El resto del día transcurrió
muy normal, por no decir aburrido, el sol por fin salió como a las 2 de la
tarde, el regreso a casa fue menos interesante, que el resto de las clases, no
podía sacarme de la cabeza a Danniel, ni en como pase de ser su stalker
invisible, a su conocida, no podía decir que era su amiga, apenas habíamos
cruzado algunas palabras el día de ayer, estaba nerviosa por la cita de esa
tarde, aunque no sé si debería denominarlo cita pensando, que solo debo
entregarle su celular.
El transcurso de las horas
me mataba, sentía que vivía una eternidad, la hora de la comida resulto
monótona, después de eso perdí el tiempo buscando mil cosas que hacer, lave los
trastes, hice mi tarea e incluso ayude a Sofía con la suya, leí mil y un
revistas, que se encontraban apiladas, en mi tocador. Estaba tirada en la cama,
mi pelo estaba extendido, era largo, tardo casi 2 años en tener ese tamaño, era
de un negro intenso y ondulado. Miraba
al techo, sumergida en pensamientos, sobre lo que podría llegar a pasar más
tarde. De pronto recordé que aun llevaba el uniforme, di un salto de la cama y
mire el reloj, eran las 5:30 de la tarde, no tenía mucho tiempo, tenía que
arreglarme no solo porque fuera a ver a Danniel si no porque, tenía que
estudiar con Valeria y Demian.
Conecte mi celular a una
bocina y comenzó a sonar “Live while we’re Young” de One direction, me dirigí a
mi closet, 2 puertas blancas, con varias fotos de Demian, Valeria y yo pegadas
por todas partes, abrí las puertas y comencé a hurgar en el closet, buscando
algo que me hiciera ver bien, pensaba en usar un vestido, pero tal vez Danniel
pensaría que estoy desesperada por él, la música continuaba, yo seguía
desacomodando ropa, tendida en el suelo vi mi salvación, una playera azul
marino con un bigote, encima una camisa azul con motivo de cuadros, y claro
unos jeans, a pesar de que el sol pronto se ocultaría el calor era casi,
insoportable. Me mire al espejo, debía admitirlo me veía bien, me puse mis
converse rojos y ahora solamente debía ocuparme de mi pelo. Pensé en llevarlo
suelto pero muy suelto, tome unos pasadores de uno de los cajones de mi
tocador, no me convencían, el tiempo se acababa, finalmente decidí acomodarlo
en una trenza.
Desconecte el celular de la
bocina, y salí de mi habitación no sin olvidarme antes de tomar el celular de
Danniel; salí de la casa despidiéndome de mis padres y pidiendo permiso para
salir al mismo tiempo, que mas bien fue un aviso, y así salí de casa, esperando
que esa tarde fuera mejor que la del día anterior.
Caminaba por el parque, veía
gente pasando paseando a sus mascotas, vi a un par de chicas, al parecer
estaban chismorreando, una de ella tenía revista abierta sobre las piernas, la
tarde era hermosa, estaba despejado, habían pasado varios días desde que no
había una tarde sin nubes grises sobre el cielo. De pronto vi a una pareja, él
más alto que ella, y aparentemente mayor, ella era de baja estatura, con el
pelo castaño y rizado, se estaban abrazando y él se inclinaba para besarla, la
escena me causaba celos. Cerré los ojos y me imagine a Danniel y a mí, viviendo
esa escena, me lo imaginaba mirándome a los ojos, con sus hermosos ojos azules,
y yo levantándome de puntitas, para poder tocar sus labios. La escena en mi
mente se vio interrumpida, cuando casi tropiezo, creo que caminar con los ojos
cerrados no era la mejor idea después de todo. No tarde mucho en llegar al
café, al entrar me envolvió el olor a café, la música sonaba no reconocía la
canción, no había mucha gente, pude ver solo 5 personas. Valeria platicaba muy
cómodamente con su novio, ella llevaba un vestido blanco con motivo de flores
rojas, el vestido le llegaba un poco más arriba de la rodilla, llevaba unos
flats y el pelo suelto, por su parte Sebastián, llevaba el delantal del café y
una camisa roja, se encontraba detrás del mostrador.
