sábado, 15 de junio de 2013

Capítulo XXIV

-Bien, comienza con el interrogatorio- Valeria, tomaba con el dedo un poco de crema de un cupcake, para después llevárselo a la boca.
-¿Comenzar con qué?- pregunte, haciéndome la ingenua, mientras jugaba con la cuchara de mi capuchino.
-Vamos- Valeria hizo un gesto y comenzó a jugar con el papel del cupcake –no te hagas la tonta conmigo sabes a lo que me refiero.
-Señoritas- interrumpió Demian – ¿podemos empezar a estudiar que es a lo que vinimos, y después pueden hablar de chicos?- termino, dando un sorbo a su frappe.
-Mira Demian- empezó Valeria -¿podrías hacer otra cosa en lugar de molestarnos?
-Si no fueras la novia de mi primo, te contestaría como debería- se levanto de su silla –daré una vuelta, cuando se sientan listas para estudiar me mandan un mensaje.
-Sí hombre- contesto Valeria.
Demian salió del café, no sin antes hablar un poco con su primo, este nos miro Valeria le lanzo un beso y yo solo sonreí y salude con la mano.
-Bueno ahora sí, cuéntamelo todo- dije muy curiosa –desde el principio y sin perder ningún detalle.
-Bueno pues lo conocí, en la casa de Demian…
-Eso ya lo sé- interrumpí –Demian me conto.
-Ese chismoso- dijo Valeria, tapándose la cara y haciendo una expresión como de decepción, obviamente con sobreactuación como es típico en ella. –A estos niños de ahora ya no se les puede confiar nada, porque van a contarle a todo mundo.
-Vale, no se lo contaste él estuvo allí.
-Oh, cierto- chasqueo los dedos. –Entonces, ya que sabes eso, ¿vas a preguntar otra cosa? ¿O podemos seguir con nuestras vidas?
-De ninguna forma- moví el dedo índice de un lado a otro, mientras daba un sorbo a mi capuchino. –Cuéntame todo de cómo te invito a salir, como fue su primer cita, quiero saber todo, ¡todo dije!
-Bueno- dijo una voz a mis espaldas, era Sebastián –yo puedo ayudar con esa historia.
-¿Tú no deberías estar trabajando?- le pregunto Valeria.
-No, ya no- contestó este, se sentó a un lado de Valeria y le dio un beso en la mejilla. De cierta forma ver eso me hacía sentir celosa, ya que yo no tenía a nadie y por nadie, me refería a que Danniel no me hacia ningún caso. –Ha terminado mi turno, así que yo estoy aquí para contar la historia con Vale, y aparte porque Demian me pidió un aventón cuando ustedes terminaran.
-Ok, los escucho- dije.
-Yo primero- dijo Sebastián, levantando la mano como si estuviera en clase. –Conocí a Vale, hace alg…
-Esa parte ya la sabe- interrumpió Valeria –Demian se lo conto, pasa a la parte en la que te sentiste flechado por mis encantos- termino, pasando sus manos por su cuerpo de una forma un tanto provocadora.
-Que sencilla- dije, sarcásticamente.
-Pero así me quiere- le planto un muy profundo beso a Sebastián, que de verdad me hacía sentir incomoda. Tosí, fue tos falsa para remarcar que me sentía incomoda y hacérselos notar.
-Oh disculpa- dijo Valeria -¿en que estábamos?... oh cierto en la historia, ¿chinitos, puedes empezar corazón?
¿Chinitos? ¿De verdad?, sé que los apodos cariñosos son comunes, pero ese, Dios, sobrepasaba un límite. “Chinitos” y Valeria se estuvieron mirando y murmurando cosas, mientras yo solo jugaba con una cuchara, creía que con tan solo seguir viéndolos podría entrar en coma diabético.
-Ah, sí- comenzó Sebastián. –El primer día que conocí a mi gatita…- ok, podía aguantar chinitos pero ¿gatita?, la situación era incomoda y me hacía sentir patética por hacer el mal tercio –supe que estaba enamorado, enamorado a primera vista, la conocí y supe que era perfecta- se miraron a los ojos fijamente, ambos continuaron con el relato, finalmente terminaron la historia de su amor y Valeria dijo:
-Amor ¿puedes ir a buscar a Demian?- le pregunto a Sebastián. –Es que en serio me gustaría empezar a estudiar deberás quiero pasar ese examen.
-¿Quién eres tú, y que le hiciste a Valeria- pregunte -¿Desde cuándo tan estudiosa?
-Ay, con el inicio de mi relación, tuve una Estefania y supe que debía cambiar mi vida- contesto Valeria.
-Amor creo que quisiste decir “epifanía”- agrego Sebastián, seguido de un beso a Valeria en los labios, se levanto en busca de su primo. Finalmente salió, yo abrí mi Facebook, mientras  Valeria jugaba con una servilleta, una vez dentro de la aplicación acepte a Sebastián en mis amigos, estuve observando las novedades y no había nada nuevo por parte de Danniel.
-Al fin se fue- dijo Valeria, como si estuviera aliviada.
-Lo bueno que es tu novio…- conteste.
-¡Ash!- se quejo- a lo que me refiero es que te tengo que contar algo que no te podía decir enfrente de él.
-¿Y eso es?
-Que creo que él es el indicado- dijo, murmurando y sonrojándose.
-¿El indicado?- murmure, siguiéndole el juego, estaba confundida -¿para qué?
-Ay Lola, contigo no se puede- puso su mano en la cara y movió la cabeza de un lado a otro –eres muy ingenua corazón. ¡Para mi primera vez, Lolo!
-Oh- conteste asombrada – ¡no me digas Lolo!- agregue con indignación. -¿y cómo sabes que es el indicado?
-Es que es tan maravilloso, es lo que siempre he querido, en serio me gustaría perder mi virginidad con él, como yo sé tú lo harías con Danniel, ¿o me equivoco?
-No, bueno si, ay no sé- contesté mientras jugueteaba con mi celular. Nunca me había puesto a pensar en eso, no sabia qué pasaría al momento. –Pero mírate, míranos, tenemos 14 años, ¿no crees que somos muy jóvenes como para pensar con quien perder nuestra virginidad?
-Ay Lola, tienes mucho que aprender- dijo, dio el ultimo mordisco a su cupcake y se arreglo el pelo –shhh ya no hablemos de eso, ya llegaron.
En cuanto ellos entraron, se dirigieron hacia nosotras, empezamos a estudiar el tiempo se fue volando, pasamos más de una hora estudiando, riendo y bromeando, al parecer, no todo era tan malo como creí que llegaría a ser. Pronto se fueron, los padres de Valeria fueron por ella y Sebastián llevo a Demian a casa. No llovía así que fui caminando a casa, claro no sin antes pedir un café expreso para llevar.
Atravesaba el parque, no quería llegar muy rápido a casa, apenas oscurecía y quería pensar, Valeria revolvió mi mente, no podía imaginar que mi mejor amiga un año antes tenia una obsesión con Selena Gomez, ya pensara en tener relaciones sexuales.
De pronto algo, o alguien choco conmigo causando que mi café callera de mi mano derramándose en el suelo y que yo callera casi al mismo tiempo.

-Fíjate pedazo de animal- grité, miré hacia arriba y me di cuenta de que eso era una especie de déjà vu.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?