sábado, 14 de marzo de 2015

Capítulo XCIV

-Hola Lola- dijo el chico de los lentes.
-Hola Demian- conteste.
-Perdón por el retraso, tuve que hacer unas cosas.
-No te preocupes… sólo fueron quince minutos.
-Y bien, ¿qué nos querías decir?
-Esperemos a Valeria.
-¿Por qué?- lo dijo con cierta queja.
-No quiero repetir todo de nuevo.
-Pero yo te conozco desde antes que ella.
-Como un día antes.
-Shhh- me hizo guardar silencio con un ademan. –¿Me puedes dar una pista?
-Okay- pensé por un momento –es sobre mi.
-Bueno… gracias, todo me queda más claro ahora- dijo con sarcasmo.
-Dale tiempo al tiempo- hice una pausa. –Por cierto ¿Cómo regresaron de la fiesta ayer?
-Teletransportación… bueno ya, nos salieron alas y volamos hasta nuestras casas.
-Lo bueno es que estas siendo serio.
-No te encontramos, Vale te mando un mensaje, contestaste y tomamos un taxi, que por cierto no fue nada barato.
Nos sentamos en una esquina fuera del centro comercial, comenzamos a hablar de la gente que pasaba, era algo que haría más con Valeria.
-Mira a ese niño- dijo Demian.
-¿A cual?- pregunte.
-A ese- señalo con el dedo a un niño como de la edad de mi hermana.
-Esta vestido como hipster cholo reggeatonero, pobre niño.
El pequeño llevaba una gorra morada, una sudadera gris con la palabra “YOLO” impresa en ella, un pantalón naranja con una cadena colgando y unos lentes muy llamativos.
-¿Qué clase de madre viste así a su hijo?- pregunto indignado.
-Una que parece fan de Justin Bieber y Skrillex.
-O una que tiene más estilo que tú- Valeria irrumpió de la nada.
-Eso no es estilo, eso es ser como los demás, querer ser un estereotipo.
-Ash, me aburres- comenzó Valeria –¿tú de dónde vienes? ¿los noventas?
Demian llevaba una camisa a cuadros algo anticuada y unos jeans.
-De hecho sí, nací en mil novecientos noventainueve.
-Bueno, ya paren- interrumpí.
-Ahora que llego la chica con treinta minutos de retraso, ¿nos podrías decir que es eso tan importante.
-Muy bien- tome aire y lo solté: -¡Danniel y yo somos novios!- grité emocionada.
Ambos me miraron con cara de extrañeza, como si les hubiera dicho alguna vulgaridad.
-¿Qué pasa?- pregunté.
Ambos me siguieron cuestionando hasta el local del helado, yo les seguí explicando lo que había pasado la noche anterior, ellos seguían sin creer.
-Pruebas- dijo Valeria. –Necesito pruebas.
Se sentó y Demian hizo lo mismo.
Yo me limite a resoplar.
Me senté frente a Valeria y saque el teléfono celular, busque los mensajes de Danniel, cuando por fin los encontré extendí la evidencia hasta Valeria.
-Ves- dije –ahí están tus pruebas.
-¿Cómo sé que es el verdadero Danniel?- Valeria seguía sin creer.
Suspiré, sólo había una cosa que hacer.
Tome el celular de las manos de Valeria y marque el número de Danniel, comenzó a sonar, al tercer timbre Danniel contesto y puse el altavoz.
-Lola, ¿cómo estas?- dijo el chico al otro lado del teléfono.
-Muy bien, pensando en ti, por eso te llame- contesté.
-Yo también estaba pensando en ti, pero ¿nos vemos mañana no?
-Claro, súper.
-Te mando un beso.
-Y yo a ti uno más grande.
Valeria y Demian quedaron estupefactos, no podían asimilarlo, parecía que estuvieran presenciando un milagro.
-No puede ser…- dijo Valeria atónita. -¡Danniel es tu novio!
Luego dio un grito de emoción.
-Felicidades amiga- se levanto de su silla y se lanzo a abrazarme.
-Gracias…- no sabía que decir. –Además yo soy buena amiga y le cuento a mi mejor amiga acerca de mi nuevo novio.
-¡Ay!- exclamo –ya olvida eso.
Yo me limite a soltar una pequeña risa.
-Es broma.
-Ahora sólo falta eliminar ese himen y ya estarás completa.
Los comentarios de Valeria a veces me daban miedo, tenia menos de veinticuatro horas y ya quería que me metiera en la cama de Danniel.
-Que tú no tengas himen, no quiere decir que Lola no quiera conservar el suyo- dijo Demian.
-¿Pueden dejar a mi himen en paz?- pregunté.
-Espera- dijo Valeria –¿Cómo sabes que ya no tengo himen?
-Yo nunca lo confirmé, pero gracias por hacerlo- Demian tenia la capacidad de cambiar la situación a su favor.
Valeria se quedo callada y se limito a sonrojarse.
Mi teléfono sonó, en la pantalla apareció una notificación, “Mateo te ha enviado un archivo de audio”.
Abrí aquella notificación y reproduje el archivo de audio, comenzó a sonar “Andar conmigo” de Julieta Venegas.
-Esta bien que estés enamorada, pero es una exageración que quieras empezar a poner canciones de amor a cada momento- soltó Demian.
-Me la mandaron por whatsapp- repliqué.
-Uuuy, alguien tiene un novio romántico- insinuó Valeria.
-O un Mateo romántico- aclaré.
-Oh- Valeria guardo silencio.
-Aquí es donde le dices que tiene novio- replico Demian.
-Bueno, creo que deberíamos celebrar que tienes novio- comenzó Valeria. –¡Vamos por zapatos!
-Hurra, que divertido- comentó Demian con sarcasmo.
-Te vetaron de tu zapatería favorita- recalque.

-Vamos con la competencia- sugirió Valeria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
En una esquina del cielo, es una novela romántica, que habla sobre Lola, una chica de 14 años, enamorada de Danniel, un joven mayor, ¿sera acaso su verdadero amor?