Un lugar
lleno de luces y de humo apareció a mí alrededor, pronto note que las luces
eran carteles luminosos con forma de rayo y estrella. Tenían colores rosados y
azules, no entendía donde estaba, el humo se empezó a dispersar y apareció un
público, muchas personas, me miraban, pero ¿Qué esperaban de mí?, no tenía un
micrófono, mi ropa había pasado a ser un vestido negro, muy corto para mi
gusto. No sabía qué hacer, podría contar chistes, pero me arrojarían tomates o
algo peor, de entre las sombras apareció Danniel, música comenzó a sonar, la
gente comenzó a gritar, parecían emocionados, de pronto Danniel me tomo por los
brazos, me atrajo hacia él y sucedió me beso y todo se comenzó a nublar.
Comencé a
dar vueltas sobre una cama, una cama que no era mía, abrí los ojos lentamente,
la oscuridad se empezó a desvanecer.
-Buenos
días bella durmiente- dijo Valeria.
-Ehh- me
queje -¿Dónde estoy?, ¿Qué paso?
-No mucho-
se sentó sobre la cama –te desmayaste.
-Creí que
había sido un sueño.
-Te
refieres a esto- me extendió su celular, lo veía y no lo creía. No fue un
sueño, fue de verdad, examinaba la imagen, un beso, Danniel y yo, besándonos.
-Oh por
Dios…
-¡Lo hiciste!-
grito emocionada –lo besaste.
-Estaba
ebrio- sentí decepción al decir eso, siempre había querido un beso de Danniel,
pero en otras circunstancias, con él en sus cinco sentidos.
Note un
gruñido, era mi estomago, también note que llevaba la misma ropa, que la noche
anterior.
-¿Qué
hora es?
-La once
de la mañana- contesto Valeria –te he estado esperando para desayunar.
-Gracias-
sonreí.
Salí
descalza de la cama y la seguí, Valeria puso música, conectando su celular a un
estéreo de la sala, comenzó a sonar “El sexo y el amor” de Paty Cantú. Valeria
comenzó a cantar cambiando la letra:
-“…él
diecinueve y ella catorce”
-Ya
cállate.
En la
cocina comenzó a sacar cosas del refrigerador, leche y algo de fruta. Comenzó a
picar fresas y kiwis, los vació dentro de una licuadora, puso leche, vertió
leche, y los licuo todo junto, el resto de la fruta la pico y la sirvió en 2
platos. También había un plato con hot cakes, y me guiño un ojo.
-¿Y qué
planeas hacer?- dijo Valeria, antes de llevarse un trozo de mango a la boca.
-¿Con
que?
-¡Duuh!,
Danniel- dio un trago a la bebida de un rosa pálido –después de ese beso, las
cosas no se pueden quedar así.
-Mira, no
pasara nada- deje el tenedor en la mesa –no me beso en sus cinco sentidos, me
beso porque estaba ebrio… no porque yo le guste…- decir eso fue difícil, como
si me clavaran un puñal.
Cambie el
tema y el desayuno fue más silencioso, me bañe y cambie de ropa, un pants rosa
y una sudadera gris, mi papá llego casi a la una de la tarde. El día estaba
bien, hacía calor, pero un calor soportable. Un recuerdo de la noche anterior
atravesó mi cabeza y solo solté un suspiro, sin pensar, que el verano apenas
comienza.
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