A pesar
de ser vacaciones, el transito era muy fluido, a este paso, llegaríamos muy
rápido a… a dónde fuera que estuviéramos yendo.
-¿Adónde
vamos?- pregunte.
-A ser
felices.
-¿Eh?...-
demonios, creí que no era uno de esos galanes baratos de internet.
-Sí,
vamos camino a la felicidad- sonrió –vamos al parque de diversiones.
Wow, un
parque de diversiones, vaya que sería un buen día, sin pensar que unos días
antes, creía que iba a vender mis órganos y ahora me llevaba a un parque de
diversiones.
Guardamos
silencio, no había mucho de que conversar, apenas nos conocíamos, no sabia de
que hablar, era lo que sabía de él.
El
transito no era mucho, no nos costo llegar al parque, la imagen del parque, se
alzaba ante nosotros.
-Bien,
aquí estamos.
Al
estacionarse, se apresuro a bajar del auto y se dirigió a abrirme la puerta.
-Gracias,
eres todo un caballero- sonreí.
Él me
extendió la mano y me ayudo a bajar, no me soltó de la mano, causando una
extraña vibración, se me enchinaba la piel y apretaba su mano con un poco más
de fuerza.
Nos
acercamos a la fila, para comprar boletos, había demasiada gente.
¡Demonios!
¿Qué no todos salen de vacaciones? ¿por qué tienen que venir al parque de
diversiones?
A pesar
de la muchedumbre, la fila avanzaba rápido, Mateo y yo, hablábamos, de cosas
sin importancia, pero yo quería conocerlo más, saber más de él, tal vez sólo
así, podría saber quien me gusta más, Danniel o él.
Sin darme
cuenta, ya estábamos al frente de la fila, frente a la taquilla, la chica que
nos atendía, tenía un poco de acné y el cabello negro atrapado en una cola de
caballo, no pude evitar sentir celos, sonreía como coqueteando, yo apreté más
fuerte, cosa que pareció notar, debido a que me miró divertido.
Seguimos
directo y entramos al parque.
-¿Por qué
apretabas mi mano tan fuerte?
-Nada
mas.
-¿Estabas
celosa?
-No.
-Okay.
-Okay.
Lo solté
de la mano, me lleve ambas manos a los bolsillos y seguimos caminando, sin
rumbo, sin ver nada más que gente divirtiéndose.
-¿Crees
que esta gente se este divirtiendo realmente?- rompió el corto silencio que
habíamos creado.
-Estamos
en un parque de diversiones ¿por qué no habrían de divertirse?
-No sé- respondió
–simplemente, ¿Cómo sabemos que se divierten?, mira al chico de allá- señalo a
un chico alto con lentes –tiene una sonrisa en el rostro, pero ¿Es feliz?-
cuestiono nuevamente –que tal si por dentro esta sufriendo, no sabemos si es
victima de bullying, sus papás le pegan o esta en la friend zone.
Ante ese
ultimo comentario, no pude evitar soltar una especie de carcajada débil.
-¿La
friend zone? ¿en serio?
-¡Es un
problema serio!- guardo silencio de nuevo. –Creo- continuo –que por eso debemos
disfrutar los pequeños momentos, los momentos de felicidad, esos que nos
llenan, porque no sabemos cuanto duraran, sólo nos queda aprovecharlos.
Me había
impresionado, no sólo era bonito era inteligente, dos cosas, que
definitivamente me gustaban. No podía articular palabras.
-Entonces
¿a qué juego nos subimos primero?
-A las
tazas giratorias- sugerí.
-Calmada
Molly Gunn- respondió.
Por Dios,
conoce “Uptown girls”, mi película favorita.
-¿Cómo?,
¿conoces “Uptown girls”?
-No…-
hizo un ademan –no le digas a nadie, pero mi gemelo malvado Matias, lloro con
esa película.
-Ok…- no
sabia si alejarme o reírme, así que opte por la segunda.
Lo tome
del brazo y me lo lleve corriendo, directo a revivir una escena de mi película
favorita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario