-¡Fíjate pedazo de imbécil!- grité mientras
intentaba recuperar la postura, buscaba mi celular.
-Lo siento- dijo la otra persona-¿Estás bien
no te paso nada?
Levanté la mirada y me di cuenta de que el
“pedazo de imbécil” con quien acababa de chocar era nada más y nada menos que
Danniel. ¡Cristo redentor!, estaba frente al chico de mis sueños, lo peor es
que le acababa de gritar imbécil.
Sólo comencé a sentir la sangre viajando a mi
cara.
-Descuida no paso nada- dije apenada y algo
sonrojada, por lo que le acababa de gritar, -disculpa por las cosas feas que
dije, no fue mi intención.
-No te preocupes, no hay problema, fue mi
culpa por ir distraído-, dijo sonriendo, esa sonrisa encantadora me mataba,
-tal vez estabas buscando esto, cuídalo bien es de los caros.
-Gracias- tomé el celular.
Por Dios aun estaba reproduciendo “Until
you’re mine” debía estar pensando que era una niñita… pues sí, pero no quería
que viera mi gusto musical de niñita.
-Bien, tengo que irme, de nuevo, discúlpame
una vez más- dije avergonzada.
-Descuida, ¿oye no hay nada que pueda hacer
para recompensarte?- preguntó con la misma sonrisa que me atontaba.
Que seas mi novio.
–Descuida no hay problema.
-Muy bien nos vemos después… creo, como sea,
bye- y salió corriendo.
-Bye cuídate, y ten más cuidado- grité,
mientras lo observaba alejarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario