sábado, 27 de julio de 2013

Capitulo XXVIII



El resto del día transcurrió muy normal, por no decir aburrido, el sol por fin salió como a las 2 de la tarde, el regreso a casa fue menos interesante, que el resto de las clases, no podía sacarme de la cabeza a Danniel, ni en como pase de ser su stalker invisible, a su conocida, no podía decir que era su amiga, apenas habíamos cruzado algunas palabras el día de ayer, estaba nerviosa por la cita de esa tarde, aunque no sé si debería denominarlo cita pensando, que solo debo entregarle su celular.
El transcurso de las horas me mataba, sentía que vivía una eternidad, la hora de la comida resulto monótona, después de eso perdí el tiempo buscando mil cosas que hacer, lave los trastes, hice mi tarea e incluso ayude a Sofía con la suya, leí mil y un revistas, que se encontraban apiladas, en mi tocador. Estaba tirada en la cama, mi pelo estaba extendido, era largo, tardo casi 2 años en tener ese tamaño, era de un negro intenso y  ondulado. Miraba al techo, sumergida en pensamientos, sobre lo que podría llegar a pasar más tarde. De pronto recordé que aun llevaba el uniforme, di un salto de la cama y mire el reloj, eran las 5:30 de la tarde, no tenía mucho tiempo, tenía que arreglarme no solo porque fuera a ver a Danniel si no porque, tenía que estudiar con Valeria y Demian.
Conecte mi celular a una bocina y comenzó a sonar “Live while we’re Young” de One direction, me dirigí a mi closet, 2 puertas blancas, con varias fotos de Demian, Valeria y yo pegadas por todas partes, abrí las puertas y comencé a hurgar en el closet, buscando algo que me hiciera ver bien, pensaba en usar un vestido, pero tal vez Danniel pensaría que estoy desesperada por él, la música continuaba, yo seguía desacomodando ropa, tendida en el suelo vi mi salvación, una playera azul marino con un bigote, encima una camisa azul con motivo de cuadros, y claro unos jeans, a pesar de que el sol pronto se ocultaría el calor era casi, insoportable. Me mire al espejo, debía admitirlo me veía bien, me puse mis converse rojos y ahora solamente debía ocuparme de mi pelo. Pensé en llevarlo suelto pero muy suelto, tome unos pasadores de uno de los cajones de mi tocador, no me convencían, el tiempo se acababa, finalmente decidí acomodarlo en una trenza.
Desconecte el celular de la bocina, y salí de mi habitación no sin olvidarme antes de tomar el celular de Danniel; salí de la casa despidiéndome de mis padres y pidiendo permiso para salir al mismo tiempo, que mas bien fue un aviso, y así salí de casa, esperando que esa tarde fuera mejor que la del día anterior.
Caminaba por el parque, veía gente pasando paseando a sus mascotas, vi a un par de chicas, al parecer estaban chismorreando, una de ella tenía revista abierta sobre las piernas, la tarde era hermosa, estaba despejado, habían pasado varios días desde que no había una tarde sin nubes grises sobre el cielo. De pronto vi a una pareja, él más alto que ella, y aparentemente mayor, ella era de baja estatura, con el pelo castaño y rizado, se estaban abrazando y él se inclinaba para besarla, la escena me causaba celos. Cerré los ojos y me imagine a Danniel y a mí, viviendo esa escena, me lo imaginaba mirándome a los ojos, con sus hermosos ojos azules, y yo levantándome de puntitas, para poder tocar sus labios. La escena en mi mente se vio interrumpida, cuando casi tropiezo, creo que caminar con los ojos cerrados no era la mejor idea después de todo. No tarde mucho en llegar al café, al entrar me envolvió el olor a café, la música sonaba no reconocía la canción, no había mucha gente, pude ver solo 5 personas. Valeria platicaba muy cómodamente con su novio, ella llevaba un vestido blanco con motivo de flores rojas, el vestido le llegaba un poco más arriba de la rodilla, llevaba unos flats y el pelo suelto, por su parte Sebastián, llevaba el delantal del café y una camisa roja, se encontraba detrás del mostrador.
