martes, 26 de marzo de 2013

Unas merecidas vacaciones

Querid@s lectoras, como saben soy estudiante, actualmente me encuentro de vacaciones de semana santa, así que tomare un descanso, el capitulo 16 ya esta mas que listo, sin embargo sera publicado el sábado 13 de abril, debido a que empezare los exámenes, pero no se preocupen, mientras tanto pueden disfrutar los 15 capítulos, disponibles...



Hasta luego y felices vacaciones.

                                                         13/04/2013

sábado, 23 de marzo de 2013

Capítulo XV


No sabia como me podía molestar, o como podía estar celosa, supongo que eso lo debería sentir, mínimo si Danniel y yo fuéramos amigos. La publicación estaba ahí, en su muro, la leía una y otra vez lastimándome cada vez que lo leía, ya tenía diez comentarios. La tipa que le había publicado era Tatiana, tenia nombre de payasa de programas infantiles baratos. Estaba enojada, pero aun así leí todos los comentarios.
“Guapo, que tengas un excelente fin de semana, te mando un besote” decía la publicación, que le había dejado Tatiana.
“¡Guapa! Muchas gracias,  espero que también disfrutes tu fin de semana” decía el primer comentario que había dejado Danniel.
Uff, seguí leyendo, la conversación, era todo sobre planes para el fin de semana, besos y abrazos. Al parecer no era competencia para la payasa... para Tatiana, revise su perfil, Tatiana Paredes Rodríguez, vi su foto de perfil una chica alta, con un buen cuerpo, morena, y muy guapa, de seguro todo lo que busca Danniel, después de ver algunas fotos, vi una donde estaba con Danniel, besándolo en la mejilla, al parecer en una fiesta, también pude notar que estudiaban en la misma universidad y la misma carrera, vaya ahora sí que no era competencia. Salí de su perfil, nuevamente estaba en la página de inicio, cerré los ojos deseando que fuera una pesadilla, abrí los ojos, y regrese a la laptop, abrí el reproductor, e inmediatamente, seleccione “Curiosity” de Carly Rae Jepsen. No sabía el porqué de sentirme triste, no le encontraba sentido alguno no lo conocía y ni siquiera era mi amigo; lo máximo que le había logrado decir o más bien gritar, había sido: “Fíjate pedazo de imbécil” y eso no estuvo nada bien para una primera impresión. Me volví a acostar y cerré los ojos, escuché el sonido del chat de Facebook e inmediatamente revise. El mensaje era de Valeria, claro quién más me mandaría mensaje a esas horas.
-Lolo, conéctate en skype- decía el mensaje.
Así lo hice, entre al programa, después teclee mi nombre de usuario y mi contraseña, al momento de entrar en mi cuenta vi, a Valeria, conectada y de pronto apareció en la pantalla: Valeria Hernández Velázquez te está llamando y la música se detuvo, presione la opción contestar con video.
-Lola, ¿Viste lo que yo vi?- dijo Valeria asombrada.
-Sí es la ventana de Valeria te está llamando, por supuesto- dije sarcastica.
-No tonta- dijo, mientras jugaba con un mechón de su pelo –lo que publico, la zor… la amiguita de tu amor platónico.
-Ah sí eso, y que quieres que yo haga- dije con tono despectivo.
-Uy, Lola la dulce se volvió, Lola la trailera, que sigue ¿patear perritos?
-Ay, es la verdad, nada puedo hacer yo, no soy su novia, ni siquiera soy su amiga- dije sonando aun  más seria.
Después de decir eso, sentí como si me hubiera hecho un nudo en la garganta, realmente era verdad, no podía hacer nada, para Danniel, siempre seria la chica que choco con él, en el parque.
-Deberías, decirle que lo amas.
-Oh si claro como me conoce.
-Ay, que negativa eres- conteso –además, como sabes que “Dannito”, como le dice la Tatitarada esa no es de los que le gusta acostarse con menores.
-Pues a mi parecer, tú eres la que suena urgida- dije manteniendo con tono serio –oye, hablando de gente urgida, ya no te vi en la salida, ¿Adónde fuiste tan apurada?
-Me haces sonar como una caliente todo el tiempo- dijo ofendida –y fui con mi novio.
-¿Con tu qué?- dije desconcertada.
 -Mi novio.
-A lo que me refería, es porque, no me contaste antes, que tenías novio- dije un poco molesta –pensé… que nos contábamos todo.
-Ay, Lola, no te pongas dramática- dijo haciendo una mueca –también para eso te llamaba, para contarte de Sebastián, aunque ya lo conoces.
-¿En serio?, ¿de dónde?- dije pasando de seria a confundida.
-¿Recuerdas al mesero del café?
-¿Cuál de todos?
-El que siempre nos atiende. ¿No te diste cuenta, que lo que yo pedí, y el pastel que pedí para cerrar, el hocico de Demian no estaban en la cuenta?
-Realmente no… espera un momento, ¿¡ya salías con él y no me habías contado!?- dije volviendo a estar furiosa –yo te cuento todo sobre Danniel, ¿por qué no me contaste? ¿Desde hace cuanto salen? –pregunte aun más molesta.
-Desde hace tres semanas.
-¡TRES SEMANAS!- grite.
-Lola, no te enojes, te juro que te iba a contar- dijo ella.
-Muy tarde, sabes hablamos después- despues de decir esto, colgué.
Valeria intento llamar de nuevo, pero rechace la llamada, apague la laptop, sin siquiera haber cerrado el programa, la cerré y la guarde en el lugar de siempre.

