sábado, 18 de octubre de 2014

Capítulo LXXXIII:



La lluvia se intensifico en poco tiempo, él estaciono su camioneta fuera de mi casa, ambos estábamos sin decir nada, le di un beso en la mejilla y salí corriendo directo a mi casa.
Me encontraba frente a la puerta principal, viendo como Mateo, se iba a su casa, que claro no estaba a más de diez pasos. Coloque la llave y abrí la puerta, empujando poco a poco, pude sentir como el calor escapaba de la casa, tal como si fuera un animal salvaje buscando libertad.
Adentro pude notar una gran tranquilidad, nadie se encontraba en casa, caminando un poco más a la cocina, note una nota pegada al refrigerador.
“Lola, tu hermana y yo salimos, la lleve a jugar con una de sus amiguitas, volvemos mas tarde. Besos”.
Arranque la nota, sólo para notar que había otra nota debajo
“PD: Hay comida en el refrigerador por si te da hambre”
Hice bolas la nota y la tire en el bote de la basura. Comer era lo que menos quería, sentía un nudo en el estomago.
Subí a mi habitación y me arroje a la cama.
-¡Demonios!- exclame. –Olvide mis cosas en la camioneta de Mateo.
Resople y me levante de la cama, me quite los tenis húmedos y los arroje a un rincón, me acerque al estero y puse la radio, comenzó a sonar “Mediocre” de Ximena Sariñana.
Genial justo como me sentía, mediocre, porque no entendía a Mateo ni a Danniel, y lo que es peor, no me entendía a mi misma.
Subí al volumen al máximo y me metí a la regadera.
El agua se sentía muy bien sobre mi, el calor que emanaba, se sentía bien, casi me hacia olvidar mis conflictos.
Estúpidos hombres, dicen que nosotras somos las complicadas, pero ellos son mas difíciles que las ecuaciones.
Termine de ducharme y entre a mi habitación, me puse algo cómodo y encendí la laptop, le baje a la música, que en ese momento para mi sólo era ruido, no conocía ninguna canción, así que finalmente me decidí a apagar el estéreo.
Me lance a la cama y tome la laptop, abrí Facebook y skype, en cuanto el programa se abrió, apareció una notificación, una llamada entrante de Demian, acepte la llamada con la opción de Video.
-Hola- dije desganada.
-Qué hay- dijo el chico, note como no llevaba los lentes.
-Te ves extraño sin los lentes.
-Era para salir de la rutina, ¿qué tal tu día?
Me quede callada y solté un suspiro.
-Eso es un no tan bien.
-Mira, te contare…
Así comencé a explicarle todo lo que paso aquel día en el parque de diversiones, desde que llegamos, mis arranques de celos, hasta el beso en la rueda de la fortuna.
-Y básicamente eso fue lo que paso.
-Suena como un capítulo de Gossip Girl.
-¿Ves Gossip Girl?
-No… sólo que suena como uno.
-Okay.
-Entonces ¿qué planeas hacer?- me interrogo el chico.
-¿Debería saberlo?
-Este… sí, pensando que tú eres la del problema- a veces me sentía como una idiota cuando hablaba con Demian.
Comenzamos una pequeña pelea, de porque debería o no, saber como actuar ante esta situación, no duro mucho, pues Demian se fue a algún compromiso con sus padres.
Entre a revisar Facebook, en las primeras publicaciones de la pagina de inicio, encontré una publicación de Mateo de no más de 20 minutos:
“Alguien calle a las voces por favor”.
No tenia sentido, por lo menos no para mi ¿de qué voces habla?, ¿a qué se refiere?
Otra cosa que pude notar eran dos mensajes, abrí el primero, era Danniel:
“Lola… eh hola, ¿cómo estas?, ¿qué tal va todo?... mira no sé que decir o que hacer, creo que necesitamos hablar, ¿quieres hacer algo? ¿qué te parece el domingo?, bueno, si aceptas contéstame lo antes posible”
Genial, parecía que Danniel y Mateo competían por ver quien me confundía más, y el marcador era un empate.
Abrí el segundo mensaje, era Mateo:
“Perdón por lo de esta tarde, en serio a veces soy… un idiota… no sé que hacer o que decir, me gustaría enmendar las cosas, hay una fiesta increíble, ¿recuerdas el lugar dónde te lleve la primera vez que salimos?, es ahí. Más tarde te envió la dirección, si gustas puedes llevar a tus amigos”.

Y si Mateo y Danniel estuvieran compitiendo, ya tendríamos un ganador.

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En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?