Me acerque, Valeria y Sebastián se dieron cuenta de mi presencia, Valeria se acerco casi corriendo, me saludo con un beso en la mejilla, me acerque a Sebastián y este me saludo igual. Valeria y yo nos fuimos a sentar, al parecer Demian aun no había llegado.
-¿Aun no llega Demian cierto?- pregunte.
-No, aun no- contesto Valeria, ella se veía muy guapa, esas mechas rubias le quedan muy bien –pero me mando un mensaje, dijo que tuvo un asunto que atender, no se a que se refiera.
Sebastián se nos acerco y puso 2 menús sobre la mesa, le dio un beso en los labios a Valeria y se fue, a seguir con su trabajo. Su relación era perfecta, se veía que ambos estaban enamorados. Revise el celular, aun faltaba un poco más de una hora para verme con Danniel, espero que le agrade la forma en cómo iba vestida. Comenzamos a revisar el menú, uno muy recurrente, creo que tanto Demian, Valeria y yo, conocemos muy bien ese menú, algunas veces no es necesario abrirlo para saber qué es lo que vamos a ordenar.
 -Bueno, cuéntame ya, ¿Qué harás para sorprender a Danniel?- me pregunto Valeria.
-Este… ¿ser yo misma?- estaba insegura de mi respuesta, no sabía cómo podría conquistar a Danniel solo siendo yo, la aburrida, sosa y normal Lola.
-¿Y lo harás vestida así?- me miro de arriba para abajo.
-¿Qué tiene de malo mi ropa?
-Nada- contesto, con una sonrisa, una sonrisa que conocía muy bien y que no podía significar algo bueno. –Solamente no estás vestida para la ocasión, pero Valeria Hernández Velázquez tiene la solución- dicho esto, se levanto de su asiento y me jalo del brazo –acompáñame.- Dijo levantado una especie de maleta del suelo
La acompañe a través del café, Valeria le hizo una seña a Sebastián, este asintió la cabeza, no sabía a dónde me arrastraba, vi la puerta del baño de mujeres y empecé a entender la situación. Entramos al baño, Valeria se encontraba detrás de mí, saco una llave de su bolsillo, la introdujo en el cerrojo y la cerro.
-Bien Lolo, necesitas un cambio- dijo, Valeria sentándose en el lavabo.
-¡No me digas Lolo!- grite –Y ¿un cambio? ¿Qué hay de malo en mí?
-Nada, nada, solamente que con ese aspecto no atraerás a nadie- dicho esto, comenzó a hurgar en su maleta, saco maquillaje y varias prendas, levanto una minifalda negra y un top blanco.
-Wow, no planeas que use eso, ¿verdad?- dije.
-¿Por qué no?, tienes unas piernas bonitas.
-No sé si tomar eso como un halago, o como un comentario lésbico.
-Vamos, Lola- comenzó Valeria –tienes que relajarte, enseñar un poco mas de piel, alócate.
-Lo mismo le dijeron a una prima mía, y ya tiene un hijo- dije, sarcásticamente. –Además no quiero enseñar ¡tengo 14 años!
-Está bien- dijo, con cierta decepción. Se acomodo un mechón de pelo y suspiro. –Tú juzga, dijo sacando varias prendas.
Por fin elegí, eran unos shorts de mezclilla, y una playera blanca, entre a una cabina a cambiarme, no use ninguna de las opciones de calzado que me ofreció Valeria, todos eran zapatos altos, salí de la cabina e inmediatamente Valeria sonrió al verme.
-Ahora, creo que la camisa se debería quedar- dijo, acercándome la camisa.
Me puse la camisa, no la abotone me mire al espejo me veía bien, esperaba con muchas ansias la reacción de Danniel.
-Lola, te ves preciosa, solo faltan unos detalles- comento Valeria.
Y así fue, deshizo mi trenza, mi pelo ahora estaba suelto, me veía bien. Cuando creí que eso era todo, llego con maquillaje.
