sábado, 28 de diciembre de 2013

Parte 2: El verano apenas comienza

Así es, esta es la segunda parte de la historia, la cual se caracteriza por la aparición de un nuevo personaje, Mateo, ¿están listos? el capitulo 49, primero de la segunda parte estará disponible la el próximo sábado 4 de enero.

martes, 24 de diciembre de 2013

En una esquina del cielo (Sountrack pt. 2)

Lo prometido es deuda queridos lectores, aquí esta la segunda parte del soundtrack, lo podrán encontrar aquí: En una esquina del cielo (soundtrack pt. 2)
Tracklist:



sábado, 21 de diciembre de 2013

Capitulo XLVIII


First kiss...

La lluvia se había convertido en una suave brizna mientras nos estacionábamos fuera del edificio donde vivía Valeria, no logre ver el auto de Sebastián por ninguna parte,  eso significaba, que se había escondido o que aun no había llegado.
-Bueno aquí estamos- mi papá apago el motor –ya sabes, si quieres que te pase a recoger solo me llamas, no importa qué hora sea, puedo pasar por ti, ya sabes que…
-Pá- lo interrumpí –estaré bien, en serio.
Solo iré de fiesta y llegare a altas horas de la madrugada, no tienes de que preocuparte. Eso paso por mi cabeza, si hubiera dicho eso, mi papá hubiera puesto seguro de inmediato y nos hubiera hecho regresar a casa.
Trague saliva y le dedique una sonrisa para tranquilizarlo, vi hacia afuera y me puse la capucha de mi sudadera. Le di un beso en la mejilla y abrí la puerta del auto, salí y le dije:
-No te preocupes, estaré bien- sonreí y él me regreso la sonrisa.
Me dirigí al edificio y vi como mi papá se alejaba, se preocupaba mucho por mí y por mi hermana, cosas de padres. Abrí la puerta y me dirigí  al elevador, era cálido adentro, me apresure a presionar los botones. Salí del elevador y camine directo al apartamento de Valeria, toque la puerta y de inmediato abrieron, era Valeria.
-¡Hola!- me abrazo –pasa, tenemos que elegir que ponernos.
-¿Y tus papás?- pregunte,
-No están, llegan mañana- me sonrió maliciosa.
-¿Y cómo te dejaron quedarte?
-Fácil, estoy en tu casa- me dejo sin palabras, Valeria tenía mucha suerte.
Me jalo del brazo y me llevo a su habitación, me llevo a su closet y lo abrió.
-Elige primero- me dijo.
Tenía que ponerme algo que me hiciera ver mayor, tome una falda negra y una blusa blanca, Valeria tomo un vestido negro con una especie de cinta en la cintura. Elegimos la ropa, los zapatos, nos peinamos y nos maquillamos, y sin darnos cuenta ya eran las 10, Demian y Sebastián ya estaban esperándonos, ambos se quedaron boquiabiertos.
-¿Cómo nos vemos?- pregunto Valeria.
-Increíbles- Sebastián sonrió y se acerco para besarla en los labios.
-Se ven geniales… mayores- comento Demian.
-Gracias- sonreí, me sentía mayor y me veía mayor, con esos tacones alcanzaba la altura de Demian.
-¿Nos vamos?- pregunto Sebastián sonriente.
-Claro- soltamos en coro y reímos.
El camino a “Infinity” fue tranquilo, la noche era nublada, era fresca, el trafico comenzaba a ser un poco molesto, en mi cabeza se libraba una batalla, todo lo que pensaba era en cómo le daba la espalda a todo lo que creía, y en que vería a Danniel, solo por eso iba realmente, dejaba todas mis creencias por un chico, de verdad me estaba comenzado a dar lastima yo misma.
Abrí la ventanilla, necesitaba un poco más de aire, del que me llegaba de la parte delantera del auto.
-¿Todo bien?- pregunto Demian.
-Si…-  solté un suspiro.
-¿Es por lo que me dijiste en la mañana?
-Si- reconocí.
-Aun podemos dar marcha atrás, si quieres.
