras de ella, entraba nuestra verdugo la profesora Gertrudis. Valeria se dirigió a su asiento justo al lado del mío, saludo primero a Demian, a mí sólo me levanto la mano como seña de saludo al que yo respondí con lo mismo.
-Muy bien jóvenes- dijo, la profesora Gertrudis poniendo sus cosas sobre la mesa y sacando un montón de folders, los cuales contenían sus instrumentos de tortura. –los moveré de lugar para evitar cualquier trampa.
Las bochos fueron las primeras (y las únicas) en quejarse, por lo cual fueron las primeras en ser cambiadas de lugar. Mientras ellas causaban alboroto, no podía dejar de pensar en Valeria, pero aun no me cabía en la cabeza, ¿Por qué no me había contad acerca de Sebastián?
El examen comenzó y obviamente a Demian, Valeria y a mí, nos movieron del lugar donde nos encontrábamos. Demian estaba justo delante de una bocho, y detrás de mi estaba otra. A decir verdad el examen no era tan temible como lo había pensado, ya que lo estaba contestando con cierta facilidad. Pude darme cuenta de que Laura (bocho café como la llamabamos) me estaba copiando, claro que me di cuenta de esto, debido a que no es de las mejores personas disimulando en el planeta, rápidamente escribí un mensaje muy simpático en la parte de arriba de la hoja: “mira bocho, no sé si te estuviste apareando el fin de semana y no pudiste estudiar, pero por favor ¡DEJA DE COPIARME!
Voltee disimuladamente y pude notar el enfado en su rostro y que borraba algo del mismo lugar donde yo había escrito mi pequeño mensaje, yo le dedique una sonrisa triunfal.
No podía creer que fuera tan bruta incluso para copiar el sutil mensaje que le había dejado. El timbre sonó indicando que el examen había terminado, realmente estaba confiada de mis respuestas, no por nada me esclavice el domingo estudiando, aunque, también había estado pensando en Danniel y también en mi asunto con Valeria. El resto del día paso con normalidad, exceptuando el almuerzo, era la primera vez en años que cada quien estaba por su cuenta. Por una parte estaba Valeria que sabía que aun estaba enojada con ella y por el otro estaba Demian, que no quería estar en medio de nuestra pelea.

El timbre sonaba una vez más, indicando el final de las clases y también el comienzo de mi castigo, un castigo del cual no estaban enterados mis padres.

sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo XX

Mire el reloj, eran las nueve de la noche, yo me moría de aburrimiento, no tenía nada absolutamente nada que hacer, había cambiado cinco veces los canales y al no encontrar nada interesante que ver, apague la televisión. Tome la laptop y la encendí, cuando termino de cargar el sistema operativo, me conecte a skype y también abrí el explorador de internet, lo primero que hice fue abrir mi mail, como me lo esperaba en la bandeja de entrada tenia mensajes de disculpa de Valeria, gracias a Dios, no estaba conectada en skype en el momento en que yo decidí hacerlo. Entre a Facebook, vi que tenia mas mensajes que lo habitual,  y claro eran de Valeria, no los leí y me puse a revisar el muro, veía las publicaciones de todos y no pude evitar revisar el perfil de Danniel. La última publicación en su muro decía: “Una de las mejores tardes de mi vida, por supuesto con Dannito” y obviamente, él estaba etiquetado. Y claro Danniel ya la había comentado: “Claro y por supuesto también una de las mejores noches Tatirris ;)”. La sensación de enojo y celos me invadió de nuevo, bueno pero, ¿por qué no sentirme así?, él chico de mis sueños posiblemente seguramente se iba a acostar con su novia a la que claro, yo no le llegaba ni a los talones. Baje de mi cama y me dirigí a la ventana, corrí la cortina blanca y abrí la ventana, la noche estaba despejada y había una luna llena hermosa.
Corrí directo a buscar mi celular, una imagen así de hermosa no se debía de desperdiciar, tome la foto y cerré la ventana y las cortinas. Subí la foto a Facebook con un pequeño mensaje que decía: “Tu, yo bajo esta hermosa luna… piénsalo ;)” claro iba dirigido a Danniel aunque él no supiera de mi existencia. Vi la hora eran las 10 de la noche, resignada de que no iba a hablar con Demian esa noche, me dirigí a ponerme mi pijama. Una vez con el pijama puesto, apague la laptop y la luz y tome mi celular, justo cuando iba a buscar una canción sonó mi celular, era un mensaje de Demian.
-Lola, ¿aun estas despierta?- decía el mensaje por Demian.
-Sí, tienes suerte me iba a tomar mi medicamento y me iba a acostar, ¿estás en skype?- conteste
Me levante de la cama, y me hice una cola de caballo, tome mi laptop y la encendí nuevamente, no tenía tanta batería como pensé y la conecte al cargador al mismo tiempo que encendí la lámpara que tengo en el buro a lado de la cama. Entre a skype y ahí estaba Demian, inmediatamente apareció en la pantalla: Demian García Jiménez te está llamando, acepte, con la opción de aceptar con video llamada, lo vi a él a Demian, al parecer el también vestía un pijama, vestía una playera negra y no llevaba sus lentes, también se notaba que estaba escuchando “Diamonds” de Rihanna.