-No esperas que me ponga todo eso ¿verdad?
-Vamos, que te dije alócate, que ¿no quieres gustarle a Dannielito?- pregunto, con una sonrisa.
-Quiero gustarle, no quiero parecer una señora de 40 años buscando marido.
-Bueno ya- dijo, resignada –solo déjame darte algunos toques.
Arreglo mi pelo, puso delineador en mis ojos y rímel en mis pestañas, finalmente puso brillo labial, sabor fresa en mis labios.
-Bien Lola, quedaste guapa.
Me vi en el espejo, no había cambiado mucho, pero debía admitir, que me veía mucho mejor que antes de la transformación. Valeria abrió la puerta, sorprendentemente no había nadie esperando entrar al baño, Valeria salió primero del baño con su maleta en mano, cuando salí detrás de ella, pude ver que Demian estaba sentado con su celular en mano, llevaba una bermuda café y una sudadera del mismo color, seguramente esperándonos. Nos acercamos a él, al parecer se impresiono al verme.
-Hola Demian- lo saludo, Valeria y le dio un beso en la mejilla. -¿Qué opinas que tal se ve?
-Muy linda- dijo, sonriendo.
-Gracias- conteste, con una sonrisa –espera aun no te he saludado- le di un beso en la mejilla.
-Bueno deberías decir gracias- dijo Valeria, refiriéndose a mí.
-Gracias de verdad- le di un abrazo.
-Que guapas- dijo Sebastián, dejando un frappe en la mesa. Estábamos tan metidos en el asunto de mi apariencia, que ni siquiera notamos que él estaba cerca.
-Gracias- dijo Valeria –pero obvio yo soy la más bonita ¿verdad?
-Claro mi amor, tú eres la más hermosa- contesto Sebastián, este la tomo por la cintura y la beso.
-Ustedes 2 me volverán diabético con tanta miel que derraman- dijo Demian, este dio un sorbo a su frappe.
-Tal vez deberíamos hacerte un cambio a ti también- contesto Valeria, y por lo visto iban a comenzar una pelea –a ver si atraes algo más que moscas.
-Por favor no comiencen a pelar- les dije a ambos –podemos concentrarnos a lo que vinimos.
-Muy bien- dijo Valeria, esta le dio un último beso a Sebastián, este se fue a seguir trabajando y Valeria y yo, nos sentamos con Demian.
-Antes, les tengo que decir algo- dijo Demian –mañana tengo cita con el dentista, no podre ayudarlas a estudiar.
-No puede ser- dijo Valeria, frotándose la sienes –ustedes me estresan. Tú- dijo señalándome a mi –por no pensar a futuro, y no convertirte en una seductora, y tú- ahora señalaba a Demian –por abandonarnos cuando tenemos que estudiar para matemáticas.
-No seas exagerada- comenzó Demian –no es tan malo, además matemáticas no es tan difícil.
-Eso lo dices, porque eres un maldito matado- reclamo Valeria.
-Ya, no peleen- dije intentando detenerlos –vemos como lo solucionamos mañana, ahora ¿podríamos estudiar?
Comenzamos a estudiar, la gente entraba y salía, yo no podía esperar para volver a ver a Danniel, pero no solo verlo estar en contacto con él, que supiera de mi existencia me llenaba de felicidad. El tiempo pasó rápido y toda la información, al parecer había quedado en mi memoria.
-Bien, es hora tu hombre casi llega- dijo Valeria, levantándose  de la mesa –Demian y yo estaremos del otro lado, echándote porras.
-¿Estaremos?- pregunto Demian como confundido.
-Sí, estaremos- contesto Valeria –tú, Sebastián y yo, recuerda Lola somos tus fans, cuenta con nuestro apoyo.

No dio tiempo de decir nada mas, la puerta del lugar se abrió era Danniel, tan guapo y perfecto como siempre, vestía un pantalón negro, con zapatos negros y una chaqueta negra. Me vio, sonrío y levanto la mano en forma de saludo, se acercaba, y yo sentía como que mi respiración se cortaba.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?