-Espera,
aun no me queda claro el plan- estábamos acostadas en su cama una vez más. Las
gotas de lluvia comenzaron a golpear su ventana. ¡Mi bicicleta!
-Fácil,
decimos que te quedaras n mi casa, diremos que iremos a la fiesta de fin de
curso.
-Ahora,
tenemos algunos problemas que resolver- me senté y la vi directamente a los
ojos -¿Qué nos pondremos?
-Te
presto algo.
-No
tenemos “mucho busto”.
-Usamos
relleno.
-Parecemos
de catorce.
-Tenemos
catorce- agrego –usamos maquillaje y nos ponemos tacones.
-Lo haces
ver fácil.
-Lola es
fácil- sonaba tranquila, mientras jugaba con su pelo –no has escuchado ese
dicho, todo en esta vida tiene solución menos la muerte… y los problemas de
algebra esos si son imposibles.
Un
relámpago ilumino la habitación, la lluvia caía cada vez más fuerte.
-Genial
ahora cuando regrese a mi casa tendré el trasero mojado.
Llame a
casa para avisar que llegaría un poco más tarde, mi papá se ofreció en ir por
mí, pero no tenía ganas, quería estar con Valeria.
-Oye los
chicos van a venir ¿Pedimos pizza?
-Claro-
cambiaba canales sin ver nada que me agradara. -¡De peperoni!- grite desde la
sala.
La pizza
llego, junto con Sebastián y Demian. Valeria pago y dejo la pizza sobre la
mesita de la sala. Valeria saludo a Sebastián con un beso suave. Demian se sentó a lado
de mí.
-¿Qué tal
la “cita”?- pregunto Demian.
-¡Fue
genial!- solté una sonrisa –primero…- me interrumpieron.
-¡No!,
¡No le des cuerda!- Valeria grito, estaba abrazada de Sebastián, ambos rieron,
Demian también soltó una carcajada.
-No le
veo la gracia…- les lance una mirada asesina a todos.
-Bueno,
ya, no te sulfures- Demian estaba sonriente –ahora si cuéntame.
Cada uno
tomo una rebanada de pizza, mientras le contaba a Demian y al novio de Valeria,
acerca de mi cita el día anterior con Danniel.
-… y eso
es exactamente lo que paso- le di un último bocado a la pizza.
Tome una
rebanada más y le di un buen mordisco.
-¡Esperen!-
Valeria grito –lo olvidaba… les tengo buenas noticias, ¡Lola ira con nosotros
al “Infinity”!
-¿En
serio?- Demian parecía asombrado.
-¿Por qué
el cambio repentino?- pregunto Sebastián.
-Por
esto- Valeria extendió su celular a su novio.
-Claro…
lo imaginaba.
-Ya
deberías publicarlo….- solté.
-Ya lo hice- Valeria sonreía burlona –le tome
una captura a la pantalla, y la publique en Facebook, con un mensaje algo así:
La razón por la que Lola, ira con nosotros de fiesta el miércoles.
-Eres una
maldita- la quería matara con la mirada.
-¡Ay! Es
una broma, que delicada- tomo otra rebanada de pizza y le dio una buena
mordida.
Sin darme
cuenta el tiempo paso como rayo, una visita rápida termino, en una reunión de 8
horas. Me despedí y salí del edificio, eran las 7 de la tarde y ya no estaba
nublado. Mi bicicleta seguía mojada. Genial al fin de cuentas si me mojaría el
trasero.
Me quite
la sudadera y me la amarre en la cintura. Le quite la cadena y la acomode en la
bicicleta, subí a la bicicleta y comencé a pedalear directo a casa. La briza
era fresca, no tenía más de una hora que había dejado de llover, fui al parque
y me detuve ahí un momento. Algo en mí me detuvo, no quería seguir.
Wow, en
verdad había elegido ir al “Infinity”, estaba dándole la espalda, a mis
creencias y a lo que defendía de cierto modo, aunque me han dicho que debía
probar de todo, parecía muy pronto, apenas tenemos 14 años, no quiero ser como
los demás, los que siguen todo y a todos por moda. Yo no soy esa chica, que se
emborracha y dice “te amo” el primer día, no soy la que quiere perder su
virginidad a los tres días de conocer a un chico. No soy de la clase que sale
de fiesta, sin embargo… lo hare, lo hare por un chico, un chico muy fuera de mi
alcance.
A veces
no te conozco Lola.
Solté un
suspiro y seguí mi camino a casa, que claro estaba más cerca que antes.
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