-No conocía esos gustos tuyos eh- me gustaba molestarlo.
-Este… am ¿y que si me gusta, esta canción? es adictiva- dijo, deteniendo la música –por cierto bonito pijama.
-Touché- me acomode el pelo –ahora si cuéntame todo.
-Ok… amm ¿por dónde empiezo?
-Que tal por el principio- dije, con un tono de desesperación.
-Bueno veras el big bang…- Demian sonaba divertido, lo vi con cara de furia y lo interrumpí.
-Ese principio no- contesté, casi gritando –el de Sebastián y Valeria.
-Ok ya, ya, no te pongas intensa Lola.
-Bueno, entonces dime como los presentaste.
-Veras, Seba es algo así como mi primo favorito- dijo Demian, haciendo algunos ademanes con las manos. Algo típico de él siempre que tenia que dar un discurso o dar alguna explicación mueve demasiado las manos haciendo ademanes y cosas por el estilo. –Éramos inseparables cuando éramos niños…
-Espera-  lo interrumpí. -¿Qué tiene que ver esto con que Sebastián y Valeria sean novios?
-A eso voy- dijo Demian -¿ahora me dejas continuar?
-Bueno ya.
-En que estaba- dijo él –oh sí- rascándose la cabeza. –Seba y yo éramos muy unidos cuando éramos niños, digo cuando ambos vivíamos en la misma ciudad, antes de que mis padres y yo nos mudáramos aquí. Él siempre ha sido muy importante de cierta forma, ya que como sabes soy hijo único, el ha sido como un hermano mayor…
-Lamento interrumpir de nuevo- dije con tono de disculpa –pero ¿Cuántos años tiene exactamente Sebastián?
-Diecisiete bueno cumple dieciocho el próximo mes- dijo Demian -¿Puedo continuar?
-Claro.
-Bueno, cuando cumplí seis años nos mudamos, aunque nunca perdí contacto con Seba, él es de las pocas personas de mi entera confianza, ¿sabes?-  Demian sonreía –él, tú y Valeria son las pocas personas en las que realmente puedo confiar. Me alegro mucho la noticia, cuando mis tíos dijeron que se mudarían aquí, eso fue hace tres meses, que fue casi desde que lo empezamos a ver en “Una esquina del cielo”.
-¿Y ahí es cuando le presentaste a Valeria a mis espaldas?- dije, con cierto sarcasmo.
-No, no se lo presente en ese momento- Demian hizo –te juro que se los iba a presentar al mismo tiempo, pero tú sabes él estaba ocupado, o no quería, es muy tímido.
-Aja- dije, con un tono casi de irritación –continua.
-Veras, fue hace como dos meses, Seba estaba de visita en mi casa y Valeria, llego un rato más tarde, entonces se conocieron y pues desde entonces creo que desde ese momento, se empezaron a frecuentar y eso es todo.
-Wow, no puedo creer que Valeria me ocultara que ha estado saliendo con alguien por dos meses- dije, con cierta tristeza.
-Bueno… este…- dijo Demian, que al parecer no sabía que decir –me tengo que ir, hablamos mañana, ¿te parece?
-Claro- dije yo –descansa.
-Igual- dijo Demian, colgando después de decirlo.

