sábado, 18 de enero de 2014

Capitulo LI

Me tire sobre mi cama, estaba feliz, una felicidad inexplicable, sin razón alguna. Solo porque si, mande un mensaje a Valeria para comprobar si aun estaba despierta, cosa que era así. Tome la laptop y la encendí, mientras cargaba el sistema operativo yo me despoje de la ropa y me puse el pijama.
Cuando termino de cargar entre a Skype, Valeria no tardo ni un minuto en llamarme, acepte con video llamada.
-Hola tú- me saludo.
-Hola.
-Me encanta el atuendo que elegiste para tus vecinos… muy rosado y con ositos- se río.
-Que simpática- suspire.
-Gran suspiro- dijo -¿Qué pasa? ¿Ya hablaste con Danniel?
-No… no hay señales de él.
-¿Pero?
-Pero el vecino esta guapísimo, debiste verlo- lo dije con una sonrisa.
-¿Cómo se llama?- pregunto.
-Mateo- respondí.
-¿Cómo es?
-Alto, más alto que Danniel…
-Cualquiera es más alto que Danniel- se río y yo me reí con ella.
-¿Insinúas que esta chaparro?
-Mi novio es menor que él… y está más alto.
-Ash.
-Bueno continua- sonrió maliciosa.
-Tiene un piercing, su pelo es castaño claro y sus ojos son hermosos, color miel.
-Wow…- hubo silencio –hablas de él como si te gustara… espera ¡¿Te gusta?!- sonó alarmada.
-No… ¡no sé!
-Que romántico, amor a primera vista- suspiro.
-¡Calla!- replique. –Apenas lo conozco.
-Ya nos vi, a ti con Mateo y yo con Sebastián, en una cita doble.
-No sé porque te sigo contando estas cosas a ti.
-Porque Demian, se tiene que dormir a las 8.
Le saque la lengua, terminamos hablando de cosas sin importancia, de las vacaciones, compañeros y otras cosas, mientras hablábamos entre a Facebook, dentro vi una notificación:
“Mateo Bretón te ha agregado como amiga”
-Valeria cállate- la interrumpí mientras hablaba de sus planes con Sebastián.
-¿Por qué?- pregunto desconcertada.
-Mateo, me acaba de agregar como amiga.
-¡Oh por Dios le gustaste!- dio un gritito.
-No exageres… posiblemente me agrego porque aun no tiene amigos.
-Claro que si Lola, claro que si- dijo sarcástica –me voy a dormir cuídate, descansa y sueña con Mateo- me lanzo un beso y colgó.
Se desconecto al instante, seguí en Facebook y acepte su solicitud de amistad. Entre a su perfil y comencé a ver publicaciones, publicaciones de sus amigos de su vieja ciudad, videos, varias cosas. Su foto de perfil: él abrazando una patineta, al parecer ama patinar, la mayoría de sus fotos son él en una patineta, o con una.
Cada foto que veía me gustaba más, ahora no solo me sentía la stalker de Danniel, me sentía la stalker de Mateo. ¿Si de verdad me gusta? ¿Es posible que te gusten dos personas al mismo tiempo?
Una ventana del chat se abrió, un hola apareció… ¡Mateo me saludo!, di una vuelta sobre mí misma, no me había emocionado así por otra persona que no fuera Danniel.
“Hola” fue mi respuesta, cuando teclee apenas toque las teclas.
“¿Qué haces?” otro mensaje.
“Nada solo… perdiendo el tiempo. Y tú?”
La conversación había comenzado, hablamos de varias cosas, en menos de dos horas lo conocí, supe que su color favorito era el azul, es skater (por si aun había dudas), le gusta todo tipo de música, sobre todo la independiente, la conversación duro dos horas, termino con la promesa de mostrarle el lugar por estos días, empezando al día siguiente, sin duda el verano apenas empezaba y empezaba de una forma interesante.
Despertar, sin la necesidad de un despertador era placentero de cierta forma, era excelente despertar a las 10 de la mañana, salí de la cama y me dirigí a la cocina, mi hermana estaba sentada, en el centro de la sala, con un plato de cereal, miraba una especie de programa educativo. Tome el cereal, y saque leche del refrigerador. Saque una cuchara limpia. Me fui a la sala y me senté a lado de mi hermana.
-¿Qué vez enana?- pregunte. Me lleve una cucharada de cereal a la boca.
-¡No soy enana!- reclamo –veo Dora.
-Ok…- el teléfono sonó interrumpiendo la corta conversación.
Me levante a contestar, procurando no hacer un desastre con el plato de cereal, conteste lo más rápido posible, no imaginaba quien podía llamar tan temprano… en vacaciones.
-Bueno- conteste -¿Quién habla?
