sábado, 28 de septiembre de 2013

Capitulo XXXVII

Atravesábamos el parque de siempre, estaba nublado pero no parecía que fuera a llover.
-¿Crees que a Demian le guste alguien?- pregunte, mientras caminábamos rumbo al café.
-Claro- Valeria contesto segura.
-¿Cómo sabes?, ¿te platico algo Sebas?
-No, es en base a mis sospechas, creo que se empieza con Lo y termina con la soltó una risita.
-¡Vale!, yo no le gusto.
-Ay Lola, como digas, pero todos se dan cuenta, fíjate en cómo te trata.
-¿Igual que a ti?
-No creo, contigo no se la pasa peleando.
-Podría ser porque yo no lo ando provocando.
-Buen punto- chasqueo los dedos –da igual, creo que le gustas.
-¿Cómo sabes que no le gustas tú?
-Porque ando con su primo- se detuvo y yo me detuve con ella –eso iría en contra del código de los primos.
-Lo acabas de inventar, eso es más falso que el código de chicas.
-Espera… ¡el código de chicas no es real!- grito, parecía que era una tragedia –he vivido engañada toda mi vida.
Reímos, algunas personas no evitaron vernos, corrimos riendo a través del parque hasta llegar al café. Al entrar estaba Demian, leyendo un libro, un enorme libro, tenia frente a él, lo que parecía ser una taza de capuchino, al parecer lo acababan de servir, aun desprendía humo. Nos dirigimos a él, no sin antes notar que Sebastián andaba por ahí, Valeria se fue directamente a interrumpirlo, yo me senté frente a Demian, quien no había notado ni siquiera mi presencia. Le arrebate el libro y este se sorprendió.
-¡Lola!- parecía sorprendido –no me di cuenta de tu presencia.
-Si no me dices no me doy cuenta…
-Hola primo- era Valeria, quien venía de la mano con Sebastián.
-¿Primo?- Demian hizo una mueca.
-Claro, ya que Sebas es mi novio, tu eres mi primo- esta sonreía, mientras tomaba del brazo a Sebastián.
-Mmm me da igual- Demian tomaba su libro.
-Que amargado eres, eso no es bonis- ¿bonis?, cuando pensaba que Valeria no podía caer más bajo.
-Alguien debe de dejar de juntarse con las bochos- me burle.
-¡Obvi!- Demian seguía con el juego –olviden eso, me sentí medio retrasado- este siguió con su libro.
De pronto Valeria le quito el libro y lo cerró.
-¡Oye!- reclamaba Demian.
-Ash, será rápido, ¿se los digo yo o se los dices tú?- Valeria preguntaba, mientras miraba tiernamente a Sebastián.
-Esperen, esperen… ¿no estarás…? Tu sabes…- solté, como insinuando algo. Tal vez Valeria no me había contado todo y tuvo relaciones con Sebastián después de todo.
-¡No!- Valeria me miraba con desconcierto –soy open mind, no open legs-. Suspiro y por fin dijo: -¿mi amor les dices tú?
-Bueno lo que queríamos decirles- comenzó Sebastián, este llevaba su uniforme de siempre, un delantal con el logo de “Esquina del cielo” –que como mañana me graduó de la preparatoria y ustedes salen de vacaciones el miércoles, Vale y yo pensamos en que el miércoles, podíamos ir al “Infinity” a celebrar, tengo un amigo cadenero en ese antro, pasaríamos sin problemas.
El “Infinity” es un antro muy popular, muchos de nuestros compañeros hablan de cómo han entrado, otros solo fingen haber estado ahí, para “encajar”, aunque me llamaba la atención, era una idea disparatada.
-¿Entonces que dicen?- preguntaba Valeria. Personalmente sabía la respuesta de Demian.

-Digo que si- contesto Demian. Los tres nos quedamos atónitos, Demian siempre ha sido el más maduro y sensato de los tres.
Behind every successful woman is a best friend… Friendship | love | best friends |quote | friendship day | Inspiration | Women | Peace | Role Model | Amelia Earhart | Lisette L