Revise la hora, eran las once en punto, aun no tenía nada de sueño, tome mi celular, apague las luces, me acosté, y me envolví en las sabanas, me puse los audífonos y busque, una canción en especifico, cerré los ojos, mientras escuchaba “Friendo or Foe” de t.A.T.u. me recordaba, un poco a lo que me acababa de suceder, aunque realmente, Valeria no era mi enemiga, pero me molestaba el hecho, que no me haya contado, que estaba saliendo con Sebastián. Pero claro, el universo, tenía que darle un gran final a mi magnifico día, descubrir que tu mejor amiga, no te cuenta todo. Vaya que gran día había tenido, a ese paso espara, no explotar o incendiarme de la nada.

sábado, 16 de marzo de 2013

Capítulo XIV


Vi mi celular, estaba en la mesa, la batería en ese momento estaba al 60%, lo suficiente para llamar a Demian diría yo, mire la hora apenas las diez de la noche, por poca vida social que tuviera Demian, era muy temprano para dormir, incluso para él.
Desconecte mi celular, rápidamente lo desbloquee, sin siquiera ver la pantalla, claro que había memorizado, cada una de las teclas de mi celular y de mi laptop, fui a contactos, busque a Demian y lo llame.
-Hola, soy Demian, por el momento no puedo contestar, ya sabes que hacer, deja un mensaje, y te llamare después- dijo la contestadora de Demian.
Intente llamar 2 veces más, me senté en mi cama y me deje caer, volví a llamar, pero con la diferencia de que ahora si me contesto.
-¿Qué paso?- pregunto –¿por qué llamas a esta hora?, ¿apenas llegas a casa?
-Sí, obvio, es bien normal, estar desde las tres de la tarde, hasta las diez de la noche, de camino a tu casa… en auto- dije sarcástica.
-Bueno, el sentido del humor no se fue con ese viaje- dijo él, divertido -¿Por qué no me mandaste el mensaje?
-Por eso te llamaba- conteste  –al parecer me enferme, cuando llegue, me duche y después tome una pequeña siesta,  que realmente fue una siesta como de 4 o 5 horas. Tenemos una conversación pendiente Demian García Jiménez- usualmente, lo llamaba así, cuando estaba molesta.
-Uy, Lola ya se puso ruda- dijo Demian divertido –hablando de eso, ¿Por qué mejor no lo olvidas?
-Porque no, ¿qué tal si es tu única oportunidad de amor, en tu vida?
-Lola, no seas intensa, además esa persona, ya tiene a su “amor de su vida, y yo ya me resigne  a mi eterna soledad.
-Y yo soy la intensa, te escuchas como un señor de cincuenta años, que tiene gatos, y que aun vive con sus padres.
-Eso sonó muy dramático ¿no crees?
-Puede ser, pero es la verdad, si no te le declaras a Vale, podría pasar.
-¿Sigues insistiendo con Valeria?- dijo Demian, que ahora pasaba de divertido, a molesto –ya la verdad, es que no me gusta nadie, sólo te dije que si, para que dejaras de presionar con Vale.
-Vamos, ya admítelo no le diré a nadie.
-¡Que no me gusta Valeria, Lola, cuando lo vas a entender!- dijo, gritando –disculpa, sólo que te pusiste muy insistente.
-Discúlpame tú,  creo que es la verdad, soy molesta- dije con tono serio –supongo que me gustaba la idea de que mis mejores amigos fueran novios. En serio ¿No te gusta nadita?
-Aquí vamos de nuevo…- dijo suspirando.
-Ya, ya, no te enojes, mejor te dejo dormir- dije tranquilamente –cuídate, hablamos mañana, te mando un beso.
-Igual Lola, descansa.

