Domingo
por la mañana, una de las cosas que más odiaba, no había nada más aburrido que
un domingo, excepto los domingos por la mañana, a veces me sentía rara, pienso
que soy la única persona que los domingos son el peor día de la semana. Pero
este domingo era distinto, un domingo de día de chicas, algo que hago con mi
mamá desde antes que Sofía naciera, claro que la pequeña se nos ha unido con el
tiempo, un día de chicas podía tratarse de dos actividades: hacer un maratón de
“Gilmore girls” o ir de compras. A pesar de que he visto todas las temporadas,
amaba ver esa serie con mi mamá, es su serie favorita, ver “Gilmore girls” y
comer helado es un habito, algo que no podemos evitar, es como morderse las
uñas, y este mes tocaba ver “Gilmore Girls”.
Cuando
por fin llego la hora de comenzar nuestro ritual mensual, mi papá salió de la
casa, yo saque dos litros de helado, fresa y chocolate, y claro había preparado
por lo menos tres paquetes de palomitas, después de esto necesitaría una rampa
para subir y bajar de las escaleras rodando.
Sofía y
yo nos sentamos en el sillón, esperando a nuestra tercera acompañante, se
estaba tardando bastante.
-¡Má!-
grite -¿Qué haces?
-¡Ya
voy!- grito desde otra parte de la casa, seguramente de su habitación.
No
pasaron más de diez minutos cuando mi mamá llego, en la mano llevaba un DVD
pero no precisamente el de la serie.
-¿Qué es
eso?
-Una
sorpresa- sonaba emocionada.
-Entonces
no sabremos como fue el primer día de Rory en Yale.
-Lola,
has visto ese capítulo más de tres veces.
-Ya sé,
pero que tal si esta vez es diferente.
Mi madre
soltó una especie de gruñido.
-Les
tengo algo mejor- me acerco la caja de un DVD.
-¿Un DVD
pirata?- estaba confundida – ¿por lo menos es de terror?
-No-
soltó mi mamá –es el video de mi boda.
-¿Ya
existían los DVDS?
-No sé,
pero lo convertí de un VHS- se sentó en medio de nosotras –quería mostrarles
como fue ese día.
-¿Qué es
un VHESO?- pregunto Sofía.
-Algo que
nuestros ancestros utilizaban para ver sus videos cursis.
-¡Lola!-
exclamo mi mamá. –Nosotros también teníamos uno.
Mi mamá,
puso el DVD y este se comenzó a reproducir, la primera toma era de una iglesia
y un montón de gente reunida, la mayoría de la gente que estaba ahí era
desconocida para mí.
-¿De qué
año es esto?- pregunté, con un poco de vergüenza, no sabía en qué año se
cazaron mis padres, soy un fracaso de hija.
-1998- mi
mamá seguía atenta a la pantalla –yo tenía veinticinco años.
La
siguiente escena era mi mamá, bajando de una especie de camioneta, iba
acompañada del abuelo y la abuela, llevaba un vestido blanco, muy elegante y
con una larga cola, se veía bastante delgada, debía admitir que el parecido
conmigo es bastante asombroso, los mismos gestos, las mismas expresiones, los
mismos ojos. La única diferencia era en el pelo, totalmente lacio y
achocolatado eso se lo quedo Sofía, a decir verdad estaba celosa de eso.
-Que
joven te veías- dije sin apartar la vista de la pantalla.
-¿Me
veía?
-Bueno más
joven- aclare.
-Bueno,
eso de tener una hija casi quinceañera y una de 7 años te envejece ¿no crees?
-Hubieras
empezado a tener hijos a los 17 así tendrías, 31 y no te sentirías tan vieja.
-Claro, y
mis hijas tendrían un apellido distinto cada una.
La imagen,
ahora era del interior de una iglesia, ellos estaban ahí, frente al padre quien
decía un sermón. Al lado de mi mamá, estaba mi papá (obviamente), se veía muy
distinto, el pelo libre de canas, negro como la noche, más delgado, sin sus
lentes.
-¿Ese es
papá?