sábado, 21 de septiembre de 2013

Capitulo XXXVI

Comenzaba el trayecto, Valeria se entretenía con mi hermanita, yo me puse los audífonos, y comenzó a sonar “Trouble is a friend” de Lenka. Vaya, más recuerdos. La canción era de mis favoritas, ahora solo me parece una canción más. Era de mi primer año de secundaria, la escuchaba mucho.
Laura y Demian, pronto comenzaron ser novios, pero como dicen lo bueno siempre tiene un final. Algunos meses después Laura se conoció a 3 chicas de mentes débiles tanto que en poco tiempo se convirtió en su líder, así es, las gemelas Yulissa y Vanessa y Marla. Le rompió el corazón a Demian igual que a mí, Laura y yo, nos volvimos “enemigas” por así decirlo, desde que ella me robo a Alberto, él me dejo por ella. Aun guardo cierto rencor hacia ellos. Alberto obtuvo lo suyo, Laura lo boto hace ya casi un mes.
Llegamos a casa,  Valeria y yo nos cambiamos, bajamos a comer, la comida era igual de monótona que siempre, solo que hoy tuvo una variable, a la que bombardeaban con preguntas, era a Valeria y no a mí.
-¿Y qué tal la escuela, Valeria?- mi padre le preguntaba, antes de meterse un trozo de carne a la boca.
-Muy cansada- Valeria le dio un trago a su agua –pero no me quejo.
-¿Y qué tal el novio?- preguntaba mi madre curiosa –no creo que una niña tan bonita como tú no tenga novio.
-¡Mamá!- exclame.
-¿Qué tiene de malo que pregunte?
-No te preocupes Lola, está bien- dijo Valeria, tomo aire y dijo: -Pues estoy saliendo con un chico, se llama Sebastián.
-¿Va con ustedes en la escuela?- pregunto mi mamá.
-No- contesto Valeria, no sabía porque, pero sentía que esto terminaría mal. –Él es un poco más grande.
-¿Qué tan grande?- ahora preguntaba mi papá. La situación me comenzaba a resultar un poco incomoda.
-Preparatoria- soltó Valeria –tiene 17 años, es primo de Demian.
-Oh- a mi papá, no parecía animado con esa idea, seguramente pensaba en como esa situación se podría aplicar en mi. -¿Y qué opinan tus padres?
-Lo adoran, a veces creo que lo quieren más a él que a mí- Valeria sonreía.
-Pues, si tus papás están de acuerdo- mi papá estaba serio –sabes, Lola puede tener novio, la regla es que no puede ser más grande que ella- Claro la regla, sabía que diría algo así. Casi la había olvidado, eso solo significaba que perdía mis chances (de los cuales no tenía muchos) para estar con Danniel.
El resto de la comida fue silenciosa, por no querer decir incomoda, cuando termino Valeria y yo subimos a mi habitación.
-Valeria, perdóname eso fue incomodo- me sentía avergonzada.
-No te preocupes- inspeccionaba mi tocador. Encontró my bocina, una bocina con forma de oso de peluche, conecto su teléfono y empezó a sonar “Heart attack” de Demi Lovato.
-¿Y bien?- pregunte.
-Pues es una excelente, canción- comenzó a cantar –You make me glow…- la interrumpí, arrojándole una almohada.
-¡Valeria!, sabes a lo que me refiero- dije, mientras esquivaba la almohada, que me arrojaba de vuelta Valeria. –Anda ya cuéntame cómo fue-  Lola le daba palmadas a la cama, para que Valeria se sentara, esta tomo asiento y se acomodo el pelo.
-Bueno pues todo comenzó en su casa- estaba nerviosa, no dejaba de juguetear con sus manos –estábamos viendo una película, el me beso y comenzó a acariciarme…
-¡Qué asco!- grite.
-Lola, mente sucia, ¡me acariciaba, la espalda!- puso una mano en la cara y movía la cabeza de un lado a otro -¿puedo seguir?
-Claro- cruce las piernas y sonreí e hice ademan de estar interesada –continua.
-Bueno, los besos se intensificaron, el estaba sobre mi- ahora más que nerviosa, parecía avergonzada, miraba a su falda –comencé a meter la mano dentro de su camisa, y el comenzaba a tocar mis piernas…
-Por dios, dime que no terminaron desnudos- interrumpí nuevamente.
-¡NO!- grito y se levanto, me vio sorprendida, los ojos los tenía tan abiertos como platos –le dije que parara, me sentía incomoda, además era en la sala- se sentó nuevamente en la cama –además tenía “visita de Andrés”, estaba sensible.
-¡Valeria pudiste haber quedado embarazada!- estaba sorprendida. – ¿Te das cuenta de lo grave que pudo haber sido?
-Tienes razón- se quedo pensando –debo de esperar a los 16, no tengo edad para salir en “16 & pregnant”.
-Ay Valeria, tu no cambias- puse las manos en mi rostro, a veces me desesperaba la forma en que Valeria tomaba las cosas, aunque al mismo tiempo me gustaba, siempre viendo el lado bueno de las cosas.
Nos cambiamos de ropa, vimos la hora y notamos que aun faltaba un poco más de una hora, para ir al café y encontrarnos con Demian. Nos tumbamos en la cama a hablar de cosas sin importancia, la música sonaba, sacamos revistas y comenzamos a hablar, de los chicos guapos que estaban en ellas.
-Mira la hora nos tenemos que ir- vi mi celular, le di un golpecito a Valeria para que se levantara.
-Noooo, no me quiero levantar- estaba tumbada en la cama, su pelo libre se extendía, lo tenia del mismo tamaño que yo, solo que ella era castaña, y se había puesto unas mechas rubias no hace mucho. –Llévame cargando Lolo.
-¡No me digas así- detestaba que me dijeran así.
-Vamos, bien que te gustaba cuando Alberto lo hacía- está ya estaba sentada y se acomodaba el pelo, y se ponía una banda en el pelo suelto, era del mismo morado que llevaba en el suéter.
-Sí, pero ahora lo detesto, anda apúrate que se nos hace tarde.

