Vi mi celular, estaba en la mesa, la batería
en ese momento estaba al 60%, lo suficiente para llamar a Demian diría yo, mire
la hora apenas las diez de la noche, por poca vida social que tuviera Demian,
era muy temprano para dormir, incluso para él.
Desconecte mi celular, rápidamente lo
desbloquee, sin siquiera ver la pantalla, claro que había memorizado, cada una
de las teclas de mi celular y de mi laptop, fui a contactos, busque a Demian y lo
llame.
-Hola, soy Demian, por el momento no puedo
contestar, ya sabes que hacer, deja un mensaje, y te llamare después- dijo la
contestadora de Demian.
Intente llamar 2 veces más, me senté en mi
cama y me deje caer, volví a llamar, pero con la diferencia de que ahora si me
contesto.
-¿Qué paso?- pregunto –¿por qué llamas a esta
hora?, ¿apenas llegas a casa?
-Sí, obvio, es bien normal, estar desde las tres
de la tarde, hasta las diez de la noche, de camino a tu casa… en auto- dije
sarcástica.
-Bueno, el sentido del humor no se fue con
ese viaje- dijo él, divertido -¿Por qué no me mandaste el mensaje?
-Por eso te llamaba- conteste –al parecer me enferme, cuando llegue, me
duche y después tome una pequeña siesta,
que realmente fue una siesta como de 4 o 5 horas. Tenemos una
conversación pendiente Demian García Jiménez- usualmente, lo llamaba así,
cuando estaba molesta.
-Uy, Lola ya se puso ruda- dijo Demian
divertido –hablando de eso, ¿Por qué mejor no lo olvidas?
-Porque no, ¿qué tal si es tu única
oportunidad de amor, en tu vida?
-Lola, no seas intensa, además esa persona,
ya tiene a su “amor de su vida, y yo ya me resigne a mi eterna soledad.
-Y yo soy la intensa, te escuchas como un
señor de cincuenta años, que tiene gatos, y que aun vive con sus padres.
-Eso sonó muy dramático ¿no crees?
-Puede ser, pero es la verdad, si no te le
declaras a Vale, podría pasar.
-¿Sigues insistiendo con Valeria?- dijo
Demian, que ahora pasaba de divertido, a molesto –ya la verdad, es que no me
gusta nadie, sólo te dije que si, para que dejaras de presionar con Vale.
-Vamos, ya admítelo no le diré a nadie.
-¡Que no me gusta Valeria, Lola, cuando lo
vas a entender!- dijo, gritando –disculpa, sólo que te pusiste muy insistente.
-Discúlpame tú, creo que es la verdad, soy molesta- dije con
tono serio –supongo que me gustaba la idea de que mis mejores amigos fueran
novios. En serio ¿No te gusta nadita?
-Aquí vamos de nuevo…- dijo suspirando.
-Ya, ya, no te enojes, mejor te dejo dormir-
dije tranquilamente –cuídate, hablamos mañana, te mando un beso.
-Igual Lola, descansa.
Dicho esto, colgó, eran las diez veinte de la
noche, aun no tenía nada de sueño, deshice la cama, y me metí entre las
sabanas, saque la Laptop de mi cajón, y entre a Facebook, no había ninguna
novedad, bueno no en mi muro, revise las solicitudes de amistad, acepte a
algunas personas. Volví a la página de inicio, y vi algo que arruinaba aun mas
mi día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario