sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo LXXXVIII:

-¿Ya le avisaste a Sebas de la fiesta?- pregunté.
-Ya.
-Sabes, falta una hora para verme con Danniel y aún estoy en pijama- comenté.
-No te preocupes, yo te ayudo.
La puerta de la habitación se abrió. Era Demian, vestido con unos jeans y una camisa blanca.
-Oh ¿ya salió del convento la hija de lucifer?- pregunto el chico de lentes.
-También me alegro de verte primito- contestó Valeria.
-¿Así piensas ir a la fiesta?
-Por supuesto, es la ultima moda en Paris- contesté con sarcasmo.
-Estábamos a punto de arreglar a Lola, hasta que llegaste a interrumpir- replico Valeria. –Ahora, puedes salir, tengo que arreglar a alguien- refiriéndose a mi.
Sacó a Demian de la habitación, este quejumbroso salió más a la fuerza que por gusto. Valeria cerró la puerta con seguro.
-Muy bien- me miró con malicia –es hora de arreglarte.
Comenzó a revolver las cosas de mi closet, sacando y metiendo prenda tras otra, no sabiendo que elegir.
-¡Eureka!- gritó triunfante.
Me acerco un short azul y una blusa rosa de una sola manga y algo suelta, en conjunto con unos zapatos altos del mismo color que la blusa, que nunca había utilizado y sólo tenia porque me habían sido obsequiados.
-Me voy a romper toda mi…
-Shhh- me interrumpió – sin vulgaridades.
-Confía en mi, yo sé de esto.
-Bueno…
Comencé a cambiarme, en menos de lo que canta un gallo, estaba lista.
Valeria abrió la puerta y dejo a Demian entrar.
-Sólo falta maquillarla.
-Mientras no me hagas ver como una prostituta…
-¿No confías en mi buen gusto?
-Este… ¿cómo te lo digo?
-Eso es un no- añadió Demian.
-Tú cállate- le contesto Valeria.
-¿Por qué no te quedaste con las monjas todas la vacaciones- preguntó Demian.
-Porque la hubieran terminado sacrificando- contesté.
-Bueno ya, Lola, es hora de embellecerte- soltó Valeria.
-Bueno…
Así empezó, comenzó a ponerme maquillaje en la cara, brillo en los labios, sombra y pintura en los ojos y para acabar me arreglo el pelo.
-¡Listo!- aplaudió, como si fuera una pintora y yo fuera su obra maestra.
-¿Cómo me veo?- le pregunte a Demian, que estaba sentado en la orilla de la cama.
-Te ves, como si estuvieras lista, para darle una paliza a alguien.
-¿Qué?- me mire en el espejo que estaba frente a mi. –¡Cristo redentor!, me veo como una delincuente.
-Te ves hermosa- replico.
-¡Me veo como una chola!
Me había aplicado el maquillaje de tal forma que me veía como una chola, me había puesto una sombra muy gruesa, un labial negro y una pintura en los ojos muy oscura y muy extendida. Incluso con un peinado muy alto.
-¡No puedo ir así!- exclame.
-Claro que puedes, te ves como si pertenecieras a los lugares que frecuenta Mateo.
-Valeria tiene un punto- comentó Demian
-Gracias- dijo Valeria, sonaba orgullosa.
-Vayan y díganle eso a ellos, a ver que dicen.
Me metí al baño y me comencé a lavar la cara, quitándome todo lo que me había puesto Valeria, también deshice el peinado. Deje mi cabello suelto y mi cara no tenía rastro alguno de maquillaje, salí del baño y dije:

-Bien, ahora si estoy lista, ¿nos vamos?  

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?