Capítulo XVI:
-Lola, despierta, tienes cita con el médico-
era mi madre.
Ella parecía estar arreglada.
-Ya voy- abrí los ojos mientras me quejaba.
Me sentía exhausta, no había logrado dormir
hasta después de la una de la mañana.
Salí de la cama a tropezones, tome mi celular
y vi que tenia mensajes en Facebook de Valeria, aun no tenia ánimos de
contestar; tome mi bata de baño y me dirigí a la ducha, recordé la conversación
de la noche anterior, que había tenido con Valeria, no podía evitar estar
enojada, yo le cuento todo sobre estas cosas, y ella me lo oculto, no podía
evitar sentirme de cierta forma traicionada. Termine de ducharme, me envolví en
mi bata y me puse una toalla en el cabello, me dispuse a vestirme.
Estuve lista en pocos minutos, elegí algo no
muy complicado, un pantalón de mezclilla y una blusa verde limón, mis tenis aun
estaban sucios después del incidente de ayer, así que me puse unas sandalias.
No sabía qué hacer con mi pelo, naturalmente estaba ondulado, lo había dejado
crecer y me gustaba, el cabello ya me llegaba un poco más debajo de la espalda.
Decidí hacerme una trenza, mi mamá, subió para recordarme una vez más, que ya
casi era hora de la cita, ya estaba lista, sólo debía bajar a desayunar.
Después del desayuno, finalmente era hora de
irnos, tome mi celular, el cual sonó, indicando una alerta de Facebook, Valeria
de nuevo, aun no le contestaría. Íbamos en el auto, como siempre yo iba atrás,
con mi hermana Sofía, quien se entretenía con un cuento, al parecer “La
Cenicienta”, yo por mi parte iba escuchando música, ahora sonaba “White Flag”
de Dido, una nueva alerta aparecía de nuevo de Facebook. Sebastián García
Ramírez te ha mandado una solicitud de amistad. Entré a Facebook, y no pude
evitar la curiosidad, entre a su perfil, no podía ver las publicaciones hasta
que lo aceptara como amigo, revise si podía ver la foto de perfil, y claro que
se pudo. En la foto se podía ver a Sebastián, con lentes oscuros, y con el
cabello rizado y esponjado que se veía caído mojado, al parecer estaba en una
piscina.
No tardamos mucho en llegar a la clínica,
dejamos la camioneta en el estacionamiento, y subimos. Me senté, a esperar mi
turno, las revistas no me llamaban la atención.
Habían pasado ya veinte minutos y mi turno
aun no llegaba, me aburría horriblemente.
Me quede pensando, en mi conversación de la
noche anterior con Valeria, tal vez había dramatizado, aunque yo le he contado
todo, ella sabia todos mis secretos, nos conocíamos desde los siete años. No
quise seguir pensando en eso, y tome una de las revistas que estaban por ahí,
al parecer es de esas dirigidas para adolescentes, aunque realmente sólo era de
esas que hablan de sexo.
-Hola, Meche ¿Cómo estás?- dijo la voz de un
joven.
-Hola, Dany, ¿Muy bien y tú?- contesto la
recepcionista -¿vienes a buscar a tu papá?
Me quede fría, la voz me resultaba familiar,
además la recepcionista lo habia llamado Dany.
Moví la cabeza, y efectivamente era quien creía que era, Danniel, para
ser su stalker no sabía que su padre fuese doctor, hay tantas cosas que aun no
sabia de él pero, otras que sí sabia, pero vamos era lo más superficial. No sé
porque pero, no quería que me viera, pero si me ve con una revista, pensara que
no soy lo suficientemente madura para él, tal vez le gusten intelectuales;
aunque a decir verdad, no me parecía que Tatiana, fuese muy intelectual con ver
sus fotos quedaba claro, al parecer era una de esas chicas que si pudieran,
harían toples en sus fotos, tal vez para llamar su atención, tal vez debí haber
ido más escotada, bueno no, sólo me hubiera visto ridícula tratando de mostrar
lo que obviamente, me falta por desarrollar, y que Tatiana tiene más
desarrollado.
-Sí, ¿está ocupado?- contesto Danniel,
mientras sonreía.
-Esta, en una cirugía- contesto la
recepcionista –pero ya no debe de tardar, si tienes prisa, le puedo dar un
recado de tu parte.
-No te preocupes- contesto él, soltando un
suspiro –lo esperare.
Cuando lo vi moverse del lugar, me cubrí el
rostro con la revista, no tardo mucho en ser mi turno, me moví rápido tratando
de que, Danniel no me viera. Después de una revisión rápida, el diagnostico fue
gripe, nada grave, pero debía tomar de esas pastillas que te hacen actuar como
si estuvieras bajo el influjo de algún estupefaciente, lo bueno era que
recuperaría algo de sueño, después de la consulta, mis padres fueron de compras
con mi hermana, yo les pedí que me llevaran a la casa porque me sentía mal y
así fue, las pastillas no tardaron en hacer efecto y en cuanto llegue a mi
habitación, me tumbe en la cama, y me rendí ante el sueño.
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