Observaba la lluvia caer
sobre mi ventana, en cierto momento llegue a creer que hoy no llovería, aun no
podía creer que unos momentos antes había estado hablando con Danniel, fue un
momento único casi perfecto, excepto por el hecho de que no pude hacer o decir
nada. Inmediatamente al llegar a mi casa le envié un mensaje a Lola, claro que
no le relate la historia, solo mencione una plática urgente, me respondió que
habláramos por skype, pasaba el tiempo, yo llevaba un rato conectada y no había
rastros de ella, seguramente estaría hablando con su novio. Lo que me hizo pensar
en la conversación que tuve con Valeria esa misma tarde, seguía sin creer que
ya pensaba en perder su virginidad, me mareaba el hecho de que éramos muy
jóvenes para pensar en sexo.
Quería distraerme de eso,
tome el celular de Danniel e intente desbloquearlo, sin éxito claro me pedía
“introducir el código” cosa que hice aproximadamente 10 veces, no es que
quisiera revisar las cosas de Danniel, simplemente quería pasar el tiempo,
aunque claro sentía un poco de curiosidad por el contenido del aparato.
No resistí mucho, conecte
mis audífonos y presione 2 veces el botón de inicio para activar el reproductor
de música, quería saber su gustos, ya que tengo un pretexto para volverlo a
ver, no quiero desperdiciar más tiempo. Presione play y empezó a sonar “The
scientist” de Coldplay, estaba a la mitad, al parecer escuchaba la canción
cuando chocamos y derramo mi café. La canción me gustaba desde hace un tiempo
siempre la llevo en mi celular. En mi mente pasaban miles de escenas de
posibles con Danniel mientras de fondo se encontraba esa canción. La canción
terminaba y yo me recostaba en la cama, la siguiente en sonar era “Pumped up
kicks” de Foster the people, no era muy fan pero me gustaba, la música se vio
interrumpida por una llamada entrante, “Tati” apareció en la pantalla, era más
que obvio que se trataba de Tatiana, la presunta novia de Danniel, seguramente
se iba a ver con ella, y ante eso yo no tenía oportunidad, finalmente dejo de
sonar, pero no sería la última vez que lo haría, insistió 3 veces más, hasta
que finalmente se rindió, creo que Tatiana, no era tan inteligente, no creo que
nadie sea tan estúpido o ingenuo para contestar un celular que robo… claro que
yo no me lo robe lo recogí y lo estoy guardando, para después entregárselo a su dueño.
Después de un rato, deje de
examinar su lista de reproducción y le quite los audífonos, y guarde el celular
en mi buro. Me canse de esperar a Valeria y cuando me dispuse a apagar la
laptop, apareció un mensaje “Valeria está conectado/a”, e inmediatamente
apareció en la pantalla Valeria te está llamando, di clic en la opción “aceptar
con video”.
-¡Hola!- grito Valeria, que
ahora llevaba el pelo recogido en una coleta.
-Hola- conteste mientras me
acomodaba, poniendo una almohada sobre mi regazo y sobre ella la laptop.
-Perdón por la demora pero
estaba hablando con Sebas- dijo ella, casi suspirando y sonriendo.
-Ya me lo imaginaba-
murmure, casi fue inaudible.
-¿Qué dices?
-Nada, olvídalo- moví las
manos hacia los lados.
-Muy bien- contesto,
sonriendo -¿Qué es eso tan importante que tenias que decirme?
-Espera- dije, quite la
laptop de mi regazo y me levante de la cama, abrí el cajón del buro que estaba
al lado de mi cama, saque el celular de Danniel, y regrese a la cama. –Mira-
dije, mientras le mostraba el aparato a Valeria.
-¡Cristo redentor!- contesto
Valeria –por favor, dime que no te dedicas a robar celulares, pero si lo haces
quiero la mitad de las ganancias por incubrirte.
-¡No seas tonta!- le
conteste –en primera, se dice encubrirte no “incubrirte”, el tinte rubio de
esas mechas, te está dejando más tonta- puse mi mano en la cara y moví la
cabeza de un lado a otro. –Y en segunda, no me lo robe es de Danniel.
-¡Cristo redentor!- grito,
escandalizada –Lola, está bien que te guste, pero esto ya está mal, ¿Qué sigue
robarte sus calzones?, necesitas una intervención.
-Rubias…- murmure –no
entiendes, nada ¡estuve con Danniel!
-¿Qué?- grito con
incredulidad, si seguía escuchándola gritar, pronto necesitaría un aparato
auditivo. –Quien creería, que la santa Lola que hace unas horas me estaba dando
un sermón sobre la virginidad y todas esas cosas, ya tuvo su encuentro con
Danniel, y ¿qué tal estuvo?, ¿lo hace bien?, quiero saberlo todo.
-Ay Vale, eres una bruta-
dije, perdiendo la paciencia –no me he acostado con nadie y no planeo hacerlo
en un rato, tengo el celular de Danniel, porque se le cayó en el café y lo
recogí, estuve con él después de que se fueron me lo tope y me invito al café.
-¡Oh por Dios!- grito, al
parecer ignoro qué le dije bruta –cuéntamelo todo y cuando digo todo, me
refiero a ¡todo!
Hablamos de mi desventura
con Danniel, y de cómo eso paso a ser una de las mejores y de las peores tardes
de mi vida, relatando desde cómo se derramo mi café hasta como me quede con su
celular.
-¡Dios mío Lola!- comenzó
Valeria –ponte las pilas, así nunca te vas a casar.
-No seas exagerada- conteste
–pero en algo tienes razón, tengo una oportunidad y no pienso desaprovecharla.
-¿Qué harás?- pregunto.
-Mañana te cuento- bostece dando a entender que moría de sueño.
–Vale nos vemos mañana estoy agotada.
-Si fuera tu, también lo
estaría- contesto –hasta mañana Lola, descansa.
Colgó y yo apague la laptop
después de eso, la guarde en su lugar de siempre y me puse el pijama. No me
sacaba de la cabeza a Danniel y en como por fin sabía que existía, que existía
una Lola Ferro del Valle.
En la cama tome mi celular y
entre a Facebook y comencé a escribir un mensaje, un mensaje para Danniel.
“Hola Danniel, ¿te acuerdas de mí? La chica a la que le pagaste el café, apuesto
a que sí, bueno te preguntaras porque te mando el mensaje, encontré tu celular
se te callo en el café, no te preocupes está en buenas manos, tu solo dime
cuando y te lo devuelvo” era lo que decía el mensaje al final añadí una
sonrisa.
Salí de Facebook, no sin
antes aceptar la solicitud de amistad de Sebastián.