Dicho esto, colgó, eran las diez veinte de la noche, aun no tenía nada de sueño, deshice la cama, y me metí entre las sabanas, saque la Laptop de mi cajón, y entre a Facebook, no había ninguna novedad, bueno no en mi muro, revise las solicitudes de amistad, acepte a algunas personas. Volví a la página de inicio, y vi algo que arruinaba aun mas mi día.

domingo, 10 de marzo de 2013

¡Nuevo personaje!

Hola a todos, me da gusto anunciar que en los próximos capítulos aparecerán dos nuevos personajes, que serán muy importantes  en la historia, uno ya esta decidido, pero necesito su ayuda para elegir el nombre del segundo.
Aquí pueden elegir:
elige el nombre del nuevo personaje de "En una esquina del cielo"

sábado, 9 de marzo de 2013

Capítulo XIII


Abrí los ojos, todo estaba oscuro, mi cabeza daba vueltas, no sabía bien qué hora era, me acerque adonde había dejado mi celular; genial estaba apagado, supuse que se había quedado sin batería.
–Demonios- grite.
Se suponía, que le iba a enviar un mensaje, a Demian, cuando llegara a casa, claro que aun lo haría, en cuanto se hubiera recargado un poco la batería del celular lo escribiría. Ahora eso era la segunda cosa que más me preocupaba, o quizás la tercera, debido a que en ese momento moría de hambre y de frio, claro, primero me ocuparía, del asunto de estar hambrienta.
Salí de mi habitación, fui directo a la cocina por algo de comer, por el pasillo, pude ver luces, que provenían de abajo, al parecer aun no era tan tarde, como yo llegue a creer. Vi a todos abajo, mis padres parecían estar viendo una película, mi hermanita, al parecer se canso del xilófono y ahora jugaba con un rompecabezas, ella vestía un pijama rosado, con unicornios, mi padre ahora vestía un pants gris, y una playera blanca, la única diferencia en la ropa de mi mamá, que por supuesto era un vestido, era que ya no llevaba aquellos tacones altísimos, si no que los había cambiado por unas pantuflas rosadas. Los 3 me vieron bajar y se me quedaron viendo por un rato.
-La bella durmiente despertó- gritaba Sofía, mientras corría a abrazarme.
Solté una carcajada.
-Claro Sofí, estoy hermosa- dije con sarcasmo –sobre todo despeinada y fodonga.
-Bueno hasta que despiertas- dijo mi padre –duermes como oso.
-Y  tengo el hambre de uno- dije frotándome el estomago –que hay de comer, y por cierto ¿Qué hora es?
-Las nueve y media- dijo mi madre, viendo el reloj –puedes olvida lo que cocine, al parecer no fue un buen día, para ti, por lo que pedimos pizza para consentirte- dijo, al parecer recordó, nuestro incidente en la tarde.
-Oh mami, perdóname por haberte tratado feo- me sentí como una mala persona –estaba enojada, y claro porque mi día fue una porquería.
Sentía aun como todo daba vueltas, estaba mareada, casi tropiezo con mis propios pies, me senté un momento, en el sillón que estaba cerca, mi papá noto que mi comportamiento era un poco extraño.
-¿Estás bien Lola?- dijo este, preocupado.
-Sí, solo es un pequeño mareo- dije –posiblemente, sea solo porque no he comido nada.
-Lola, estas roja- dijo mi madre. Esta se acerco y puso una mano en mi rostro. -¡Por Dios, Lola estas ardiendo!
Ella se alejo, y subió las escaleras, al parecer iba a buscar algo, yo también me moví de lugar, fui directo a la cocina, abrí la caja de la pizza, e inmediatamente tome una rebanada, me apresure a comerla, ni siquiera la saboree, para cuando me di cuenta, mi mamá ya estaba ahí.
-Bueno al parecer tenias hambre- decía mi madre, dándome un termómetro, que había sacado del botiquín, que llevaba con ella.
-No tenia, tengo hambre- dije, tomando el termómetro. Lo puse en mi boca, espere un rato, y mi madre lo saco de mi boca.
-38 grados- dijo mi madre –nada más y nada menos que fiebre, como lo dije- dijo, buscando algo –aquí están- dijo ella sacando un frasco de pastillas.
-Aja… y ¿qué son?
-Pastillas, te deberían ayudar, mañana iremos con un medico- dijo, sacando dos pastillas del frasco y acercándomelas, junto con un vaso de agua.
Después de tomarme las pastillas, mi madre me dio un beso en la frente y salió de la cocina. Yo me dispuse a seguir comiendo, tome otra rebanada de pizza y me la lleve a la boca; aun tenia frío, supuse que era por el hecho de tener fiebre.