-No, es
mi primer esposo que tuve antes de su padre, y asesine para quedarme con su
fortuna- lo dijo con todo el sarcasmo del mundo. Hizo una pausa -¡Claro que es
su padre!- finalmente exclamo.
Llego la
parte de los votos, ambos hablaban sobre el amor eterno que se prometían, de
que nunca acabaría su amor, todas esas cosas con que la mayoría de la gente
sueña, una de las más atentas era Sofía.
No tardo
en llegar la parte de la fiesta, gente vestida horriblemente, la ropa era
demasiado noventera, al igual que la música, principalmente boy bands de los
noventas. El baile entre mis padres fue la parte más cursi.
-¿Recuerdas
lo que le dijiste mientras bailaban?
-Claro-
soltó un suspiro y sonrió, una de esas sonrisas tontas cuando piensas en algo
feliz o algo que te encanta recordar. –Le hable sobre lo guapo se veía ese día,
que no podía esperar a pasar el resto de mi vida a lado de él, incluso de la
gran familia que tendríamos, de los muchos niños que quería tener corriendo por
la casa todo el tiempo.
-¿Y qué
paso con el plan de tener más hijos?
-Me di
cuenta de que con dos era suficiente. Además mírame, si hubiera tenido más no
podría haber mantenido este cuerpazo.
-¿Pero yo
soy tu favorita verdad mami?- Sofía por fin dijo algo. Yo creí que era muda.
-Las dos
son mis hijas favoritas- nos abrazo fuertemente.
-Somos
las únicas.
-¡Shhh!,
no rompas la magia.
En la
pantalla aparecieron, más personas, más conocidos, los padres de mis padres y
con ellos la hermana de mi mamá y los hermanos de mi papá.
-Cristo
redentor- solté -¿esa es la tía Alicia? ¿Qué onda con su pelo?
-Así es,
entonces tenía quince años- pareció reír. –Estaba peinada igual que su ídola en
ese momento, Farrah Fawcett.
-¿Quién?-
pregunto mi hermanita.
-Alguien
muy famosa en la época donde los dinosaurios reinaban el planeta- sonreí
burlonamente.
-¿No sé
molesto por haberte casado cuando ella cumplio quince?, yo me hubiera molestado
si mi hermana hubiera opacado mis quince años.
-No se
molesto, de hecho ni siquiera los quiso celebrar, quiso un viaje- hizo una
pausa. –Por cierto, tú cumples quince en menos de un año.
-Gracias
por recordármelo, casi creía que iba a cumplir 18, gracias por haber evitado
que me hiciera un tatuaje, creyendo que era mayor de edad.
-Es en
serio, ¿vas a querer una fiesta?
-No lo
sé, no le había pensado- la idea de unos quince años me parecía muy poco
atractiva, no soy fan de ese tipo de cosas, pienso que son muy frívolas. –Te
aviso antes de escaparme con mi novio motociclista o antes del apocalipsis
zombi lo que pase primero.
Mi mamá
soltó un gruñido, yo seguía mirando la pantalla sin perder de vista a mi tía
Alicia, siempre me pareció de lo más original, era la persona más diferente al
resto que he conocido, no estaba casada, no tenía hijos, siempre estaba
viajando a mil lugares distintos, tenia al menos tres años que no la veía, es
impredecible.
La
película termino, mi padre llego un rato después, había estado con sus amigos,
“un privilegio” que se le da una vez al mes, gracias a la tarde de chicas.
-¿Qué tal
la tarde de chicas?- pregunto mi papá, que levantaba a mi hermana en sus
brazos.
-¡SÚPER!-
grito mi hermanita.
-¿Qué hay
de ti Lola? ¿Te divertiste?
-Digamos
que aprendí mucho de historia.
Ayude a
recoger el pequeño desastre que hicimos, a decir verdad, era la primera vez que
casi no tocábamos la comida, comer era algo esencial de las tardes de chicas.
Cuando
por fin terminamos de limpiar, me dirigí a mi habitación, cuando puse un pie
sobre el primer escalón para subir a mi habitación, mi celular comenzó a sonar,
un mensaje. Era Mateo.
“Planes
para mañana? ;)”.