-¿Quién más?- dijo una voz femenina al otro lado de la línea –Valeria- soltó un suspiro –llame a tu celular pero nadie contestaba, en fin- cambio su tono de voz a uno más tranquilo. –Vamos a hacer algo en casa de Demian, y te llame para avisarte hoy, a la una.
-No sé- dije –le prometí a Mateo que le mostraría el lugar.
-Uhhh Mateo- comenzó burlona –Mateo y Lola, se aman, se basan, se…
-¡Basta!- la interrumpí.
-No te hagas, te gusta- hubo una pausa. -¡Ya sé!- grito al otro lado de la línea -¿Por qué no lo invitas hoy?
-¿No querrás ligártelo, cierto?- pregunte.
-¿Yooo?- dijo de forma exagerada -¡Por Dios Lola!- grito. -¿Por quién me tomas, una bocho?- sonaba ofendida –yo respeto a mi chinitos- me hubiera encantado ver su expresión al momento de decir todo eso. –En fin, ¿iras o qué?
-No sé…- dude.
-Vamos anímate e invítalo.
Pensé un momento, ¿de verdad me gustaba Mateo? ¿Debería invitarlo con mis amigos?
Tenía al menos tres horas para decidir, mi cita con Mateo será hasta las dos de la tarde, invitarlo con mis amigos no sería muy rápido… pero rápido ¿para qué?, mi cabeza tenía un conflicto. Me quede sentada un momento, pero rápidamente regrese en sí y subí rápidamente las escaleras. Mi celular estaba en el mismo lugar, lo tome y note las llamadas perdidas de Valeria.
Baje a terminar mi desayuno con el celular en la mano, mi hermana seguía viendo televisión.
-Oye ¿Dónde está mamá?- pregunte, apenas había notado su ausencia.
-Fue de compras, no creo que tarde- mi hermana respondió sin quitar la mirada de la televisión.
Tome mi plato de cereal y me senté junto a ella, no había puesto tanta atención en su pelo lacio, que llevaba hasta los hombros, un pelo castaño de un tono más claro que el mío. Sin darme cuenta, ya había devorado todo el contenido del plato.
-¿Quién hablo por teléfono?- pregunto Sofía, nuevamente sin quitar la mirada de la tv.
-Vale.
-Ah- contesto, llevándose una cucharada de cereal a la boca.
Me levante del suelo, tome el plato de cereal y lo deje en el fregadero, mi hermana por fin se levantaba, había terminado su programa, dejo su plato sobre el mío. Se dirigió nuevamente a la sala, mientras cantaba una especie de canción que no pude distinguir. La seguí hasta la sala donde me senté con ella nuevamente en el suelo, ahora el control estaba en mis manos, me puse a cambiar los canales sin encontrar nada que me agradara.
La puerta se abrió, una mujer entro, mi mamá, para ser precisos. Entro con dos bolsas, iba vestida de forma deportiva. Una sudadera y unos pants rosados, (incluso para hacer ejercicio tenía que verse bien), una banda alrededor de su frente era lo único que no era rosa.
-Ya estas despierta- me sonrió.
-No, soy una proyección astral, mi cuerpo físico sigue durmiendo- dije sarcástica.
-Muy simpática…- comenzó a sacar el contenido de las bolsas.
-Claro, yo siempre- sonreí. –Oye, Demian me invito a nadar a su casa, ¿puedo ir?
-¿A qué hora?- pregunto.
-A la una.
Se quedo callada un momento, el silencio que había me mataba. Finalmente sonrió y dijo:
-Pero por supuesto, ¿Cómo crees que no te daría permiso?- sonrió nuevamente.
-¡Gracias!- exclame y le di un sonoro beso. –Bueno me voy a arreglar- y salí de la cocina, corriendo a mi habitación.
Entre en mi habitación, y mi celular sonó, una notificación de Facebook había llegado, un mensaje en el chat. Un saludo de Mateo, desbloquee rápidamente la pantalla para saludarlo, un solo hola, me había hecho sonreír, me gustaba hablar con él, a pesar de que tenía menos de 24 horas de conocerlo.
“Lista para esta tarde?” era el contenido del mensaje de Mateo.
 “De hecho quería hablar de eso, mis amigos me invitaron a nadar, me preguntaba si te gustaría acompañarme” mis dedos temblaban un poco esperando la respuesta.
“No lo sé. Qué tal si no les agrado?”
“No seas tonto, claro que les agradaras”
“Mmm, está bien, por ti… a qué hora nos vemos?”
“Paso por ti, antes de la unaJ
La conversación termino rápido, no hubo mucho más que decir. Me tumbe sobre la cama, cerré los ojos y sonreí.

Pantone Instant Crush, Awwwww :3

Rápidamente me di cuenta de que aun estaba en pijama, salí de mi habitación y me dirigí al baño.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?