Me acerque, Valeria y
Sebastián se dieron cuenta de mi presencia, Valeria se acerco casi corriendo,
me saludo con un beso en la mejilla, me acerque a Sebastián y este me saludo
igual. Valeria y yo nos fuimos a sentar, al parecer Demian aun no había
llegado.
-¿Aun no llega Demian
cierto?- pregunte.
-No, aun no- contesto
Valeria, ella se veía muy guapa, esas mechas rubias le quedan muy bien –pero me
mando un mensaje, dijo que tuvo un asunto que atender, no se a que se refiera.
Sebastián se nos acerco y
puso 2 menús sobre la mesa, le dio un beso en los labios a Valeria y se fue, a
seguir con su trabajo. Su relación era perfecta, se veía que ambos estaban
enamorados. Revise el celular, aun faltaba un poco más de una hora para verme
con Danniel, espero que le agrade la forma en cómo iba vestida. Comenzamos a
revisar el menú, uno muy recurrente, creo que tanto Demian, Valeria y yo,
conocemos muy bien ese menú, algunas veces no es necesario abrirlo para saber
qué es lo que vamos a ordenar.
-Bueno, cuéntame ya, ¿Qué harás para
sorprender a Danniel?- me pregunto Valeria.
-Este… ¿ser yo misma?-
estaba insegura de mi respuesta, no sabía cómo podría conquistar a Danniel solo
siendo yo, la aburrida, sosa y normal Lola.
-¿Y lo harás vestida así?- me
miro de arriba para abajo.
-¿Qué tiene de malo mi ropa?
-Nada- contesto, con una
sonrisa, una sonrisa que conocía muy bien y que no podía significar algo bueno.
–Solamente no estás vestida para la ocasión, pero Valeria Hernández Velázquez
tiene la solución- dicho esto, se levanto de su asiento y me jalo del brazo
–acompáñame.- Dijo levantado una especie de maleta del suelo
La acompañe a través del
café, Valeria le hizo una seña a Sebastián, este asintió la cabeza, no sabía a
dónde me arrastraba, vi la puerta del baño de mujeres y empecé a entender la
situación. Entramos al baño, Valeria se encontraba detrás de mí, saco una llave
de su bolsillo, la introdujo en el cerrojo y la cerro.
-Bien Lolo, necesitas un
cambio- dijo, Valeria sentándose en el lavabo.
-¡No me digas Lolo!- grite
–Y ¿un cambio? ¿Qué hay de malo en mí?
-Nada, nada, solamente que
con ese aspecto no atraerás a nadie- dicho esto, comenzó a hurgar en su maleta,
saco maquillaje y varias prendas, levanto una minifalda negra y un top blanco.
-Wow, no planeas que use eso,
¿verdad?- dije.
-¿Por qué no?, tienes unas
piernas bonitas.
-No sé si tomar eso como un
halago, o como un comentario lésbico.
-Vamos, Lola- comenzó
Valeria –tienes que relajarte, enseñar un poco mas de piel, alócate.
-Lo mismo le dijeron a una
prima mía, y ya tiene un hijo- dije, sarcásticamente. –Además no quiero enseñar
¡tengo 14 años!
-Está bien- dijo, con cierta
decepción. Se acomodo un mechón de pelo y suspiro. –Tú juzga, dijo sacando varias
prendas.
Por fin elegí, eran unos
shorts de mezclilla, y una playera blanca, entre a una cabina a cambiarme, no
use ninguna de las opciones de calzado que me ofreció Valeria, todos eran
zapatos altos, salí de la cabina e inmediatamente Valeria sonrió al verme.
-Ahora, creo que la camisa
se debería quedar- dijo, acercándome la camisa.
Me puse la camisa, no la
abotone me mire al espejo me veía bien, esperaba con muchas ansias la reacción de
Danniel.
-Lola, te ves preciosa, solo
faltan unos detalles- comento Valeria.
Y así fue, deshizo mi
trenza, mi pelo ahora estaba suelto, me veía bien. Cuando creí que eso era
todo, llego con maquillaje.
-No esperas que me ponga
todo eso ¿verdad?
