-Bien, comienza
con el interrogatorio- Valeria, tomaba con el dedo un poco de crema de un
cupcake, para después llevárselo a la boca.
-¿Comenzar con
qué?- pregunte, haciéndome la ingenua, mientras jugaba con la cuchara de mi
capuchino.
-Vamos- Valeria
hizo un gesto y comenzó a jugar con el papel del cupcake –no te hagas la tonta
conmigo sabes a lo que me refiero.
-Señoritas-
interrumpió Demian – ¿podemos empezar a estudiar que es a lo que vinimos, y
después pueden hablar de chicos?- termino, dando un sorbo a su frappe.
-Mira Demian-
empezó Valeria -¿podrías hacer otra cosa en lugar de molestarnos?
-Si no fueras la
novia de mi primo, te contestaría como debería- se levanto de su silla –daré
una vuelta, cuando se sientan listas para estudiar me mandan un mensaje.
-Sí hombre-
contesto Valeria.
Demian salió del
café, no sin antes hablar un poco con su primo, este nos miro Valeria le lanzo
un beso y yo solo sonreí y salude con la mano.
-Bueno ahora sí,
cuéntamelo todo- dije muy curiosa –desde el principio y sin perder ningún
detalle.
-Bueno pues lo
conocí, en la casa de Demian…
-Eso ya lo sé-
interrumpí –Demian me conto.
-Ese chismoso-
dijo Valeria, tapándose la cara y haciendo una expresión como de decepción,
obviamente con sobreactuación como es típico en ella. –A estos niños de ahora
ya no se les puede confiar nada, porque van a contarle a todo mundo.
-Vale, no se lo
contaste él estuvo allí.
-Oh, cierto-
chasqueo los dedos. –Entonces, ya que sabes eso, ¿vas a preguntar otra cosa? ¿O
podemos seguir con nuestras vidas?
-De ninguna
forma- moví el dedo índice de un lado a otro, mientras daba un sorbo a mi
capuchino. –Cuéntame todo de cómo te invito a salir, como fue su primer cita,
quiero saber todo, ¡todo dije!
-Bueno- dijo una
voz a mis espaldas, era Sebastián –yo puedo ayudar con esa historia.
-¿Tú no deberías
estar trabajando?- le pregunto Valeria.
-No, ya no-
contestó este, se sentó a un lado de Valeria y le dio un beso en la mejilla. De
cierta forma ver eso me hacía sentir celosa, ya que yo no tenía a nadie y por
nadie, me refería a que Danniel no me hacia ningún caso. –Ha terminado mi
turno, así que yo estoy aquí para contar la historia con Vale, y aparte porque
Demian me pidió un aventón cuando ustedes terminaran.
-Ok, los
escucho- dije.
-Yo primero-
dijo Sebastián, levantando la mano como si estuviera en clase. –Conocí a Vale,
hace alg…
-Esa parte ya la
sabe- interrumpió Valeria –Demian se lo conto, pasa a la parte en la que te
sentiste flechado por mis encantos- termino, pasando sus manos por su cuerpo de
una forma un tanto provocadora.
-Que sencilla-
dije, sarcásticamente.
-Pero así me
quiere- le planto un muy profundo beso a Sebastián, que de verdad me hacía
sentir incomoda. Tosí, fue tos falsa para remarcar que me sentía incomoda y
hacérselos notar.
-Oh disculpa- dijo
Valeria -¿en que estábamos?... oh cierto en la historia, ¿chinitos, puedes
empezar corazón?
¿Chinitos? ¿De
verdad?, sé que los apodos cariñosos son comunes, pero ese, Dios, sobrepasaba
un límite. “Chinitos” y Valeria se estuvieron mirando y murmurando cosas,
mientras yo solo jugaba con una cuchara, creía que con tan solo seguir
viéndolos podría entrar en coma diabético.
-Ah, sí- comenzó
Sebastián. –El primer día que conocí a mi gatita…- ok, podía aguantar chinitos
pero ¿gatita?, la situación era incomoda y me hacía sentir patética por hacer
el mal tercio –supe que estaba enamorado, enamorado a primera vista, la conocí
y supe que era perfecta- se miraron a los ojos fijamente, ambos continuaron con
el relato, finalmente terminaron la historia de su amor y Valeria dijo:
-Amor ¿puedes ir
a buscar a Demian?- le pregunto a Sebastián. –Es que en serio me gustaría
empezar a estudiar deberás quiero pasar ese examen.
-¿Quién eres tú,
y que le hiciste a Valeria- pregunte -¿Desde cuándo tan estudiosa?
-Ay, con el inicio
de mi relación, tuve una Estefania y supe que debía cambiar mi vida- contesto
Valeria.
-Amor creo que
quisiste decir “epifanía”- agrego Sebastián, seguido de un beso a Valeria en
los labios, se levanto en busca de su primo. Finalmente salió, yo abrí mi
Facebook, mientras Valeria jugaba con
una servilleta, una vez dentro de la aplicación acepte a Sebastián en mis
amigos, estuve observando las novedades y no había nada nuevo por parte de
Danniel.
-Al fin se fue-
dijo Valeria, como si estuviera aliviada.
-Lo bueno que es
tu novio…- conteste.
-¡Ash!- se
quejo- a lo que me refiero es que te tengo que contar algo que no te podía
decir enfrente de él.
-¿Y eso es?
-Que creo que él
es el indicado- dijo, murmurando y sonrojándose.
-¿El indicado?-
murmure, siguiéndole el juego, estaba confundida -¿para qué?
-Ay Lola,
contigo no se puede- puso su mano en la cara y movió la cabeza de un lado a
otro –eres muy ingenua corazón. ¡Para mi primera vez, Lolo!
-Oh- conteste
asombrada – ¡no me digas Lolo!- agregue con indignación. -¿y cómo sabes que es
el indicado?
-Es que es tan
maravilloso, es lo que siempre he querido, en serio me gustaría perder mi
virginidad con él, como yo sé tú lo harías con Danniel, ¿o me equivoco?
-No, bueno si,
ay no sé- contesté mientras jugueteaba con mi celular. Nunca me había puesto a
pensar en eso, no sabia qué pasaría al momento. –Pero mírate, míranos, tenemos
14 años, ¿no crees que somos muy jóvenes como para pensar con quien perder
nuestra virginidad?
-Ay Lola, tienes
mucho que aprender- dijo, dio el ultimo mordisco a su cupcake y se arreglo el
pelo –shhh ya no hablemos de eso, ya llegaron.
En cuanto ellos
entraron, se dirigieron hacia nosotras, empezamos a estudiar el tiempo se fue
volando, pasamos más de una hora estudiando, riendo y bromeando, al parecer, no
todo era tan malo como creí que llegaría a ser. Pronto se fueron, los padres de
Valeria fueron por ella y Sebastián llevo a Demian a casa. No llovía así que
fui caminando a casa, claro no sin antes pedir un café expreso para llevar.
Atravesaba el
parque, no quería llegar muy rápido a casa, apenas oscurecía y quería pensar,
Valeria revolvió mi mente, no podía imaginar que mi mejor amiga un año antes
tenia una obsesión con Selena Gomez, ya pensara en tener relaciones sexuales.
De pronto algo,
o alguien choco conmigo causando que mi café callera de mi mano derramándose en
el suelo y que yo callera casi al mismo tiempo.
-Fíjate pedazo
de animal- grité, miré hacia arriba y me di cuenta de que eso era una especie
de déjà
vu.
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