-¿Qué
dijiste?-La sorpresa me invadía, no
podía creer que alguien como Demian, dijera que si, así sin pensar.
-Que sí-
contestaba sereno -¿Por qué la sorpresa?
-Porque
eres el rey de lo aburrido- se me adelanto Valeria a contestar.
-Sin
ofender primo, pero creímos que tu serias el que diría que no- la confusión en
la cara de Sebastián era notoria, a decir verdad todos lo estábamos –incluso
teníamos un plan de cómo convencerte, ¿Por qué la decisión?
-Pues,
tenemos 14, es lo que todos los de 14 años hacen, ir a “Infinity” es como
nuestro rito de paso.
-¿Rito de
paso a qué?- pregunte, ahora estaba completamente confundida.
-A
nuestra adolescencia, digo hay que probar de todo- se acomodaba los lentes y
tomaba su libro –además como dicen “CHOLO”.
-Demian
es YOLO- esperaba a despertar en cualquier momento –bueno ustedes pueden ir, yo
me quedo- definitivamente no era otro sueño bizarro.
-Vamos
Lola, pareces mi abuelita- Valeria se sentó a lado de mi –y mira que ella se
divierte más que tú.
-Entonces
invítala a ella.
-¡Lola!
¿Qué tiene de malo?- pregunto Valeria.
-En
primera, tendríamos que mentir para poder ir- comenzaba a irritarme un poco –en
segunda tenemos catorce, no nos vemos mayores, ahora díganme ¿cómo arreglamos
eso?
-En
primera existe algo llamado mentiras piadosas o podríamos intentar otra cosa-
Valeria comenzaba a jugar con el servilletero –en segunda, existe algo llamado
maquillaje, tacones altos y relleno de brasier.
-Claro…-
cubría mi rostro con las manos y movía la cabeza de un lado a otro. Valeria
cada vez me sorprendía más. –Vale a veces me pregunto porque me junto contigo.
-Porque
me amas- sonreía descaradamente.
-Si te
digo que tu crush puede estar ahí, ¿te animarías?- Sebastián se metió.
-¿Y tu
como sabes que Danniel frecuente el “Infinity”?- pregunte, la verdad tenía un
poco de curiosidad,Demian, solo nos veía al parecer se divertía con la
discusión.
-Facebook-
el chico del pelo rizado me miraba, esperaba una respuesta –entonces, ¿Qué dices?
-Digo que
si sigues perdiendo el tiempo aquí te despedirán, yo lo haría- sonreí.
-Mi turno
termino hace rato- me regreso la sonrisa, parecía más bien una sonrisa burlona
-¿entonces?
-Entonces
lo pensare- voltee a ver a Demian -¿Podemos comenzar a estudiar?, en serio no
quiero reprobar física.
El repaso
no duro más de dos horas, trataba de evitar el tema del antro, no tenía ganas
de “festejar” ya que realmente no había motivo alguno para celebrar. Cuando
terminamos de estudiar, Valeria estiro los brazos en forma de victoria, Demian
cerró su libro y soltó un suspiro.
-¿Cuál es
el plan para mañana?- pregunte –escuche que hay una película muy buena…-
Valeria me interrumpió.
-Lola, no
podemos, mañana es la graduación de Sebas.
-Oh…
bueno solo seremos tu y yo Demian- voltee a verlo.
-Lo
siento, yo también iré.
-Oh, ok-
sonreí –no hay problema.
-Si
quieres, también puedes venir- soltó Sebastián, parecía que lo dijera con
cierto compromiso –podemos arreglarlo.
-No te
preocupes- sonreí, era un momento incomodo, pero no quería ir como un bulto.
-Anda
será divertido- insistió Valeria.
-No te
preocupes- sonreí –vayan ustedes.
-¿Segura?
-Segura-
volví a sonreír.
El
celular de Demian comenzó a sonar, este se levanto y atendió la llamada.
Sebastián, Valeria y yo, nos quedamos en la mesa. Comenzaba a reinar un
silencio incomodo.
-Entonces,
¿Qué planeas estudiar Sebas?- decidí acabar con el silencio.
-Ingeniera
civil- este sonrió.
-Que
bien- le regrese la sonrisa, Danniel estudia arquitectura, quien sabe en el
futuro mi marido y el de Valeria podrían trabajar juntos… pero que estoy
pensando, debo dejar esas fantasías.
-Chicos,
me tengo que ir- Demian se acerco y dejo su parte de la cuenta.
-¿No
quieres que te lleve?- pregunto Sebastián.
-No, así
está bien, mi papá no está muy lejos de aquí- me dio un beso, otro a Valeria y
choco los cinco con Sebastián –nos vemos- dijo mientras se alejaba.
Tome mi
celular y mire la hora.
-Creo que
también me voy- dije mientras veía la hora.
-Vamos
apenas serán las nueve- Valeria le daba un beso a Sebastián.
-Sí, pero
tú no eres la que hace mal tercio.
-Bueno ya,
vámonos- Valeria se levanto –también tengo que pasar por mis cosas a tu casa-
levanto a Sebastián, quien puso unos billetes en la mesa, pagando su parte de
la cuenta y claro la de su novia. –Estas de suerte te daremos un aventón.
-¿En
qué?- pregunte.
-Ya
verás- no tenía idea de que hablaba. Hasta que salimos y señalo una moto, creía
que se refería a un vehículo más grande, no creía posible que los 3 cupiéramos
en eso.
-¿Cabremos
los 3 ahí?- señale la moto.
-Claro,
hemos subido incluso con Demian- respondió Sebastián –y si cabe él, debes caber
tú.
-No sé
cómo no te han multado.
-Yo
tampoco- Sebastián me dio una palmada en la espalda, y nos dirigimos a la moto.
Este se subió y seguido de él, Valeria. – ¿Subes?
-¿Y los
cascos?- pregunte.
-Vamos
vive la vida loca, Lola- Valeria sonrío –entiendes loca, Lola, hice un chiste.
-¿Por qué
me sigo juntando contigo?
-Porque
me amas, anda sube ya.
Accedí,
siempre me termina convenciendo, sabía que si mis padres me veían bajando de
eso me matarían.
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