La lluvia
se intensifico en poco tiempo, él estaciono su camioneta fuera de mi casa,
ambos estábamos sin decir nada, le di un beso en la mejilla y salí corriendo
directo a mi casa.
Me
encontraba frente a la puerta principal, viendo como Mateo, se iba a su casa,
que claro no estaba a más de diez pasos. Coloque la llave y abrí la puerta,
empujando poco a poco, pude sentir como el calor escapaba de la casa, tal como
si fuera un animal salvaje buscando libertad.
Adentro
pude notar una gran tranquilidad, nadie se encontraba en casa, caminando un
poco más a la cocina, note una nota pegada al refrigerador.
“Lola, tu
hermana y yo salimos, la lleve a jugar con una de sus amiguitas, volvemos mas
tarde. Besos”.
Arranque
la nota, sólo para notar que había otra nota debajo
“PD: Hay
comida en el refrigerador por si te da hambre”
Hice
bolas la nota y la tire en el bote de la basura. Comer era lo que menos quería,
sentía un nudo en el estomago.
Subí a mi
habitación y me arroje a la cama.
-¡Demonios!-
exclame. –Olvide mis cosas en la camioneta de Mateo.
Resople y
me levante de la cama, me quite los tenis húmedos y los arroje a un rincón, me
acerque al estero y puse la radio, comenzó a sonar “Mediocre” de Ximena
Sariñana.
Genial
justo como me sentía, mediocre, porque no entendía a Mateo ni a Danniel, y lo
que es peor, no me entendía a mi misma.
Subí al
volumen al máximo y me metí a la regadera.
El agua
se sentía muy bien sobre mi, el calor que emanaba, se sentía bien, casi me
hacia olvidar mis conflictos.
Estúpidos
hombres, dicen que nosotras somos las complicadas, pero ellos son mas difíciles
que las ecuaciones.
Termine
de ducharme y entre a mi habitación, me puse algo cómodo y encendí la laptop,
le baje a la música, que en ese momento para mi sólo era ruido, no conocía
ninguna canción, así que finalmente me decidí a apagar el estéreo.
Me lance
a la cama y tome la laptop, abrí Facebook y skype, en cuanto el programa se
abrió, apareció una notificación, una llamada entrante de Demian, acepte la
llamada con la opción de Video.
-Hola-
dije desganada.
-Qué hay-
dijo el chico, note como no llevaba los lentes.
-Te ves
extraño sin los lentes.
-Era para
salir de la rutina, ¿qué tal tu día?
Me quede
callada y solté un suspiro.
-Eso es
un no tan bien.
-Mira, te
contare…
Así
comencé a explicarle todo lo que paso aquel día en el parque de diversiones,
desde que llegamos, mis arranques de celos, hasta el beso en la rueda de la
fortuna.
-Y
básicamente eso fue lo que paso.
-Suena
como un capítulo de Gossip Girl.
-¿Ves
Gossip Girl?
-No… sólo
que suena como uno.
-Okay.
-Entonces
¿qué planeas hacer?- me interrogo el chico.
-¿Debería
saberlo?
-Este…
sí, pensando que tú eres la del problema- a veces me sentía como una idiota
cuando hablaba con Demian.
Comenzamos
una pequeña pelea, de porque debería o no, saber como actuar ante esta
situación, no duro mucho, pues Demian se fue a algún compromiso con sus padres.
Entre a
revisar Facebook, en las primeras publicaciones de la pagina de inicio,
encontré una publicación de Mateo de no más de 20 minutos:
“Alguien
calle a las voces por favor”.
No tenia
sentido, por lo menos no para mi ¿de qué voces habla?, ¿a qué se refiere?
Otra cosa
que pude notar eran dos mensajes, abrí el primero, era Danniel:
“Lola… eh
hola, ¿cómo estas?, ¿qué tal va todo?... mira no sé que decir o que hacer, creo
que necesitamos hablar, ¿quieres hacer algo? ¿qué te parece el domingo?, bueno,
si aceptas contéstame lo antes posible”
Genial,
parecía que Danniel y Mateo competían por ver quien me confundía más, y el
marcador era un empate.
Abrí el
segundo mensaje, era Mateo:
“Perdón
por lo de esta tarde, en serio a veces soy… un idiota… no sé que hacer o que
decir, me gustaría enmendar las cosas, hay una fiesta increíble, ¿recuerdas el
lugar dónde te lleve la primera vez que salimos?, es ahí. Más tarde te envió la
dirección, si gustas puedes llevar a tus amigos”.
Y si
Mateo y Danniel estuvieran compitiendo, ya tendríamos un ganador.
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