Era hora de ir a la escuela
y Danniel aun no contestaba mi mensaje. Amaneció nublado, así que podía esperar
lloviera, como ha llovido últimamente.
Salí de casa con mi papá y
mi hermana, el camino a escuela fue demasiado normal, demasiado aburrido,
revisaba el celular a cada momento, estaba ansiosa por la respuesta de Danniel,
cualquier pretexto para volver a estar o hablar con él, me parecía perfecto.
En la entrada de la escuela
estaban Demian y Valeria esperándome, como de costumbre, algo que parecía
extraño era que Valeria y Demian no estaban peleando como de costumbre, eso sí
que era novedad.
Me despedí de mi papá y de
Sofía, salí del auto y llegue hasta donde estaban ellos 2. Me saludaron con un
beso en la mejilla y ambos se me quedaron viendo.
-¿Qué pasa?- pregunte.
-Nada- contesto Demian –solo
que Valeria ya me conto tu intensa aventura de ayer.
-Vaya- conteste –alguien
tiene la boca suelta.
-Lolo perdón- comenzó –no me
pude contener, esto lo debe de saber el mundo entero.
-Si tu lo dices…- conteste
-¿Y qué opinas?- le pregunte a Demian.
-Bien por ti, digo lo
esperas desde hace tiempo- contesto, como distante -¿entramos el examen casi
comienza?- nos pregunto.
El examen no resulto
difícil, era español, una materia en lo personal, excesivamente fácil. Las
clases pasaron rápido, cuando me di cuenta ya era hora del receso.
Caminaba por el pasillo,
directo a la cafetería junto a mí a la izquierda iba Demian y a la derecha se
encontraba Valeria, íbamos sin decir palabra alguna, yo sumida en mis
pensamientos, creyendo que a Danniel no le importaba su celular, seguramente
podía comprar otro.
Sin esperarlo, mi celular
sonó indicando una notificación de Facebook, más específicamente un mensaje.
Era Danniel, rápidamente desbloquee el celular sin ver el teclado, como por
inercia, ya me sabía las teclas. Era un mensaje de Danniel, estaba comenzando a
creer que era una especie de bruja y que tenía alguna clase extraña de poder
atraer las cosas, descarte la idea de inmediato, no pude causar ganarme 5
millones de dólares. El mensaje decía:
“Hola Lola, muchas gracias
por haber recogido mi celular, creí que lo había perdido, me alivia ver tu
mensaje, no me imagino que haría sin mi celular, ¿te parece que nos veamos de
nuevo en Esquina del cielo?, a la misma hora ¿te parece bien?, cuídate estamos
en contacto”. Al igual que yo finalizo su mensaje con una sonrisa.
Sonreía tontamente, de
pronto el mundo desapareció un instante, aun seguía pareciendo un sueño que
Danniel supiera de mi existencia, eso
significaba que tenía por lo menos una pequeñísima oportunidad con él, claro
haciendo a un lado a su hermosa y escultural novia. Salí de mi mundo de
fantasía, gracias al inesperado choque, con una de las personas menos
agradables de la escuela.
-Fíjate estúpida- gritaba
Laura, mejor conocida como bocho café – ¿No ves por dónde vas o qué?
-A mi amiga no la hablas así
tarada- le contesto Valeria, furiosa.
-Ha hablado la zorra- dijo,
Vanessa una de las bochos rubias,
-¿sigues tu puerquito valiente?- pregunto refiriéndose a Demian.
-Te haría caso, pero ni con
tu hermana hacen una neurona, aborto de Shakira- les contesto Demian.
Claro que Vanessa y Yulissa
no eran exactamente, unas genios, son de esas personas que te sorprende que
hayan llegado tan lejos en los estudios.
-Cariño ¿no te mordiste la
lengua?- siguió Valeria –digo porque para zorras la maestra eres tú.
-Déjala en paz estúpida-
grito Yulissa, seguido se le arrojo a Valeria encima, esta respondió, a la
agresión y Demian la tomo por los brazos separándola de Yulissa, Marla (bocho
rojo o también cara de empedrado) hizo lo mismo y quito a su amiga.
-¡Suéltame! déjame hacerla
suplicar- grito Yulissa.
-Veamos quien hace suplicar
a quien- contesto Valeria, forcejeando.
-¡Basta!- grito Laura. –Deja
a esta inadaptada, Yul, Mar, Van, vámonos, después nos la pagaran.
-Muy bien Lau- dijeron las 3
en coro.
No podía creer el miedo que Laura,
infundía en las otras bochos, era su líder y sin duda le obedecían en todo.
-Wow, a eso le llamo control
mental- comento Demian.
-No pude haberlo descrito
mejor- contesto Valeria.
Seguimos directo a la cafetería, hablando de nuestro incidente
con las bochos, yo seguía pensando en Danniel y en qué le diría en el mensaje.
Una vez en la cafetería, me senté, ese día mi mamá me había empacado algo de
comer. Yo pasaba mi celular por mis manos, pensando que debía de escribir
estaba lista. “Hola Danniel, si claro me parece perfecto, que estés bien,
saludos”. Ese era el contenido del mensaje era muy simple, no quería que
supiera que moría por él.
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