Los días
pasaron tan rápido como arena entre mis manos, en un abrir y cerrar de ojos, ya
era miércoles, no solo cualquier miércoles, miércoles 3 de julio, el día del
cumpleaños diecinueve de Danniel.
El día
comenzó como los demás, la única diferencia es el cumpleaños de Danniel, el
último día de clases y nuestra primera vez en un antro. Al despertar en mi
habitación, rodeada de los posters de Demi Lovato, los Jonas Brothers y muchos
otros artistas, lo primero que hice fue dejar una publicación en el muro de
Danniel: “Feliz cumpleaños Danniel, espero disfrutes tu día, con tus amigos. Ya
19 años te vez mucho más joven” termine la publicación con un icono guiñando.
El camino
a la escuela iba bien, tranquilo, silencioso. El silencio se rompió con las
palabras de mi papá, que empezó a decir:
-Así, que
tienen una fiesta- dijo, sin perder la vista del camino.
-Sí-
conteste lentamente.
-¿Y por
qué?- pregunto.
-Como que
por que pá- intente sonar natural –celebramos el final del segundo año.
-Claro…-
no sonaba convencido –no puedo creer, que ya vayas a empezar tu tercer año-.
Hubo silencio. –Siento que apenas te llevo a la primaria, con tu mochila de las
chicas súper poderosas y tus dos colas de caballo.
-Claro
cuando estaba como la enana de atrás- sonreí.
-¡Oye!-
grito – ¡Te escuche!, ya soy grande, voy a entrar en segundo de primaria.
Llegue a
la escuela, me despedí de mi papá y hermana y baje del auto. Valeria y Demian
me esperaban en la puerta, ambos me recibieron con un beso en la mejilla cada
uno.
-¿Emocionada?-
pregunto Valeria, quien tenía una enorme sonrisa.
-¿Por
qué?- actué como si no supiera la respuesta.
-¡Por
todo!- comenzó mientras caminábamos –hoy es nuestro ultimo día como estudiantes
de segundo año, hoy tu amor platónico cumple años- hizo una pausa y trago
saliva –y sobre todo. ¡Porque hoy vamos al “Infinity”- soltó un gritito.
-Wow,
estoy tan emocionada- dije con voz apagada, y sin expresión alguna –sabes que
la idea aun no me convence del todo.
-Vamos
anímate- continuaba Valeria –Danniel estará ahí.
Hubo
silencio hasta llegar al salón de clases, el profesor de la primera hora nos
dijo que por ser el último día nos dejaría salir durante su clase, cosa de la
que nadie se quejo.
-Y bien
¿Demian les dijiste a tus papás que si te dejaban quedarte en casa de Sebas?-
pregunto Valeria.
-Claro,
de hecho les dio igual- su voz sonaba apagada.
-Y a ti
Lola ¿te dieron permiso para quedarte en mi casa?- pregunto la chica del pelo
con mechas.
-Bueno
conoces a mi mamá- suspire –la respuesta fue un sí.
-¡Genial!-
Valeria dio otro gritito y aplaudió. –Lola ya veras, ayer fui de compras y
compre unos vestidos ¡Di-vi-nos!- Valeria sonreía emocionada, como una niña
pequeña con juguete nuevo.
El resto
de la hora fue igual, Valeria hablando de lo bien que lo pasaríamos esa noche,
Demian y yo no dijimos mucho, Valeria acaparaba la conversación, por fin la
hora acabo y entramos a clase, el último examen (examen de artes) iba a
comenzar.
-Ese
examen fue pan comido- Demian acomodaba sus lentes. Se acerco a mí en cuanto
Valeria fue al baño.
-Tan
fácil que tus novias pueden pasarlo sin copiar… eso espero.
-¡Calla!-
replico –ahora tendré que borrar esa imagen mental.
-¿Cuál?-
pregunte –la de tener unas bocho-novias o la de que ellas pasen sin copiar- lo
mire divertida, el me lanzo una mirada asesina.
-Que
simpática…
-Ash- me queje –si bien que te dabas tus besotes
con La…
-¡Calla!-
me interrumpió. – ¿Te recuerdo quien te decía Lolo?
-¡Calla
ya!
La razón
era simple alguien me decía así de cariño, Beto, él me había puesto así, claro
antes de tener a su “Lau Lau”, me enojaba aun la idea de cómo dos personas que
acudieron a nosotros nos hayan tratado así, no era justo, pero como dicen,
nunca terminas de conocer a las personas, o en este caso sus intenciones.
-¡Lola!-
grito Demian frente a mí, me había perdido de nuevo en mis pensamientos, tanto
que ni siquiera note cuando Demian se había levantado y se había puesto frente
a mí.
-Perdón…
¿Qué decias?- balbucee.
-Que, qué
piensas de lo de esta noche- soltó -¿Cómo te sientes?
-Bien…
digo, aun siento que le estoy dando la espalda a todo lo que defiendo, pero…
-¿Pero?
-Pero
ustedes estarán ahí, y Danniel también- trate de sonreír y que no pareciera
fingido. –Seguro será divertido- sonreí nuevamente.
-Regrese-
Valeria hizo una pose – ¿me extrañaron?
-Como el agua en el desierto- dije sarcástica.
-Mi vida
puede seguir ahora- Demian continuo y ambos reimos.
-Ja ja,
que graciosos- Valeria hizo una mueca.
El timbre
sonó, la hora había acabado. Las “clases” continuaron, era lo típico el resto
de las clases, horas libres, actividades cursis tan típicas del último día de
clases y claro, no podían faltar los discursos de los maestros diciendo que
hemos sido su mejor grupo. Cuando el último timbre sonó, todos salieron
emocionados comentando lo que harían en vacaciones, sorprendentemente, habían
llegado por mí a tiempo.
-Nos
vemos al rato- dije y me despedí con un beso en la mejilla a cada uno.
-Claro,
no lo olvides siete en punto- me recordó Valeria.
-No lo
olvido- les sonreí y fui corriendo al auto de mi mamá, solo con una cosa en
mente, que esta noche sería interesante y que las vacaciones habían comenzado.
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