Salí de la cocina, después de haber devorado 4 rebanadas de pizza, Sofía ya no estaba, al parecer ya se había ido a dormir, mis padres aun seguían viendo, la película, que estaban viendo, desde antes que yo bajara, al parecer era una comedia mexicana, de las malas. Me acerque y les di un beso en la mejilla a cada uno, y subí a mi habitación. Una vez ahí, tome mi celular, tenia el cincuenta por ciento de batería, eran las diez de la noche,  pero ya no le mandaría mensaje a Demian, le llamaría.

sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo XII

Mientras íbamos en el auto, hice muchas teorías de quien le podía gustar a Demian, incluso llegue a pensar que era gay, cosa que descarte. Realmente no es de las personas que, se muestran muy interesadas, por alguien, digo todos sus intereses románticos lo han rechazado, sólo le había conocido a 2 novias.
Llegamos a casa, la lluvia había cesado, aunque las nubes grises aun no desaparecían, posiblemente volvería a llover, atravesé el jardín con mi papá, el pasto estaba excesivamente húmedo. En la entrada, estaba mi mamá, que recibió a mi padre con un beso, y a mí me hablo y no para saludarme, si no para hacerme un recordatorio:
-Lola, mi amor, ¿te podrías quitar los tenis antes de entrar?- dijo mi mamá, sonriente.
-Oh, sí mamá, claro, un gusto verte, estoy muy bien ¿y tú?, por cierto tuve un maravilloso día, gracias por preguntar- dije sarcástica.
Me quite los tenis y los deje en la entrada.

Me dirigí a mi habitación, sin fijarme en la reacción de cualquiera de los dos, camino a mi habitación, vi a mi hermana, Sofía jugando con su xilófono, levante la mano saludándola, y le sonreí, ella me respondió con una sonrisa, subí las escaleras, y seguí el pasillo hasta llegar a mi cuarto. Una vez ahí, arroje la mochila sobre la cama y me dirigí al baño, me despoje de la ropa, y entre a la ducha, abrí la llave de agua caliente, y luego la de agua fría, cuando el agua estaba en la temperatura perfecta me comencé a duchar. No pude evitar llorar, todo me había estado saliendo mal, no sólo eso, sentía que la cabeza me quería estallar, lo que me faltaba para mejorar mi día, al parecer me iba a enfermar. El agua caliente caía en mis hombros, mientras yo me sumía cada vez más en mis pensamientos. Decidí por fin salir de la ducha, me puse mi bata de baño, y me enrede una toalla en la cabeza, salí del baño, y me dispuse a vestirme, elegí un pants y una camisa suelta. Estaba fodonga pero cómoda. Vi por la ventana, observe como casi todas las nubes grises habían desaparecido, el cielo estaba casi todo azul y un arcoíris lo acompañaba, pero a pesar de ese bello paisaje sentía que le cabeza me estallaba, incluso había olvidado que tenía hambre. Me acosté un rato, una pequeña siesta tal vez ayudaría, pero los parpado me traicionaron y me sumí en un profundo sueño.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?