Tomamos nuestras cosas, y salimos directo a Esquina del cielo, cosa que me ponía nerviosa, ahí no solo estaría Demian, también lo estaría Sebastián.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Capitulo XXXV

arguing


“Creo que me fue excelente en el examen, mañana sabremos el resultado”, era lo que decía el mensaje que pensaba enviar a Danniel, repase varias veces el contenido antes de presionar enviar.
-Lola, le escribe mensajes a su enamorado- Valeria me daba una palmada, y se sentaba en la mesa de mi pupitre. -¿Cómo te fue en el examen?, por tu sonrisa al parecer bien, en mi caso, no tanto.
-Aciertas, me fue bien- sonreí, al ver la expresión de Valeria me puse más seria. – ¿Por qué crees que te fue mal?
-No me concentraba, pensaba en mi incidente.
-¿De qué incidente hablan?- no nos habíamos dado cuenta de que Demian estaba al lado de nosotras.
-Cosas de mujeres, ¡que no te importan!- contesto Valeria.
-Lamento darle la razón a Vale- me sentía culpable, pero estos temas no podemos hablarlos con Demian, menos si se trata de algo relacionado con Sebastián. –Pero son cosas de chicas, muy, muy intimas.
-Ok, hablamos después- se alejo un poco, se detuvo y nos dijo:-Por cierto hoy llegare un poco tarde al café- y siguió su camino.
-Sabes, él podría enterarse por Sebastián-  comente.
-¿Crees que le diga algo?- Valeria parecía preocupada.
-No lo sé- debía buscar algo con que tranquilizarla –tal vez se lo cuente porque son muy unidos-. Bravo Lola, siempre sabes que decir.
-¿Tú crees?- abrió mucho los ojos.
Debía buscar como cambiar de tema, no quería agobiarla más con el tema de Sebastián.
-Este… yo…- comencé a balbucear, no sabía que decir, no soy buena para ese tipo de situaciones –no sé- solté finalmente, esperaba algo más tranquilizante o que ayudara más, que un simple no sé. Mi celular sonó, era un mensaje, un mensaje de Danniel, algo con lo que por fin podía cambiar de tema. –Mira, un mensaje de Danniel.
-¿En serio?, ¿Qué dice?- preguntaba Valeria curiosa, al mismo tiempo que intentaba curiosear en mi celular.
-Espera- la apartaba, para poder leer el mensaje –el mensaje dice: Felicidades, Lola, espero te haya ido bien, te deseo lo mejor- me quede callada, en el interior esperaba algo más “romantico”.
-Wow que… expresivo- sonaba no muy convencida, incluso a ella le pareció muy seco el mensaje –Por lo menos te deseo suerte.
-Parecía cortante- dije frustrada.
-Bueno un poquito- dijo ella, soltando un suspiro.
El timbre sonó, y la maestra de inglés entro al salón de clases, no se olvido de recordarnos que su examen es mañana. La clase era igual que las demás, el día seguía lluvioso. Estaba feliz y decepcionada, todo por un mensaje, ¿es posible que pase eso?, no lo sé simplemente estaba confusa, y no solo por eso, pensaba si tal vez Sebastián, platicaría sus intimidades con Demian.
Las siguientes clases fueron muy normales, la mayoría de los comentarios que pude escuchar, fueron sobre la proximidad de las vacaciones de verano. Ni siquiera había pensado en eso últimamente, en que dejaría de estar en segundo año, y me tendría que enfrentar muy pronto al tercer y último año de secundaria.
-Bueno aquí estamos- Valeria se tocaba el pelo, ese día había decidido plancharlo, no estaba ondulado como de costumbre.
-Así es- suspire –la secundaria, ¿entramos?
-Vamos, no sean exageradas- Demian estaba muy tranquilo, acomodando sus lentes, y aun sin brackets.
De un auto bajaba una chica, pelo negro y rizado, no muy alta, con una frente amplia, no se veía muy bien, unos jeans, tenis rosados, una camisa suelta y unos lentes.
-¿Le deberíamos hablar?- Valeria preguntaba mientras la inspeccionaba.
-Parece muy solitaria- comente.