-Vamos, que te dije alócate,
que ¿no quieres gustarle a Dannielito?- pregunto, con una sonrisa.
-Quiero gustarle, no quiero
parecer una señora de 40 años buscando marido.
-Bueno ya- dijo, resignada
–solo déjame darte algunos toques.
Arreglo mi pelo, puso
delineador en mis ojos y rímel en mis pestañas, finalmente puso brillo labial,
sabor fresa en mis labios.
-Bien Lola, quedaste guapa.
Me vi en el espejo, no había
cambiado mucho, pero debía admitir, que me veía mucho mejor que antes de la
transformación. Valeria abrió la puerta, sorprendentemente no había nadie esperando
entrar al baño, Valeria salió primero del baño con su maleta en mano, cuando
salí detrás de ella, pude ver que Demian estaba sentado con su celular en mano,
llevaba una bermuda café y una sudadera del mismo color, seguramente
esperándonos. Nos acercamos a él, al parecer se impresiono al verme.
-Hola Demian- lo saludo,
Valeria y le dio un beso en la mejilla. -¿Qué opinas que tal se ve?
-Muy linda- dijo, sonriendo.
-Gracias- conteste, con una
sonrisa –espera aun no te he saludado- le di un beso en la mejilla.
-Bueno deberías decir
gracias- dijo Valeria, refiriéndose a mí.
-Gracias de verdad- le di un
abrazo.
-Que guapas- dijo Sebastián,
dejando un frappe en la mesa. Estábamos tan metidos en el asunto de mi
apariencia, que ni siquiera notamos que él estaba cerca.
-Gracias- dijo Valeria –pero
obvio yo soy la más bonita ¿verdad?
-Claro mi amor, tú eres la
más hermosa- contesto Sebastián, este la tomo por la cintura y la beso.
-Ustedes 2 me volverán
diabético con tanta miel que derraman- dijo Demian, este dio un sorbo a su
frappe.
-Tal vez deberíamos hacerte
un cambio a ti también- contesto Valeria, y por lo visto iban a comenzar una
pelea –a ver si atraes algo más que moscas.
-Por favor no comiencen a
pelar- les dije a ambos –podemos concentrarnos a lo que vinimos.
-Muy bien- dijo Valeria,
esta le dio un último beso a Sebastián, este se fue a seguir trabajando y
Valeria y yo, nos sentamos con Demian.
-Antes, les tengo que decir
algo- dijo Demian –mañana tengo cita con el dentista, no podre ayudarlas a
estudiar.
-No puede ser- dijo Valeria,
frotándose la sienes –ustedes me estresan. Tú- dijo señalándome a mi –por no
pensar a futuro, y no convertirte en una seductora, y tú- ahora señalaba a Demian
–por abandonarnos cuando tenemos que estudiar para matemáticas.
-No seas exagerada- comenzó
Demian –no es tan malo, además matemáticas no es tan difícil.
-Eso lo dices, porque eres
un maldito matado- reclamo Valeria.
-Ya, no peleen- dije
intentando detenerlos –vemos como lo solucionamos mañana, ahora ¿podríamos
estudiar?
Comenzamos a estudiar, la
gente entraba y salía, yo no podía esperar para volver a ver a Danniel, pero no
solo verlo estar en contacto con él, que supiera de mi existencia me llenaba de
felicidad. El tiempo pasó rápido y toda la información, al parecer había
quedado en mi memoria.
-Bien, es hora tu hombre
casi llega- dijo Valeria, levantándose
de la mesa –Demian y yo estaremos del otro lado, echándote porras.
-¿Estaremos?- pregunto
Demian como confundido.
-Sí, estaremos- contesto
Valeria –tú, Sebastián y yo, recuerda Lola somos tus fans, cuenta con nuestro
apoyo.
No dio tiempo de decir nada
mas, la puerta del lugar se abrió era Danniel, tan guapo y perfecto como
siempre, vestía un pantalón negro, con zapatos negros y una chaqueta negra. Me
vio, sonrío y levanto la mano en forma de saludo, se acercaba, y yo sentía como
que mi respiración se cortaba.