sábado, 1 de febrero de 2014

Capitulo LIII

"A man may lose the good things of this life against his will; BUT IF HE LOSES THE ETERNAL BLESSINGS, HE DOES SO WITH HIS OWN CONSENT." ~ Augustine


Valeria se quito el short, dejando descubierto su bikini, al igual que la parte superior era azul, corrió hacia Sebastián, quien comía una papa frita, lo persiguió por el lugar hasta que lo arrojo al agua, Sebastián le jalo una mano y la tiro dentro del agua, Demian se mantuvo en una silla, viéndolos sin expresión alguna. Mateo, los imito y se zambulló, su melena castaña húmeda relucía cuando saco la cabeza del agua, por alguna razón su sonrisa me cautivaba aun más.
-Ven- grito, al parecer se dirigía a mí.
-Esta fría- conteste divertida.
-Anda- me animo –no sabrás hasta que no te metas.
Me acerque a la orilla, metí un pie para comprobar la temperatura del agua, al notar que estaba extremadamente fría lo retire en seguida, pero una mano me jalo, causando que me sumergiera en el agua, fue Valeria, debí haberlo imaginado.
Por un momento creí que me ahogaría, pero salí a flote, tome una gran bocanada de aire y abrí los ojos, cerca de mí, estaba Mateo que se acercaba a mí, yo comencé a tiritar, no sabía si de frio o la presencia de Mateo me ponía así.
-¿Frio?- pregunto con una sonrisa de lado, sus ojos se veían más brillantes, su hermoso color miel se intensificaba. ¿De verdad me comenzaba a gustar?
-Algo…- se estaba acercando, note que me ponía nerviosa.
-Puedo ayudar… digo si tu quieres- su tono me puso aun más nerviosa, no sé a qué se refería con eso de ayudar, bien podría ser un consejo o bien… podría violarme y tirar mi cuerpo sin vida en un rio.
-Está bien- dije nerviosa.
Entonces se acerco y me abrazo, un abrazo cálido a pesar de la temperatura del agua, me miro a los ojos y lanzo una sonrisa que me mataba (nuevamente), note que el calor invadía mi rostro, me estaba sonrojando.
-¿Mejor?- pregunto.
-Mejor- conteste, casi ida.
Iba a decir algo, lo note, pero se vio interrumpido por Sebastián animando a Demian a entrar.
-Vamos entra- gritaba el chico de los risos caídos, su pelo rizado se veía casi lacio con el pelo húmedo.
-No gracias, prefiero solo ver- contesto Demian con tono imperceptible.
-No seas amargado y ven.
-No.
-Bueno no me dejas alternativa.
Sebastián y Valeria salieron de la piscina, tomaron a Demian de un brazo cada uno, este intento forcejear, pero no pudo contra esos dos, lo lanzaron contra su voluntad a la piscina, este se tuvo que quitar su playera, mostrando su cuerpo, algo que por el tiempo de conocerlo sabia que le incomodaba.
Paso el rato, Demian no parecía incomodo, se estaba llevando bien con Mateo, evitando hacer mal tercio con Valeria y Sebastián. Estábamos pasando un rato excelente, aunque de la nada, apareció la imagen de Danniel en mi mente, de la nada solté un suspiro, ¿Por qué su imagen me acechaba?
Valeria no tardo en comenzar a preparar bebidas alcohólicas acompañadas de botanas, el cielo azul pronto se convirtió en gris, las nubes, cubrieron el sol, una fina lluvia comenzó a descender.
-Creo que deberíamos salir- dijo Demian.
-¿Por qué?- pregunto Valeria. –Ya estamos mojados.
-Eso es… un buen punto- el chico siguió nadando.
-¿No te regañaran, por beber alcohol?- pregunto Sebastián que se encontraba muy cerca de mí.
 -No creo que se enteren- suspire, -pero igual, siento que estoy abofeteando todas mis creencias- últimamente lo hacia mucho.
-Vamos, salir un poco de la rutina no hiere a nadie.
Se equivoca, salir de la rutina puede herir a la gente, me hirió a mí.
-Si te contara…- susurre, un susurro casi imperceptible, tanto que posiblemente no lo escucho.
-¿Si me contaras qué?- o tal vez sí.
-Nada, nada, olvídalo, estaba pensando en voz alta.
El resto de la tarde fue tranquilo, Valeria y Sebastián fueron los primeros en irse, Valeria se veía un poco ebria, no completamente, pero el alcohol la estaba afectando, Mateo y yo nos quedamos un rato más, para ayudar a Demian a limpiar.
-Gracias por quedarse- dijo Demian mientras cerraba una bolsa negra de basura.
-De nada- le dedique una sonrisa. –Pero, nos tenemos que ir, gracias por invitarnos- invitarme, técnicamente Mateo era un gorrón.
Le di un beso en la mejilla, Mateo se despidió de Demian con un apretón de manos. Al salir de la casa de Demian la lluvia parecía intensificarse, entramos a la seguridad de la camioneta de Mateo, el trayecto fue tranquilo, hablamos de cómo mis amigos y él se habían llevado bien, al llegar a casa la lluvia se había se había convertido en una fina brizna, que caía lentamente, baje de la camioneta, logrando que algunas gotas cayeran sobre mí.
-Gracias por la invitación- dijo Mateo desde su asiento.
-De nada- le dedique una sonrisa –bueno, nos vemos mañana- entre de nuevo, le di un beso en la mejilla y cerré la puerta de un portazo.
Mi tarde resulto tranquila, nada más que hacer que ver películas, “Crepúsculo” y una película de terror, que realmente no me dio miedo. Cuando me había dado cuenta, ya eran las diez de la noche, aun tenia sueño, era temprano… y en vacaciones.

Gracias a mi notoria falta de sueño, tome mi laptop y me dispuse a perder el tiempo en internet, lo primero que hice fue entrar en skype, no había nadie conectado… pff. Entre a Facebook, esperando encontrar algo interesante, estuve vagando por perfiles de amigos alrededor de 10 minutos, hasta que la ventana del chat me sorprendió, con un “Hola” y todo en ese día cambio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?