-No te preocupes estoy bien, esta noche será pura diversión- mentí.
No tardamos mucho en llegar, la gente hacía fila para entrar. Los nervios me invadían ¿Qué tal si nos descubrían?, no quería tener problemas, seguramente mi padre me encerraría de por vida, sin mencionar que me mandaría a una escuela de monjas.
El lugar se veía bastante bien, no muy grande, no muy pequeño, con un enorme letrero encendido que decía “Infinity” con un símbolo de infinito debajo del nombre, el logo estaba iluminado de un rosa al parecer mexicano, y las letras moradas, el lugar era uno de los más comentados en la escuela.
Sebastián hablo con “un gorila” de la entrada, parecían llevarse bien, el hombre vestía unos jeans y una playera negra, se veía bastante intimidante. Sebastián regreso con nosotros.
-Síganme-  tomo la mano de Valeria, Demian hizo lo mismo conmigo y seguimos a Valeria y Sebastián, pudimos entrar. Sentí un poco de lastima por esas personas que estaban paradas esperando entrar.
Las luces se movían de un lado al otro, una enorme pista en frente de nosotros, gente bailando, bebiendo o haciendo ambas cosas, se encontraban frente a mostros, seguimos caminando atravesando el mar de gente. La música era fuerte, sonaba “Who’s that chick?” de David Guetta con Rihanna, intentaba ver a través de la gente, buscándolo, no estaba en la pista. Danniel aun no llegaba o no podía ubicarlo. A quienes si podía ver era a algunos compañeros, de un grado avanzado de mi grado e incluso más chicos.
Pronto había perdido las inhibiciones, comencé a divertirme, bailaba con mis amigos, Demian se veía bastante bien, un pantalón negro y una camisa azul, aunque no se movía mucho, estábamos riendo y bailando, bebimos un poco, yo deje de hacerlo cuando comencé a sentirme mareada. De pronto lo vi a él, a Danniel en una mesa, junto a él Tatiana y otros chicos.
-Esperen- grite para que me escucharan –regreso en un momento.
-¿Adónde vas?- grito Valeria.
No conteste, me limite a señalar el lugar donde estaba Danniel. Comencé a caminar directo a donde estaba Danniel, voltee y Valeria levanto los dedos pulgares como señal de apoyo. Llegue a su mesa, sentía la respiración agitada y el corazón a punto de salirse de mí.
-¡Hola!- grite tratando de que me escuchara. El volteo y sonrió
-Hola Lola- contesto, el aliento alcohólico me dejo en claro que estaba tomando. Me rodeo con el brazo y se dirigió a sus amigos. –Chicos ella es mi amiguita Lola.
La situación era incomoda, solo saludaron con la mano y yo hice lo mismo.
-¿Qué haces aquí?, eres muy pequeñita para estos lugares- su voz mostraba signos de ebriedad, me quede callada, estaba nerviosa, sentía mi pulso ir a mil por hora,
-Yo… estoy…- comencé a balbucear –vine a bailar- por fin articule palabras.
El sonrió y se comenzó a reír, se quedo viéndome un instante, todo era lento nos estábamos viendo a los ojos, quedaba claro que había bebido bastante esa noche, se veía en su sonrisa tonta.
De pronto eso paso, me atrajo hacia él y me beso, sus labios oprimían los míos, yo vacile, no reaccione, pero me deje llevar. Comencé a responder al beso mientras una corriente eléctrica recorría mi cuerpo, el beso tenia sabor a alcohol, ese beso era lo que esperaba desde hace tiempo y a pesar de eso, no fue lo que me esperaba.
Me soltó y siguió sonriendo tontamente, de pronto sus ojos se abrieron como platos, empalideció al verme y salió corriendo.
-Pero qué demonios…- dije confundida, solté un suspiro y regrese con los demás.

