sábado, 20 de julio de 2013

Capitulo XXVII

Era hora de ir a la escuela y Danniel aun no contestaba mi mensaje. Amaneció nublado, así que podía esperar lloviera, como ha llovido últimamente.
Salí de casa con mi papá y mi hermana, el camino a escuela fue demasiado normal, demasiado aburrido, revisaba el celular a cada momento, estaba ansiosa por la respuesta de Danniel, cualquier pretexto para volver a estar o hablar con él, me parecía perfecto.
En la entrada de la escuela estaban Demian y Valeria esperándome, como de costumbre, algo que parecía extraño era que Valeria y Demian no estaban peleando como de costumbre, eso sí que era novedad.
Me despedí de mi papá y de Sofía, salí del auto y llegue hasta donde estaban ellos 2. Me saludaron con un beso en la mejilla y ambos se me quedaron viendo.
-¿Qué pasa?- pregunte.
-Nada- contesto Demian –solo que Valeria ya me conto tu intensa aventura de ayer.
-Vaya- conteste –alguien tiene la boca suelta.
-Lolo perdón- comenzó –no me pude contener, esto lo debe de saber el mundo entero.
-Si tu lo dices…- conteste -¿Y qué opinas?- le pregunte a Demian.
-Bien por ti, digo lo esperas desde hace tiempo- contesto, como distante -¿entramos el examen casi comienza?- nos pregunto.
El examen no resulto difícil, era español, una materia en lo personal, excesivamente fácil. Las clases pasaron rápido, cuando me di cuenta ya era hora del receso.
Caminaba por el pasillo, directo a la cafetería junto a mí a la izquierda iba Demian y a la derecha se encontraba Valeria, íbamos sin decir palabra alguna, yo sumida en mis pensamientos, creyendo que a Danniel no le importaba su celular, seguramente podía comprar otro.
Sin esperarlo, mi celular sonó indicando una notificación de Facebook, más específicamente un mensaje. Era Danniel, rápidamente desbloquee el celular sin ver el teclado, como por inercia, ya me sabía las teclas. Era un mensaje de Danniel, estaba comenzando a creer que era una especie de bruja y que tenía alguna clase extraña de poder atraer las cosas, descarte la idea de inmediato, no pude causar ganarme 5 millones de dólares. El mensaje decía:
“Hola Lola, muchas gracias por haber recogido mi celular, creí que lo había perdido, me alivia ver tu mensaje, no me imagino que haría sin mi celular, ¿te parece que nos veamos de nuevo en Esquina del cielo?, a la misma hora ¿te parece bien?, cuídate estamos en contacto”. Al igual que yo finalizo su mensaje con una sonrisa.
Sonreía tontamente, de pronto el mundo desapareció un instante, aun seguía pareciendo un sueño que Danniel supiera de mi existencia,  eso significaba que tenía por lo menos una pequeñísima oportunidad con él, claro haciendo a un lado a su hermosa y escultural novia. Salí de mi mundo de fantasía, gracias al inesperado choque, con una de las personas menos agradables de la escuela.
-Fíjate estúpida- gritaba Laura, mejor conocida como bocho café – ¿No ves por dónde vas o qué?
-A mi amiga no la hablas así tarada- le contesto Valeria, furiosa.
-Ha hablado la zorra- dijo, Vanessa una de las bochos rubias,  -¿sigues tu puerquito valiente?- pregunto refiriéndose a Demian.
-Te haría caso, pero ni con tu hermana hacen una neurona, aborto de Shakira- les contesto Demian.
Claro que Vanessa y Yulissa no eran exactamente, unas genios, son de esas personas que te sorprende que hayan llegado tan lejos en los estudios.
-Cariño ¿no te mordiste la lengua?- siguió Valeria –digo porque para zorras la maestra eres tú.
-Déjala en paz estúpida- grito Yulissa, seguido se le arrojo a Valeria encima, esta respondió, a la agresión y Demian la tomo por los brazos separándola de Yulissa, Marla (bocho rojo o también cara de empedrado) hizo lo mismo y quito a su amiga.
-¡Suéltame! déjame hacerla suplicar- grito Yulissa.
-Veamos quien hace suplicar a quien- contesto Valeria, forcejeando.
-¡Basta!- grito Laura. –Deja a esta inadaptada, Yul, Mar, Van, vámonos, después nos la pagaran.
-Muy bien Lau- dijeron las 3 en coro.
No podía creer el miedo que Laura, infundía en las otras bochos, era su líder y sin duda le obedecían en todo.
-Wow, a eso le llamo control mental- comento Demian.
-No pude haberlo descrito mejor- contesto Valeria.

Seguimos directo  a la cafetería, hablando de nuestro incidente con las bochos, yo seguía pensando en Danniel y en qué le diría en el mensaje. Una vez en la cafetería, me senté, ese día mi mamá me había empacado algo de comer. Yo pasaba mi celular por mis manos, pensando que debía de escribir estaba lista. “Hola Danniel, si claro me parece perfecto, que estés bien, saludos”. Ese era el contenido del mensaje era muy simple, no quería que supiera que moría por él.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?