Sin darnos cuenta, Demian ya no estaba, ahora platicaba con aquella extraña.
-Alguien se nos adelanto- dije, Valeria volteo, soltó una especia de resoplido y se dirigió a ellos, yo la seguí.
-Hola- Valeria sonreía exageradamente -¿No nos vas a presentar?
-Claro- decía Demian sonriente –Laura ellas son Valeria y Lola- la chica estiro la mano, y nos saludo cortésmente a cada una.
-Mucho gusto- la chica sonreía.
-Bueno… ¿entramos?- pregunte.
-Vamos- contesto Demian, dedicándole una sonrisa a Laura.
Los cuchicheos, en el salón no eran sorpresa, era el primer día, la gente se conocía, otros se reencontraban. Viejos y nuevos amigos se unían, y nosotros al parecer pasábamos de ser 3 a 4. Ese día, el primer día de la secundaria, lo vi a él a Alberto, el chico más guapo del salón, sin saberlo él también me miraba a mí.
-Hola- el chico estaba frente a mí –mucho gusto- extendió su mano y yo acepte –me llamo Alberto ¿y tú?
-No, yo no- agitábamos las manos, yo me sentía en otro sitio.
-OK... ¿me regresas mi mano?- parecía incomodo.
-¿Eh?- me di cuenta de lo que sucedía –disculpa- solté su mano y me sonroje.
-Descuida- soltó una risita –entonces ¿Cómo te llamas?
-Lola.
-Bonito- me dedico una sonrisa –entonces supongo que tu verdadero nombre es Dolores, ¿o me equivoco?
-Te equivocas- sonreí –solo Lola.
-Diferente, eso es bueno- se sentaba sobre la mesa de un pupitre –a mi me dicen Beto.
El timbre sonó, la primer clase estaba a punto de comenzar, la profesora entro, según el horario la primer hora era español, Valeria se sentó a lado de un chico que acababa de conocer, Demian y Laura, se sentaron juntos, no podía evitar pensar que pronto habría romance entre esos dos. Y bueno, Alberto y yo nos sentamos, juntos. Nos entendíamos bien, hacíamos buena química, pasamos de ser un trió a ser un quinteto, no simplemente éramos Lola, Valeria y Demian, si no que ahora éramos Lola, Valeria, Demian, Laura y Alberto. La secundaria prometía ser diferente. El primer receso transcurrió con Laura y Alberto en nuestro pequeño grupo de tres, que ahora era de cinco. Las primeras semanas pasaron igual, se empezaron a definir los grupos de amigos, el nuestro al parecer lo estaba. Alberto no tardo mucho tiempo en preguntarme si quería ser su novia, mi respuesta fue si, el seria mi segundo novio (aunque no sé si los “romances” de primaria cuentan).
-Despierta- Valeria chasqueaba los dedos –a veces pienso que te drogas.
-¿Eh? ¿Qué paso?- balbuceaba, me había quedado absorta en mis recuerdos.
-Nada, solo que te quedaste mirando por la ventana como por 10 minutos- Demian dejaba su libro sobre mi pupitre -¿En qué pensabas?
-Nada… nada importante- conteste, revise mi celular, ningún mensaje.
Salimos del salón, la hora del receso había llegado, cuando el timbre sonó, indicando que este había terminado, me dirigí al baño. A la salida de este me encontré con Alberto.
-Eh, hola Lola- sonreía.
-Hola- seguí mi camino, Alberto me seguía.
-Pensé que podíamos salir más tarde, ir al cine o algo- sonaba seguro -¿Qué dices?
-Que estoy ocupada, tengo que estudiar.
-¿Qué tal el fin de semana?- ahora estaba en frente de mi, impidiéndome el paso, con una gran sonrisa de confianza, esa a la que las demás chicas no podían decir que no.
-¿Por qué no le preguntas mejor a Laura?- me comencé a enfadar.
-Sabes que es historia, además mírame, soy Alberto- su arrogancia me molestaba cada vez más –todas quisieran salir conmigo.
-Yo no soy de esas “otras” así que, si te quitas te lo agradecería- comencé a avanzar, hasta que el me detuvo, agarrándome del brazo –vamos Lola, ¿Qué quieres que te diga para que me des otra oportunidad?
-Suéltame, no quiero nada contigo- lo empuje, logrando que me soltara, y me fui.

Las clases, fueron normales, estaba abrumada por el asunto con Alberto, uff, un idiota, pero mientras pensaba en eso, mi mente viajaba directo a Danniel,  el chico perfecto, por supuesto soltero, pero yo solo era una niña de 14 años, no creía lograr mucho con él. Las clases terminaron, evite a Alberto a toda costa, mi madre fue quien nos recogió a Valeria y a mí, una vez en mucho tiempo que no llegaban tarde por mí.


sábado, 7 de septiembre de 2013

Capitulo XXXIV

La alarma sonaba a la misma de siempre, pude escuchar la lluvia caer, pero nada podría cambiar mi humor esa mañana de jueves, había tenido una tarde estupenda, con un chico estupendo. Me apresure a vestirme, el mismo uniforme aburrido de siempre, vi mi botella de perfume, me puse un poco, era de fresa, mi perfume favorito. Me esperaba el examen más difícil de todos, abajo todo era movimiento, mi hermana desayunaba, mi mamá arreglaba la corbata de mi papá, una mañana, normal, pero yo esperaba que el resto del día no lo fuera.
-Buenos días amor- mi madre me planto un beso en la mejilla.
-Buenos días má- me aleje y fui a saludar a mi papá. –Buenos días pá- le di un beso en la mejilla, y después fui a saludar a mi hermana. –Buenos días enana- le dije revolviendo su pelo.
-¡No me digas enana!- se quejo –ya estoy grande, ya tengo 7.
-Tienes razón, mi error- me senté a la mesa y me moví un mechón de pelo de la cara, había decidido llevarlo suelto, solo con una diadema. Estaba feliz, creo que todos lo notaban.
-¿Por qué tan sonriente?- preguntaba mi padre, con un periódico en una mano, y un café en la otra.
-Porque presiento que me ira muy bien en mi examen de mate.
-Más te vale- mi mamá sonreía.
Después del desayuno, me cepille los dientes y busque mi sombrilla, no dejaría que un poco de lluvia me arruinara el día.
Veía como las gotas de lluvia caían, mi  teléfono sonó, era un mensaje, un mensaje de Danniel: “Espero te vaya increíble en tu examen te mando mi buena vibra desde aquí”, el mensaje terminaba con un icono sonriente. Estaba emocionada y feliz. “Gracias, si paso te deberé un gran favor” era el contenido del mensaje con el que conteste.
-Llegamos- mi padre detuvo el auto frente a mi escuela, tome mi sombrilla, me despedí con un beso de cada uno, y me dispuse a entrar. En la entrada estaban Demian y Valeria esperándome, cada uno con una sombrilla, para mi sorpresa no estaban peleando.
-Hola- dijeron al unisonó, salude a cada uno con un beso y entramos a la escuela.
-¿Y qué pensaste de lo que hablamos ayer?- le pregunte a Valeria.
-Aun estoy confundida, ¿puedo ir a tu casa más tarde?
-Claro, solo avisare.
-Oigan, no entiendo de que hablan- pregunto Demian.
-Cosas de mujeres metiche- contesto Valeria. Claro que no podíamos hablar de cómo Valeria no se acostó con él primo de Demian.
-Porque no mejor entramos, ya casi comienza el examen, y no queremos reprobar- intente cambiar de tema para no comprometer a ninguno de los 2.
-Claro- contesto Demian.
Me apresure a mandarle un mensaje a mis padres, antes de entrar al salón de clases, no se tardaron en contestar, no había problema con que Valeria fuera a la casa, para mis padres era normal tener a Valeria o a Demian, ya eran técnicamente parte de la familia. Vimos a las bochos ubicándose en varios lugares para copiar, nada raro en ellas. Nos sentamos, y vimos entrar a la profesora.
-Muy bien chicos, es hora de su examen…

No prestaba mucha atención, de todas maneras era lo mismo de siempre, no copien, no volteen y todas esas cosas, sonreía como tonta, estaba demasiado feliz para presentar un examen, esta vez era diferente, había estudiado con el chico que me gustaba. Cuando me había dado cuenta la profesora había dejado mi examen sobre mi pupitre. Lo mire estaba nerviosa, me concentre y pensé en todo lo que me explico Danniel, lo estaba haciendo, lo contestaba con facilidad.
Decide

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?