Mi cabeza daba vueltas, estaba mareada, llegue con Demian, no escuche lo que dijo, todo se volvió sombras y lo ultimo sentí fue a alguien sosteniéndome.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Capitulo XLVII

Los días pasaron tan rápido como arena entre mis manos, en un abrir y cerrar de ojos, ya era miércoles, no solo cualquier miércoles, miércoles 3 de julio, el día del cumpleaños diecinueve de Danniel.
El día comenzó como los demás, la única diferencia es el cumpleaños de Danniel, el último día de clases y nuestra primera vez en un antro. Al despertar en mi habitación, rodeada de los posters de Demi Lovato, los Jonas Brothers y muchos otros artistas, lo primero que hice fue dejar una publicación en el muro de Danniel: “Feliz cumpleaños Danniel, espero disfrutes tu día, con tus amigos. Ya 19 años te vez mucho más joven” termine la publicación con un icono guiñando.
El camino a la escuela iba bien, tranquilo, silencioso. El silencio se rompió con las palabras de mi papá, que empezó a decir:
-Así, que tienen una fiesta- dijo, sin perder la vista del camino.
-Sí- conteste lentamente.
-¿Y por qué?- pregunto.
-Como que por que pá- intente sonar natural –celebramos el final del segundo año.
-Claro…- no sonaba convencido –no puedo creer, que ya vayas a empezar tu tercer año-. Hubo silencio. –Siento que apenas te llevo a la primaria, con tu mochila de las chicas súper poderosas y tus dos colas de caballo.
-Claro cuando estaba como la enana de atrás- sonreí.
-¡Oye!- grito – ¡Te escuche!, ya soy grande, voy a entrar en segundo de primaria.
Llegue a la escuela, me despedí de mi papá y hermana y baje del auto. Valeria y Demian me esperaban en la puerta, ambos me recibieron con un beso en la mejilla cada uno.
-¿Emocionada?- pregunto Valeria, quien tenía una enorme sonrisa.
-¿Por qué?- actué como si no supiera la respuesta.
-¡Por todo!- comenzó mientras caminábamos –hoy es nuestro ultimo día como estudiantes de segundo año, hoy tu amor platónico cumple años- hizo una pausa y trago saliva –y sobre todo. ¡Porque hoy vamos al “Infinity”- soltó un gritito.
-Wow, estoy tan emocionada- dije con voz apagada, y sin expresión alguna –sabes que la idea aun no me convence del todo.
-Vamos anímate- continuaba Valeria –Danniel estará ahí.
Hubo silencio hasta llegar al salón de clases, el profesor de la primera hora nos dijo que por ser el último día nos dejaría salir durante su clase, cosa de la que nadie se quejo.
-Y bien ¿Demian les dijiste a tus papás que si te dejaban quedarte en casa de Sebas?- pregunto Valeria.
-Claro, de hecho les dio igual- su voz sonaba apagada.
-Y a ti Lola ¿te dieron permiso para quedarte en mi casa?- pregunto la chica del pelo con mechas.
-Bueno conoces a mi mamá- suspire –la respuesta fue un sí.
-¡Genial!- Valeria dio otro gritito y aplaudió. –Lola ya veras, ayer fui de compras y compre unos vestidos ¡Di-vi-nos!- Valeria sonreía emocionada, como una niña pequeña con juguete nuevo.
El resto de la hora fue igual, Valeria hablando de lo bien que lo pasaríamos esa noche, Demian y yo no dijimos mucho, Valeria acaparaba la conversación, por fin la hora acabo y entramos a clase, el último examen (examen de artes) iba a comenzar.
-Ese examen fue pan comido- Demian acomodaba sus lentes. Se acerco a mí en cuanto Valeria fue al baño.
-Tan fácil que tus novias pueden pasarlo sin copiar… eso espero.
-¡Calla!- replico –ahora tendré que borrar esa imagen mental.
-¿Cuál?- pregunte –la de tener unas bocho-novias o la de que ellas pasen sin copiar- lo mire divertida, el me lanzo una mirada asesina.
-Que simpática…
-Ash-  me queje –si bien que te dabas tus besotes con La…
-¡Calla!- me interrumpió. – ¿Te recuerdo quien te decía Lolo?
-¡Calla ya!
La razón era simple alguien me decía así de cariño, Beto, él me había puesto así, claro antes de tener a su “Lau Lau”, me enojaba aun la idea de cómo dos personas que acudieron a nosotros nos hayan tratado así, no era justo, pero como dicen, nunca terminas de conocer a las personas, o en este caso sus intenciones.
-¡Lola!- grito Demian frente a mí, me había perdido de nuevo en mis pensamientos, tanto que ni siquiera note cuando Demian se había levantado y se había puesto frente a mí.
-Perdón… ¿Qué decias?- balbucee.
-Que, qué piensas de lo de esta noche- soltó -¿Cómo te sientes?
-Bien… digo, aun siento que le estoy dando la espalda a todo lo que defiendo, pero…
-¿Pero?
-Pero ustedes estarán ahí, y Danniel también- trate de sonreír y que no pareciera fingido. –Seguro será divertido- sonreí nuevamente.
-Regrese- Valeria hizo una pose – ¿me extrañaron?
 -Como el agua en el desierto- dije sarcástica.
-Mi vida puede seguir ahora- Demian continuo y ambos reimos.
-Ja ja, que graciosos- Valeria hizo una mueca.
El timbre sonó, la hora había acabado. Las “clases” continuaron, era lo típico el resto de las clases, horas libres, actividades cursis tan típicas del último día de clases y claro, no podían faltar los discursos de los maestros diciendo que hemos sido su mejor grupo. Cuando el último timbre sonó, todos salieron emocionados comentando lo que harían en vacaciones, sorprendentemente, habían llegado por mí a tiempo.
-Nos vemos al rato- dije y me despedí con un beso en la mejilla a cada uno.
-Claro, no lo olvides siete en punto- me recordó Valeria.

