sábado, 22 de febrero de 2014

Capítulo LVI

Mi cabeza comenzó a revolverse, mi estomago comenzó a hacer lo mismo. De repente era como si todo se detuviera, como si dejara de respirar, como si el mundo dejara de girar. Mi mente viajaba a esa escena, trataba de no imaginarlo, incluso me costó trabajo, no me agradaba la idea de mi mejor amiga, en una cama, con un chico, teniendo… ¡Basta no quería seguir pensando en eso!
-…que reaccionaras así, que bueno amiga- Valeria sonrió. Ni siquiera había escuchado lo que estaba diciendo, estaba tan inmersa en mis pensamientos que no note ni siquiera que me comenzaba a doler el cuello, gracias a la posición en la que me encontraba, esas casas eran más pequeñas de lo que recordaba.
-¡Cristo redentor!- grite, de haber podido me hubiera levantado de golpe –pero, pero…- solté una especia de grito, de frustración o de impresión.
Me comenzaba a sentir un poco claustrofóbica.
-¡Por Dios- el drama apenas comenzaba –ni siquiera me estabas escuchando!
-Claro que si… escuche que te desvirgaron.
-Aja- me miro inquisitiva -¿Qué mas dije?
-Que… que…- comencé a divagar –que importa, Dios, Vale estabas ebria…
Me interrumpió con un ruidito.
-No estaba ebria… bueno un poquito, pero igual, ya habíamos acordado la fecha- hizo una pausa –de eso te estaba hablando, cuando parecía que te habías ido.
-Pero, ¿Por qué no me dijiste antes?- mi tono no era de reproche, era de decepción. -¿Acaso no nos contamos todo?
-Lola, no te dije esto antes, no porque no quisiera, sino porque sabía cómo reaccionaria.
-Pero somos mejores amigas, nos contamos todo- sentía que mi vida era un constante déjà vu, y que el drama de Sebastián nunca terminaría.
Hubo silencio de nuevo.
-Vale, ya, perdón, es que no me hago a la idea de que hayas dejado de ser virgen- así era, no podía creer que ella y yo jugábamos en casitas como esta cuando éramos pequeñas, habían pasado años, incluso las casitas no eran las mismas, pero yo sentía que había sido hace poco, sin embargo había pasado mucho tiempo, y al igual que las casitas nosotras tampoco éramos las mismas. –No volvamos a pelar no de nuevo.
Hubo otro silencio más, si se seguían repitiendo me volvería loca. Finalmente dio un suspiro y comenzó a hablar.
-Está bien, perdonada, además si no pudiera hablar contigo de esto ¿con quién lo haría? ¿Demian?
-¿Por lo menos te cuidaste?
-¡Pues claro!- me ofendes. –Ya relájate, como dicen las bochos “YOLO”
-Si claro, su maldito “YOLO” les pedirá el coche en dieciséis años.
Me preguntaba cómo habría sido, ¿le preguntaba?, no, no lo hagas.
-Cuéntame cómo fue, ¿te dolió?- demonios.
-Un poco, pero… me gusto- al mismo tiempo que su voz reflejaba alegría, sonaba a otra cosa, arrepentimiento tal vez.
No dije nada, aun me costaba asimilar todo. Sentía el espacio de la casita, se reducía cada vez más.
-Salgamos de aquí, no aguanto más- dije y di un resoplido.
Finalmente fuera, me estire lo más que pude, haber estado dentro de esa pequeña casa, había sido algo de lo mas incomodo.
Subí de nuevo a mi bicicleta, que había dejado a lado de la pequeña casita, para observarla por las pequeñas ventanas, me subí y comencé a pedalear lentamente para mantener el ritmo de Valeria.
-Entonces…- hizo una pausa -¿te gusta Mateo?
-Eso creo- solté un suspiro.
Valeria dio otro grito, uno fuertísimo.
-Espera… Danniel quiere hablar contigo, que tal si también le gustas- ni siquiera había pensado en eso.
-Eso es imposible, solo debe querer disculparse… eso, se quiere disculpar.
-¿Por qué no lo hizo por mensaje?
-Tal vez quiera hacerlo en persona.
-Bueno, supongamos que es así, pero no has pensado en que tal vez le gusto el beso.
-Estaba ebrio, apuesto a que ni lo recuerda.
-¿Cómo es que quiere disculparse?
Demonios, piensa, piensa…
-… evidencia- solté, no tenía sentido alguno –pudieron haber tomado fotos como tú.
-Bueno… si, pero…
-Pero nada, no le gusto, si me disculpas, me voy.
-Muy bien, ¿skype al rato?

-Claro- le di un beso y me aleja en la bicicleta.
Oloy: Only Losers Obey Yolo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?