Cerré skype, y vi que tenía una notificación, al parecer de la foto que había tomado un momento antes y claro esa notificación fue la responsable de que mi ánimo cambiara, ya que se podría decir que me hizo la noche todo porque la notificación decía: “A Danniel le gusta tu foto”.


sábado, 11 de mayo de 2013

Capítulo XIX

-Ah sí, ya la conocía- dijo Sebastián, yo lo vi con algo de incertidumbre. –Digo, del café y Vale me ha contado un montón de ti, igual Demian, también me hablaba un monton de Vale, el nos presento. Oh por cierto te agregue en Facebook.
-¿Ah sí?- intenté disimular que ya sabía –no he revisado mi Facebook.
-Oh ok- dijo Sebastián –espero me aceptes. Por cierto Demian las traes, es que tengo algo de prisa- pregunto este.
Demian asintió con la cabeza, y le entrego unas llaves.
¡Unas llaves! Vinimos a esto por unas llaves y claro ver a Sebastián, la razón de la discusión con mi mejor amiga y claro, la razón por la que me sentía traicionada por parte de Demian.
-Lola ¿estás ahí?- dijo este, tocándome el hombro –te volviste a perder.
-Ah… sí, ¿eh?- dije, después de regresar a la realidad, no me había dado cuenta, de que me había perdido, mirando al mismo lugar donde Danniel y yo habíamos chocado un par de días antes,  ahora en ese mismo lugar estaban unos niños de no más de ocho años jugando, con lo que al parecer eran burbujas. –Me perdí pensando en que Sebastián es tu primo y Valeria mi mejor amiga- dije, con cierto enfado, mirando a Demian mientras este trataba de desviar la mirada. -¡Y ninguno me dijo nada!
-Lola, ya te lo dije, ¿Cuántas veces más te lo tengo que decir para que entiendas?- dijo este, mientras se acomodaba los lentes, un signo de que perdía la paciencia –yo no te lo tenía que decir, era Vale, además como ya te lo había dicho pensé que ya sabias.
-Sí, pero igual, tampoco me contaste que tenias un primo llamado Sebastián y menos que se lo habías presentado a Vale.
-Te contare la historia- dijo Demian, mirando una de las bancas y haciendo un gesto hacia ella, pronto entendí y sin decir mucho nos fuimos a sentar.
-Así que…- dije, con algo de impaciencia –empieza.
-Bueno…- empezó a decir él, titubeante –veras…
De pronto, un sonido proveniente del bolsillo nos interrumpió, sin tan siquiera dejar que Demian dijera alguna palabra, era su celular. Se levanto y contesto la llamada, yo saque mi celular de mi bolsillo, recordando que lo había apagado, para no tener que enfrentar a Valeria. Pronto también sonó mi celular, una pila de mensajes apareció en mi pantalla de inicio, todos provenientes de mis padres leí uno que decía: “Lola Ferro del Valle ¿dónde esta señorita?, te hemos estado llamando pero no contestas el celular ¿para eso lo quieres?, es el quinto mensaje que te enviamos”. Vaya eso quería decir que tenía problemas, no todos los días me llamaban por mi nombre completo, conteste el mensaje, con algo que apaciguara las cosas, por lo visto era hora de irme, y por lo que podía ver Demian también tenia que irse.
-Lola, me gustaría contarte todo pero…- dijo, mientras yo me levante interrumpiéndolo.
-Demian está bien- dije –igual yo también me tengo que ir, pero que te parece, si te mando mensaje más tarde para ver si estas disponible y me cuentas todo por skype, ¿vale?
-Me parece bien.
-Bueno me voy- dije, despidiéndome levantando la mano –te daría un beso pero tú sabes, gérmenes.
-Cierto- contesto él, con una sonrisa que dejo ver sus brackets –bueno, cuídate- dijo alejándose –mejórate- grito, casi al otro lado del parque.
Yo le dedique una sonrisa, el siguió caminando, no estaba muy segura de si él me vio; me dirigí a casa y a lo largo del camino no pude evitar ver que había muchas parejas felices, incluso una pareja de chicos gays besándose, y yo estaba más que sola, aunque claro era la chica que había tenido dos novios en su vida. En un momento me plantee eso de salir con un bate de plástico y golpear a cada pareja tomada de la mano o besándose.
Entre a casa, mis padres estaban sentados en el sillón, esperándome, con una expresión seria, como si fueran altas horas de la madrugada, o como si hubiera roto alguna regla.
-Bien señorita explíquese- dijo mi papá, con una expresión seria, que al momento de verla, no sabía si asustarme o reírme.
-Explicar, ¿Qué exactamente?- pregunte, divertida.
-¿Por qué no contestabas el celular?- preguntó mi papá, con un tono serio sobreactuado. De pronto se echo a reír, mi mamá también cambio su expresión, de seriedad, por una más relajada.
-Ya, en serio- mi mamá sonaba seria -¿Por qué no contestabas?
-Ahh eso, tenía el celular apagado, porque…- comencé a divagar –este… porque se me estaba acabando la batería.

Mis padres, creyeron en mi palabra y subí a mi habitación, una vez allí, le mande un mensaje a Demian esperando a que respondiera pronto.


sábado, 4 de mayo de 2013

Capítulo XVIII

Capítulo XVIII:
Llevaba diez minutos sentada, Demian no aparecía, yo daba sorbos a mi capuchino mientras esperaba que llegara, no pude evitar la curiosidad, y me fije si Sebastián, estaba trabajando, aparentemente no. No paso mucho rato, cuando Demian entro, iba vestido con unos jeans, tenis y una sudadera gris abierta, la playera que llevaba era verde.
-Pensé que no llegarías- dije.
-Bueno, yo también estoy encantado de verte- dijo este, dándome la mano –perdón por no saludarte de beso, pero tú sabes, gérmenes, y todo eso.
Dicho esto se sentó en frente de mí, la mesera no tardo en llegar, él sólo pidió un capuchino igual al mío, yo aproveche y pedí una galleta.
-Valeria ¿ya te contó?- pregunte, creyendo saber la respuesta.
-¿Qué?
-De su novio.
-Ah, de Sebastián- contesto este –es un buen tipo, digo me invito un pastel.
-Espera… ¿desde cuándo sabes?
-Desde hace como tres semanas- contesto Demian –fue como desde cuando empezaron a salir.
-¿¡Qué!?- dije  sorprendida -¿Por qué te conto antes?
-¿No sabias?- pregunto Demian, mientras se acomodaba los lentes –wow, creí que tú eras a la primera, que le contaba estas cosas.
-Yo también lo creí- conteste, cambiando de expresión de sorprendida, a enojada.
El silencio perduro un rato, llego la mesera con mi galleta y el capuchino de Demian, este dio un sorbo al capuchino, yo despedazaba la galleta en el plato, y me llevaba un pequeño trozo a la boca. Pensaba el porque, Valeria no me había hablado de Sebastián. Le di un sorbo a mi capuchino, y me lleve otro pedazo de la galleta a mi boca.
-¡Lola!- casi grito Demian, agitando su mano enfrente de mi cara.
-… este ¿Qué?- dije yo volteando a todos lados -¿Qué paso?
-Tu celular, está sonando- contesto Demian -¿No piensas contestar?
Cuando saque el celular de mi bolsillo, ya era tarde aparecía una notificación de una llamada perdida, era de Valeria, no tardo mucho en volver a llamar, esta vez decline la llamada, ahora menos quería contestarle, apague el celular y lo guarde nuevamente en mi bolsillo.
-Alguien no quiere que le localicen- dijo Demian, levantando una ceja.
-Sí, y a ese alguien, tampoco le gustan los secretos- dije yo con algo de enojo.
-Por el tono y la forma en que lo dijiste, puedo apostar a que era Vale- dijo Demian, yo sólo me quede callada, y mirando hacia mi galleta, ahora hecha pedazos –lo sabía, vamos no van a destruir una amistad, de más de siete años por algo como esto ¿o sí?
-No sé- contesté, aun con la mirada perdida en los restos de la galleta –además, también debería estar enojada contigo, ¿o no?
-¿Por qué?- preguntó, desconcertado.
-Porque tú sabias que Valeria y Sebastián estaban saliendo y no me habías contado- conteste por fin levantando el rostro y viendo a Demian a la cara.
-Porque pensé que tu ya sabias.
-Pensaste mal.
-Mira Lola, como ya te dije, pensé que Vale ya te había contado, como acostumbra hacerlo, de haber sabido que no sabias, te lo hubiera contado.
De nuevo reino el silencio, Demian le dio un sorbo a su capuchino, yo hice lo mismo, y me lleve un tercer trozo de galleta a la boca, Demian saco su celular, al parecer sólo vio la hora debido a que inmediatamente, lo volvió a guardar en su bolsillo.
-¿Y bien?- pregunto Demian rompiendo el silencio una vez más -¿no necesitabas mi ayuda con algo del examen?
-Ah este sí, pero deje mis cosas en casa.
-Ay Lola- dijo Demian, tapándose la cara – ¿qué haremos contigo?, en fin. ¿Qué hiciste hoy?
-Bueno- dije –fui al doctor, y me avergoncé con Danniel… otra vez.
-¿Por qué?
-Digamos que me escondí, detrás de una de esas revistas que leen tus amigas “las bochos”.
-Te equivocas- contesto Demian –las bochos, sólo ven las fotografías, recuerda no saben leer.
Ambos nos echamos a reír. “Las bochos” era el grupo más insoportable de nuestro salón y posiblemente de toda la escuela, un grupo de amigas todas teñidas y “superiores”, la verdad a nadie le importan sus criticas, todas están medio tontas, bueno completamente, se enorgullecen de haber dejado de ser vírgenes, nadie las tomaba en serio. Nosotros fuimos quienes las bautizamos como “las bochos”, debido a que las cuatro tienen una frente amplia muy notable.
Demian recibió un mensaje, al parecer se iba a encontrar con alguien, me pidió que lo acompañara, pagamos la cuenta y salimos de la cafetería. Nos dirigimos al parque, la tarde se había despejado, las nubes ya casi desaparecían en su totalidad, me quite la sudadera y me la amarre a la cintura, Demian me imito, yo eche una mirada al lugar donde, apenas un día antes había chocado con Danniel, tan sólo recordarlo me sonrojaba. Pude ver a un chico acercándose un chico familiar, y como no recordarlo, él era la razón por la que no hablaba con Valeria, por supuesto era Sebastián.
El chico se acercaba a nosotros
-Hola- dijo el chico, de pelo rizado y esponjado.
En persona se veía más alto que en sus fotografías, podría calcular entre 1.85 o 1.87.
-Hola- contesto Demian, estrechando la mano de Sebastián.
-Espera- dije, dirigiéndome a Demian -¿con él te tenias que encontrar?

-… este sí- contestó Demian –Seba, te presento a Lola mi mejor amiga y de Valeria. Lola te presento a Seba, mi primo.

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?