-No lo olvido- les sonreí y fui corriendo al auto de mi mamá, solo con una cosa en mente, que esta noche sería interesante y que las vacaciones habían comenzado.
The best nights <3

sábado, 7 de diciembre de 2013

Capitulo XLVI

Rain..


-Espera, aun no me queda claro el plan- estábamos acostadas en su cama una vez más. Las gotas de lluvia comenzaron a golpear su ventana. ¡Mi bicicleta!
-Fácil, decimos que te quedaras n mi casa, diremos que iremos a la fiesta de fin de curso.
-Ahora, tenemos algunos problemas que resolver- me senté y la vi directamente a los ojos -¿Qué nos pondremos?
-Te presto algo.
-No tenemos “mucho busto”.
-Usamos relleno.
-Parecemos de catorce.
-Tenemos catorce- agrego –usamos maquillaje y nos ponemos tacones.
-Lo haces ver fácil.
-Lola es fácil- sonaba tranquila, mientras jugaba con su pelo –no has escuchado ese dicho, todo en esta vida tiene solución menos la muerte… y los problemas de algebra esos si son imposibles.
Un relámpago ilumino la habitación, la lluvia caía cada vez más fuerte.
-Genial ahora cuando regrese a mi casa tendré el trasero mojado.
Llame a casa para avisar que llegaría un poco más tarde, mi papá se ofreció en ir por mí, pero no tenía ganas, quería estar con Valeria.
-Oye los chicos van a venir ¿Pedimos pizza?
-Claro- cambiaba canales sin ver nada que me agradara. -¡De peperoni!- grite desde la sala.
La pizza llego, junto con Sebastián y Demian. Valeria pago y dejo la pizza sobre la mesita de la sala. Valeria saludo a Sebastián con un beso suave. Demian se sentó a lado de mí.
-¿Qué tal la “cita”?- pregunto Demian.
-¡Fue genial!- solté una sonrisa –primero…- me interrumpieron.
-¡No!, ¡No le des cuerda!- Valeria grito, estaba abrazada de Sebastián, ambos rieron, Demian también soltó una carcajada.
-No le veo la gracia…- les lance una mirada asesina a todos.
-Bueno, ya, no te sulfures- Demian estaba sonriente –ahora si cuéntame.
Cada uno tomo una rebanada de pizza, mientras le contaba a Demian y al novio de Valeria, acerca de mi cita el día anterior con Danniel.
-… y eso es exactamente lo que paso- le di un último bocado a la pizza.
Tome una rebanada más y le di un buen mordisco.
-¡Esperen!- Valeria grito –lo olvidaba… les tengo buenas noticias, ¡Lola ira con nosotros al “Infinity”!
-¿En serio?- Demian parecía asombrado.
-¿Por qué el cambio repentino?- pregunto Sebastián.
-Por esto- Valeria extendió su celular a su novio.
-Claro… lo imaginaba.
-Ya deberías publicarlo….- solté.
 -Ya lo hice- Valeria sonreía burlona –le tome una captura a la pantalla, y la publique en Facebook, con un mensaje algo así: La razón por la que Lola, ira con nosotros de fiesta el miércoles.
-Eres una maldita- la quería matara con la mirada.
-¡Ay! Es una broma, que delicada- tomo otra rebanada de pizza y le dio una buena mordida.
Sin darme cuenta el tiempo paso como rayo, una visita rápida termino, en una reunión de 8 horas. Me despedí y salí del edificio, eran las 7 de la tarde y ya no estaba nublado. Mi bicicleta seguía mojada. Genial al fin de cuentas si me mojaría el trasero.
Me quite la sudadera y me la amarre en la cintura. Le quite la cadena y la acomode en la bicicleta, subí a la bicicleta y comencé a pedalear directo a casa. La briza era fresca, no tenía más de una hora que había dejado de llover, fui al parque y me detuve ahí un momento. Algo en mí me detuvo, no quería seguir.
Wow, en verdad había elegido ir al “Infinity”, estaba dándole la espalda, a mis creencias y a lo que defendía de cierto modo, aunque me han dicho que debía probar de todo, parecía muy pronto, apenas tenemos 14 años, no quiero ser como los demás, los que siguen todo y a todos por moda. Yo no soy esa chica, que se emborracha y dice “te amo” el primer día, no soy la que quiere perder su virginidad a los tres días de conocer a un chico. No soy de la clase que sale de fiesta, sin embargo… lo hare, lo hare por un chico, un chico muy fuera de mi alcance.
A veces no te conozco Lola.

Solté un suspiro y seguí mi camino a casa, que claro estaba más cerca que antes.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Capitulo XLV

Once de la mañana y el cielo está nublado, no era lo que esperaba para un fin de semana. Valeria me había enviado un mensaje antes, quería que la viera en su casa.
Así que saque mi bicicleta, para ser verano era una mañana fría, me puse una sudadera gris con letras rosas. Subí a la bicicleta y comencé a pedalear, llegar a la casa de Valeria caminando me tomaría casi 30 minutos, la bicicleta, reduciría el tiempo a la mitad, el viento jugaba con mi pelo suelto, estaba feliz, a pesar de que la mañana no era lo que esperaba, pero haber estado con Danniel fue todo eso y más.
El edificio de Valeria, se encontraba más cerca de la casa de Demian que de la mía, baje de la bicicleta y la encadene en el estacionamiento, no quería llegar a casa sin bicicleta. Entre al edificio y fui al elevador, presione el botón y espere a que el elevador bajara. Las puertas se abrieron, dentro se encontraban una pareja de ancianos, ambos me sonrieron y yo les regrese la sonrisa, salieron del elevador, iban tomados del brazo. Entre al elevador y marque el piso 15, el piso de Valeria.
-Vaya me gustaría tener eso algún día- solté un suspiro, mientras las puertas del elevador se cerraban –también me gustaría dejar de hablar sola.
El elevador se detuvo y se abrieron las puertas, salí y camine por el pasillo hasta llegar a la puerta de Valeria, toque la puerta y no tardo mucho en salir.
-Hola Lolo- me dio un beso en la mejilla.
-¿Qué te he dicho sobre decirme Lolo?- le lance una mirada asesina.
-Que me arrancaras los dedos de las manos- me lanzo una sonrisa -¿Te quedaras ahí?, entra.
Entre y cerró la puerta detrás de mí. Llego detrás de mí y me jalo hasta su habitación.
-¿Y tus papás?- pregunte.
-Salieron- se aventó sobre la cama.
-Okay…- me quede en silencio, me senté en la cama -¿Qué tal tu noche?- Valeria se sentó.
-¡Increíble!- me sonrió –te tardaste mucho en preguntar.
-Bueno, pues cuéntame, soy toda oídos.
Valeria me conto como fue esa noche, como se rieron, las bromas, los besos, todo, por un momento sentí que no pertenecía, por no haber estado con ahí, con ellos, mis mejores amigos.
-…lo mejor de todo, fue que le regalaron un auto Lola, ¡Un auto!- termino su relato y se quedo observándome un momento -¿Y bueno que tal la tarde con Danniel?- se acerco a mí y me lanzo una mirada incomoda.
-Bueno… pues… solo… ¡Fue genial!- grite.
-¡Oh Cristo redentor!- Valeria grito de nuevo. – ¡Cuéntamelo todo!, y cuando digo todo, es todo.
Los roles se cambiaban, ahora era yo la que contaba como se había divertido la tarde anterior, Valeria notaba como la felicidad desbordaba de mis palabras. Soltamos un suspiro y nos tumbamos en la cama.
-Sabes lo único malo es que al parecer eso será lo único de la historia entre Danniel y Lola- suspire una vez más.
-Animo amiga, por lo menos ya eres su amiga- Valeria trato de animarme –además no es el fin, míralo como el inicio de “Dola”.
-¿Dola?- mi expresión mostraba confusión.
-Tú sabes Danniel y Lola, como Saleria, Sebastián y Valeria.
-A veces creo que te drogas.
-¡Demonios!- chasqueo los dedos –me has descubierto.
Le arroje una almohada y salimos de la habitación, entramos a la cocina, Valeria se dirigió al refrigerador y saco una jarra, de lo que al parecer era jugo de naranja, tomo dos vasos y sirvió jugo en ambos, me extendió uno, di un sorbo y confirme el sabor.
-¿Qué has pensado acerca de ir al “Infinity”?- pregunto y dio un sorbo al jugo.
-Que realmente es una mala idea.
-Vamos, no seas amargada- dejo su vaso de jugo  en la barra. Comenzó a agitar los brazos y dijo: -Esperaba eso de Demian, pero ¿Tú?- sonaba frustrada –tal vez esto te convenza- saco su celular, al parecer buscaba algo y me lo extendió.
Una publicación, pero no cualquier publicación, una publicación de Danniel: “Este miércoles mi cumpleaños ¡TODOS AL INFINITY!”. Hubo silencio un momento, Valeria y yo nos miramos un momento, sin decir nada.
-¿Entonces?- Valeria estaba impaciente.

-¿A qué hora nos vemos el miércoles?
Good Friends

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?